¡Y el trigo creció magnífico!
Pasó bastante tiempo secándose y creció casi hasta la lámpara. Por fin llegó la orden de la Tierra de cortarlo, ponerlo en una bolsa de plástico y meterlo en la nevera. Me lo llevo de vuelta a la Tierra y ahí los científicos verán.
Los mismos científicos se sorprenden de cómo se han logrado criar las espigas, porque ya han intentado hacerlo varias veces pero resultaron sólo unos “monstruos sin semillas”, como ellos dicen.
Corté mi ‘triguito’ muy a pesar mío. De todos modos, ha compartido conmigo casi cinco meses de vida en la estación.
Vía la Agencia Federal Espacial de Rusia Roscosmos.
La nave Soyuz con dos astronautas de la EEI aterrizó según lo programado