Yo sé que a muchos lectores les interesa saber como festejan el Año Nuevo en órbita.
En general, como toda la gente. Nos sentamos a la mesa, nos felicitamos y hacemos regalos. Todo esto sólo que en las particulares condiciones que impone la ingravidez y el espacio cerrado.
“Sentarse” en la ingravidez, como comprenderán, se consigue con mucho trabajo.
En la mesa están -en el sentido en que flotan…- las delicias cósmicas. A grandes rasgos, son un conjunto limitado. Por algún motivo, no nos mandaron ni frutas. Ni los estadounidenses, ni los nuestros, ni los japoneses... En general, la mesa de Año Nuevo fue bastante “común”. En cambio, chocolate sí había mucho, incluso demasiado…
Bueno, felicitaciones, también hubo. A mí, por ejemplo, me gustó mucho cuando antes de Año Nuevo y durante la sesión de comunicación, mi familia y amigos me organizaron una verdadera fiesta, con “Abuelo del Frío” incluido, con champagne y hasta árbol de Navidad. Interpretaron canciones, recitaron poesías... Vino incluso el alcalde de mi ciudad natal Noginsk (V. N. Laptiev – N. de la Red.) ¡Muchas gracias por esta alegre representación que me organizaron!
Y, a propósito: mi esposa me decía que todos los medios escriben sobre que Soichi (astronauta de la agencia cósmica japonesa Soichi Noguchi – N. de la R.) preparó sushi para el Año Nuevo. Hablando sinceramente, ni mis colegas ni yo no vimos ningún sushi... Disculpen si les desilusioné. ¿Puede ser que más tarde lo probemos?
¡Una vez más felicito a todos por el año 2010 que comienza! ¡Salud a ustedes, suerte y alegría en el nuevo año!
El 2 de enero se cumplieron tres meses desde que me encuentro en órbita...
Vía la Agencia Federal Espacial de Rusia Roscosmos.