Los pilotos y el alcohol

Se dice que los pilotos beben mucho. Y no sólo en Rusia, donde en general la gente tradicionalmente toma, sino en todo el mundo. Al principio, cuando la aviación era una actividad 'de caballeros', era cuestión de código: un piloto simplemente no podía no tomar bebidas fuertes. Ahora el alcohol no tiene nada que ver con el estatus social, sino que se usa para tranquilizar los nervios y para tener un sueño más profundo. Yo en mi vida tomé cerveza o algo más fuerte que un café o una coca, pero supongo que el alcohol puede ayudar cuando regresas a casa casi muerto, estresado, sin saber en qué parte del mundo te encuentras y qué hora es.

Obviamente no estoy justificando las irresponsabilidades de algunos. En teoría lo único en común que tienen la aviación y el alcohol es el precio bajo de las bebidas en el Free shop de un aeropuerto internacional. Y es lógico: un piloto ebrio en la cabina es casi tan peligroso como un terrorista drogado con una bomba en la mano. Y creo que no es necesario explicar por qué.  

Pero lamentablemente cualquier regla tiene excepciones y sí pasa que algún que otro piloto embarca en su nave ya estando un poco mareadito. Ojo, estoy hablando de algo extremadamente raro. Los pilotos entienden que el sistema es muy severo en ciertos casos y no suelen arriesgar: nadie quiere perder su licencia, ni quedarse sin trabajo. Pero a veces parece que el mundo se volvió completamente loco y ahí es cuando aparece alguien borracho de uniforme.

Sinceramente, no sé cómo hacen algunos pilotos para llegar a subirse al avión estando en cierto estado. Antes del vuelo pasamos exámenes médicos y si el doctor detecta y prueba que uno está ebrio, simplemente se le anula la licencia y listo: jamás volverá a volar. Hasta si un pasajero sospecha que un miembro de la tripulación está borracho también puede comunicarse con el representante de la compañía aérea y hasta que no prueben lo contrario, nadie va a permitirle acercarse a un avión. Eso pasó, por ejemplo, en el 2007 cuando un anónimo llamó a la policía diciendo que un tripulante de British Airways se pasó la noche tomando en el hotel: tuvieron que demorar el vuelo y cambiar a toda la tripulación.

Hubo hasta casos trágicos. Hace cuatro años, el 14 de septiembre de 2008, un Boeing 737-500 de la compañía aérea Nord-avia se estrelló en su aproximación al aeropuerto de la ciudad de Perm, Rusia. En el accidente fallecieron todos los pasajeros y tripulantes. Los análisis de los restos mostraron que en la sangre del comandante había alcohol, pero no se sabe si estaba ebrio o fue por haber tomado algún medicamento. Dicen que sí estaba borracho, porque en la grabación se escucha perfectamente que la voz del comandante sonaba absolutamente inadecuada, pero también se sabe que el piloto debía estar totalmente fatigado, ya que tuvo que hacer diez vuelos en solo tres días, así que puede que tuviera la voz simplemente muy cansada.

Hay gente que piensa que los pilotos se la pasan tomando. Eso es solo un mito. Un par de meses después del accidente de Perm, en diciembre del 2008, tuvieron que demorar un vuelo de Aeroflot de Moscú a Nueva York porque al hacer el anuncio a los pasajeros a una señorita le pareció que el piloto estaba ebrio. En realidad no lo estaba, simplemente el comandante tenia una voz silenciosa y hablaba despacio por pequeños defectos vocales, por eso no se le entendía. Pero puesto que dicha señorita era famosa, se armó un gran escándalo. El piloto no estaba ebrio, pero después de haber sufrido cierto estrés tuvo un ataque cardiaco y dejó de volar. Y es hasta el día de hoy que la señorita sigue convencida de que aquel piloto estaba ebrio.

El piloto más que nadie sabe cuál es el precio de la seguridad de vuelo y sólo un enfermo se va a arriesgar por diversión. Lamentablemente hay enfermos, pero son muy pocos y gracias a Dios los controles son lo suficientemente eficaces como para detectarlos y apartarlos de un avión de pasajeros.