Opinión
Gracioso y absurdo
Obvio que todo el mundo comete errores. Y los pilotos no somos una excepción. Es más, varios estudios en psicología aeronáutica descubrieron que un comandante con experiencia se equivoca hasta cinco veces por hora. Estamos hablando de errores mínimos, por supuesto, pero de errores al fin y al cabo. Sin embargo, a veces pasan cosas que sinceramente te dejan sin palabras. Y no sabes si reír o llorar.
Por ejemplo, en octubre de 2009 los pilotos de un A320 de la compañía norteamericana Northwest Airlines estaban tan entretenidos con sus computadoras personales que se pasaron de largo el aeropuerto de destino de Minneapolis. El avión viajo 240 kilómetros hasta que los pilotos se dieron cuenta que hacía rato que tenían que haber aterrizado. Durante 91 minutos no hubo comunicación con la nave. Te imaginarás que después del 1 de septiembre de 2001, un avión comercial en medio de los Estados Unidos que durante una hora y media no contesta a los llamados de los controladores puso nervioso a mucha gente. Finalmente el avión regresó a Minneapolis y aterrizó sano y salvo, pero los pilotos se quedaron sin licencia. Lógico. Pero por una estupidez. Es por eso que ahora casi todas las compañías prohíben usar computadoras e incluso leer cosas no relacionadas con el vuelo. De todos modos conozco a pilotos que se la pasan jugando al Angry birds en el Ipad durante todo el vuelo: igual nadie lo ve… Sin comentarios.
Y eso no es lo peor que puede pasar. ¿Te imaginas que estás esperando el aterrizaje y de repente ves por la ventana aviones militares y soldados? Bueno, a veces los pilotos se confunden de aeropuerto y a veces por error aterrizan no en aeródromos comerciales, sino en bases militares. Algo semejante ocurrió hace poco: el 13 de octubre del año pasado en Indonesia. Sí, es un error grave, y sí puede llegar a ser muy peligroso. Pero cierto error puede ser entendible: a veces uno espera ver la pista enfrente y cuando la ve ya no se da cuenta que no es la pista necesaria. En fin, los sistemas de aproximación modernos son tan sofisticados que la probabilidad de confundirse de pista es muy diminuta.
Las estupideces ocurren no solo por errores de pilotaje, sino también por cosas cotidianas. Por ejemplo, a principios de 2011 un Boeing 777 de United Airlies (EE.UU.) con vuelo de Chicago a Frankfurt tuvo que aterrizar en Canadá por… ¿Se te ocurre algo? ¿Una falla? ¿Un incendio? ¿Un pasajero molesto?
No. ¡Por culpa de un café! Así es, un café derramado en la radio termino con un aterrizaje de emergencia porque el transponder se puso loco y empezó a emitir el código 7500 (que se usa solo en caso de usurpación) y después de un tiempo se apagó. No es para nada seguro volar sobre Estados Unidos con el código de usurpación, porque después de los atentados de las torres gemelas los más probable es que te lancen un misil y listo. 241 pasajeros (más 10 por lo menos tripulantes) estuvieron en peligro solo por un cafecito. ¡Es ridículo! Pero ya que no es el primer caso en que 'algo derramado' en la cabina termina con una emergencia, hasta hay reglas de cómo servirle el café al piloto.
En fin, gracias a Dios, estamos hablando de casos ridículos y no catastróficos, ¿no?
Por ejemplo, en octubre de 2009 los pilotos de un A320 de la compañía norteamericana Northwest Airlines estaban tan entretenidos con sus computadoras personales que se pasaron de largo el aeropuerto de destino de Minneapolis. El avión viajo 240 kilómetros hasta que los pilotos se dieron cuenta que hacía rato que tenían que haber aterrizado. Durante 91 minutos no hubo comunicación con la nave. Te imaginarás que después del 1 de septiembre de 2001, un avión comercial en medio de los Estados Unidos que durante una hora y media no contesta a los llamados de los controladores puso nervioso a mucha gente. Finalmente el avión regresó a Minneapolis y aterrizó sano y salvo, pero los pilotos se quedaron sin licencia. Lógico. Pero por una estupidez. Es por eso que ahora casi todas las compañías prohíben usar computadoras e incluso leer cosas no relacionadas con el vuelo. De todos modos conozco a pilotos que se la pasan jugando al Angry birds en el Ipad durante todo el vuelo: igual nadie lo ve… Sin comentarios.
Y eso no es lo peor que puede pasar. ¿Te imaginas que estás esperando el aterrizaje y de repente ves por la ventana aviones militares y soldados? Bueno, a veces los pilotos se confunden de aeropuerto y a veces por error aterrizan no en aeródromos comerciales, sino en bases militares. Algo semejante ocurrió hace poco: el 13 de octubre del año pasado en Indonesia. Sí, es un error grave, y sí puede llegar a ser muy peligroso. Pero cierto error puede ser entendible: a veces uno espera ver la pista enfrente y cuando la ve ya no se da cuenta que no es la pista necesaria. En fin, los sistemas de aproximación modernos son tan sofisticados que la probabilidad de confundirse de pista es muy diminuta.
Las estupideces ocurren no solo por errores de pilotaje, sino también por cosas cotidianas. Por ejemplo, a principios de 2011 un Boeing 777 de United Airlies (EE.UU.) con vuelo de Chicago a Frankfurt tuvo que aterrizar en Canadá por… ¿Se te ocurre algo? ¿Una falla? ¿Un incendio? ¿Un pasajero molesto?
No. ¡Por culpa de un café! Así es, un café derramado en la radio termino con un aterrizaje de emergencia porque el transponder se puso loco y empezó a emitir el código 7500 (que se usa solo en caso de usurpación) y después de un tiempo se apagó. No es para nada seguro volar sobre Estados Unidos con el código de usurpación, porque después de los atentados de las torres gemelas los más probable es que te lancen un misil y listo. 241 pasajeros (más 10 por lo menos tripulantes) estuvieron en peligro solo por un cafecito. ¡Es ridículo! Pero ya que no es el primer caso en que 'algo derramado' en la cabina termina con una emergencia, hasta hay reglas de cómo servirle el café al piloto.
En fin, gracias a Dios, estamos hablando de casos ridículos y no catastróficos, ¿no?
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
comentarios