Yo terminé el colegio, que ahora es un liceo, en la localidad suburbana deMoscú llamada Noginsk. En esta ciudad quedaron muchos amigos míos.
No mucho antes del vuelo, fui a Noginsk y visité el Departamento de Educación local. Yo les dije “soy cosmonauta. Pronto tengo que partir. Cuando esté en órbita, vamos a organizar una sesión de comunicaciones con los escolares de los colegios de Noginsk”. En el Departamento al principio reaccionaron -¿cómo decirlo...?- sin optimismo: “¿Cosmonauta? Eh, bueno, está bien… Por aquí hay pocos cosmonautas”.
La verdad es que después cambiaron de opinión. Las autoridades de la ciudad convocaron a un concurso y participaron… ¡cerca de 400 escolares! Seleccionaron solamente a 10 y con ellos organizaron una sesión de radioaficcionados. Los chicos tenían muchas preguntas sobre cómo nosotros vivimos en órbita, que comemos, cómo nos lavamos, que deporte practicamos.... Incluso el director de mi escuela, Vladímir Nikolaievich, vino a la sesión.
Honestamente hablando, fue muy agradable para mi conversar con los chicos. Y para ellos resultó muy interesante todo lo relacionado con el cosmos.
¿Ven como vuela todo en la ingravidez? La comida, las cucharas, yo mismo:)
Vía la Agencia Federal Espacial de Rusia Roscosmos.