Cuento folklórico cósmico...

Blog del Cosmonauta por Maksim Suraev

Había una vez a bordo del segmento ruso de la Estación Espacial Internacional un par de cosmonautas. Vivían, no se afligían, mantenían el segmento en orden y se ocupaban en la ciencia. Y en la estación tenían un huerto. Allí, los cosmonautas plantaban lechuga, para darle a los científicos de la Tierra alimento para sus pensamientos. Y junto a la lechuga, en la huerta creció trigo y lo hizo de manera tan notable que los científicos se admiraron.


Y resultó que el gigante Oleg se despertó y tuvo deseos de panecillos frescos para adquirir más fuerzas. Y mira por allí como Maks vuela. Oleg le dice: “¡Maksim, luz de mi existencia, rasca los paneles, limpia los filtros… juntaremos harina y cocinaremos panecillos! ¡Los comeremos y tendremos “fuercecilla”…!
Y Maksim le dijo: ¿Para qué nosotros, los gigantes, tenemos que rascar paneles y limpiar filtros? ¡Ya creció nuestro trigo! ¡Y hay ensalada “verdecilla”!
Comieron las ensaladitas y fuercecillas de gigante en los dos aparecieron…
¡Ahora, ya no tienen miedo ni a la salida al espacio exterior, ni al desacople!

 

Vía la Agencia Federal Espacial de Rusia Roscosmos.