En la estación no huele a nada…

Blog del Cosmonauta por Maksim Suraev

Un poco sobre olores.
En general, en la estación no huele a nada. Un potente sistema de ventiladores y cantidad de filtros demuestran su eficacia, aunque hay excepciones. Por ejemplo, un colega mío que se entrena en la cinta de correr :-)
Dentro de la ingravidez el olfato se agudiza muchísimo, con lo cual cuando llega una nave de carga hemos establecido lo que es casi un ritual: todos se reúnen a la entrada de su escotilla antes de que se abra para saborear el aire que viene desde la Tierra. Puesto que la nave es NUESTRA, nos colocamos Román y yo en la primera línea y, una vez abierta la escotilla, en seguida aspiramos la parte más rica, todavía no mezclada, del aire terrestre…



No me podía imaginar que placer nos pueden dar cosas, al parecer, tan cotidianas. A propósito, el espacio también tiene su olor, pero esto será otra historia...
Debería estar dormido desde hace dos horas. Mañana será un día complicado, como siempre.

 

Vía la Agencia Federal Espacial Rusa Roscosmos.