Sobre MIM-2 y OVNI

Esperábamos y esperábamos… ¡Y vino la “Poisk”!
El “Progress” con el MIM se acoplaron de modo automático, sin problemas. Lo hemos controlado, junto con el Centro de Control de Vuelo. Sin embargo, en el último tramo del acercamiento su velocidad ha sido mayor, en dos puntos. Si tuviéramos tal velocidad durante nuestros ejercicios de entrenar el acoplamiento manual sin duda no habríamos aprobado los exámenes… Pero nos acoplamos, nos ha salido.
Ayer abrimos las escotillas. Al abrir la primera, desprendió el olor del espacio. Pero al abrir la segunda, de entrada al MIM, pudimos aspirar aire de la Tierra.
El módulo lleva mucho equipo. Y todo el equipo está sujetado en fuertes armazones, con pernos y cuerdas… Es decir, cuesta bastante trabajo desempacarlo …
Los rusos, a diferencia de los norteamericanos y japoneses, fijan las cargas “a conciencia”, incluyendo en las naves Progress, como si fuese para el caso de una guerra nuclear. Además no está claro para qué lo hacen, puesto que las sobrecargas durante la puesta en la órbita no son fuertes, alrededor de 5G. Ya hace mucho que nuestros colegas sujetan sus cargas sin pernos ni armazones, por ejemplo mediante Velcro. En su caso pueden sacar las cargas en un dos por tres. Tenemos la impresión que el sistema nuestro sigue siendo invariable desde la época de Korolev (jefe del proyecto de la primera nave espacial rusa, de 1961, N.de la Red.).
Pero destornillar en condiciones de ingravidez un perno, apretado en la Tierra por algún fuerte operario no es nada fácil. Nos acaban de llegar los envíos de la Tierra pero tenemos la sensación de que hasta que destornillemos todo llegará la hora de marcharse para Román… O lo haremos un poco más temprano, en vísperas de su partida. Eso para que los regalos parezcan más dulces. Para que los merezcamos.
Lógicamente hemos examinado si había presencia de sustancias nocivas en la atmósfera del módulo. Todo ha sido normal. Luego el filtro de aire funcionó durante cuatro horas, comiendose la energía, aunque ha quedado claro que el embalaje de carga está intacto y no hay ninguna sustancia nociva en la atmósfera. Purificar durante cuatro horas, asi dice la instrucción. Así que lo hacemos todo de acuerdo a normas. Los especialistas lo sabrán mejor…
El módulo como tal es bastante pequeño, como el módulo de acoplamiento. Claro que quisiéramos tener más espacio.
Mientras les contaba todo esto detrás de la ventanilla han aparecido algunas cosillas de colores brillantes. ¿Los ufólogos se han puesto atentos? ¡Pero no, no es un ovni! Creo que es polvo, generado durante el acoplamiento. Es bonito…
Más tarde sin falta les mostraré las fotos.

Vía la Agencia Federal Espacial Rusa Roscosmos.