La noticia sobre la muerte de Fidel Castro Díaz-Balart, primogénito del líder cubano Fidel Castro, ha conmocionado a Cuba. La labor de 'Fidelito' —como se le conocía popularmente— a favor del desarrollo científico de esa isla caribeña para muchos era símbolo de la continuidad de los valores de la llamada generación histórica hacia los cubanos más jóvenes.
Graduado de Física Nuclear por la Universidad Estatal de Moscú, dedicó desde temprana edad sus esfuerzos a impulsar las ciencias en Cuba y, aunque su participación en el Centro de Altos Estudios de Rusia se llevó a cabo de forma anónima, el ser hijo de Fidel Castro condicionó de forma considerable el rumbo que tomó su carrera profesional, como él mismo reconoció.
En una entrevista concedida a RT en Español en 2013, recordó que llevaba fijada en su mente una de las principales ideas que su padre solía repetir durante los primeros años de la Revolución cubana: "Cuba, en el futuro, debe ser de los hombres de ciencia". Un acicate que lo impulsó a materializar la pasión que sentía por la Física.
Sus investigaciones sobre el papel de la energía nuclear en el futuro de la humanidad también guardan muchas de las inquietudes expresadas por Fidel. "La energía nuclear presenta riesgos, pero también está el riesgo de quedarse sin desarrollo. No es un dogma ni un paradigma, es una base de desarrollo", explicó en aquella conversación con RT. Entonces, también criticó que el objetivo de muchas naciones sea precisamente el uso de la ciencia con fines bélicos.
Bien conocidas son las reflexiones que su padre publicó durante años, en las que alertaba sobre los peligros de estas prácticas. "¡Tengamos el valor de proclamar que todas las armas nucleares o convencionales, todo lo que sirva para hacer guerra, deben desaparecer!", declaró el mandatario en 2010.
Estas coincidencias no fueron casuales. Para desarrollar muchos de sus escritos, Fidel consultaba a su hijo mayor: se invertían los papeles y se completaba el ciclo de transmisión de valores.
Hoy, Cuba es referente tanto en avances científicos como en apoyo a movimientos pacifistas. Parece que esa nación ha aprendido bien la lección de que "en una guerra nuclear, el daño colateral sería la vida de la humanidad".