El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Opinión

“Maksim Suráev merece el título de Héroe de Rusia”

Publicado:
“Maksim Suráev merece el título de Héroe de Rusia”

Pregunta de un escolar:
 
¡Fiódor! ¿Qué te parece que a Suráev le denegaran el título de Héroe de Rusia?

Fiódor Yurchijin: “Sobre los galardones y otras cosas”

Prólogo

Maksim Suráev merece el título de Héroe de Rusia. Tal y como lo merecen los muchachos (Aleksandr Skvortsov y Mijaíl Kornienko) que están ahora en órbita y que pronto van a regresar a casa. Para mí no es un tema de discusión, esto se da por entendido.

Lo que sí que es un tema de discusión es cómo hemos llegado -el Estado, la sociedad- al punto de discutirlo. Sólo se puede contestar si analizamos el papel y la situación de la cosmonáutica en Rusia moderna, donde la pregunta es si Rusia moderna necesita esa cosmonáutica.

 
Parte 1. Los diamantes

 
Tal vez cada uno tenga su propia respuesta y su propia actitud hacia la cosmonáutica. Yo me baso en que Rusia es la sucesora legal de la Unión Soviética; y no sólo de sus errores, que todos nos recuerdan, sino también de sus logros, los grandes avances del siglo XX. Fue nuestro país el que abrió el camino al espacio para la humanidad. Durante el periodo inicial fuimos los pioneros. Fueron las tecnologías desarrolladas en los años 70 y 80 a partir de las que se creó la actual Estación Espacial Internacinal, cuya existencia era inconcebible en la etapa inicial sin la participación del segmento ruso. Y el segmento ruso está hecho con las tecnologías soviéticas. Heredamos de la Unión Soviética un potencial científico e industrial. ¿Cómo lo hemos usado en los últimos años? ¿Lo hemos multiplicado, tenemos hoy nuevos aviones, tecnologías, descubrimientos? Claro que es más fácil hacer preguntas. Es agradable oír y ver que además del crudo, el gas y la madera tenemos proyectos nacionales como Skólkovo. A ver si nos acordamos de que también tenemos a Dubná, Zelenograd, la Ciudad Académica en Novosibirsk, LOMO, Kvant, KamAZ, Togliatti, Il, Tu...

A ver si nos acordamos de que está la cosmonáutica, y hay que decidir si Rusia la necesita. Hemos llegado al punto decisivo. Al prolongar el programa de la EEI hasta 2020 tenemos que preguntarnos qué viene después. Ahora hay que crear una base del futuro programa espacial, plantear la tarea para los institutos, para que preparen a los especialistas, creen nuevos materiales y tecnologías. Los diez años pasarán rápido.

Es díficil imaginarse la corona que está en el Museo del Hermitage sin las joyas. Para mí la cosmonáutica es uno de los diamantes en la corona de Rusia. Me imagino al presidente de mi país pronunciando un discurso sobre el futuro programa espacial nacional que incluya tanto los aspectos nacionales como los internacionales. Estoy seguro de que es necesario, porque no sólo Rusia y Estados Unidos representan a la cosmonáutica. Cada año más países se desarrollan en este ámbito. La cosmonáutica supone comunicaciones independientes, investigaciones científicas, servicios meteorológicos, sistemas de alerta, nuevos materiales. Éste es el desarrollo del potencial científico e industrial del país. Es una de las tarjetas de presentación del Estado, de sus posibilidades.

Y otra cosa: Rusia, como sucesora legal de la Unión Soviética, tiene la responsabilidad moral ante la humanidad del desarrollo de la cosmonáutica. ¿Adónde nos dirigimos? Ahora no tenemos derecho a cometer errores. Tampoco tenemos tiempo.

Parte 2. El galardón

Cuando un mes después de los Juegos Olímpicos o de un campeonato mundial se rinde homenaje a los héroes deportivos en el palacio del Kremlin, uno se siente orgulloso de su país. No hay duda de que representan dignamente a Rusia. Me alegro al ver entre los galardonados a cineastas, artistas, científicos y técnicos, porque sus avances son avances de mi país. Estoy orgulloso de ellos. Cada uno de ellos, ya salga a la arena deportiva o a un escenario, realiza una hazaña.


¿Pero cuál es la hazaña de un cosmonauta moderno? ¿Dónde está el límite por el que ayer eso fue una hazaña y hoy no? Cada vuelo sigue siendo una prueba. Una prueba de la persona y de la máquina. De toda la industria. Desde el lanzamiento hasta el aterrizaje. Para entenderlo hay que echar un vistazo a los que participan en un lanzamiento: desde los jefes hasta los trabajadores comunes. Perdón, no son comunes en absoluto. Tienes más de un lanzamiento por detrás, pero dentro de tí se contrae un resorte. Te quedas inmóvil. 5, 4, 3, 2, 1… ¡Despegue! Y en la cabeza tienes la presión en la cámara de combustión, la separación de las etapas. Y por delante... se puede escribir mucho sobre esto.

Información para los funcionarios que efectivamente están en contra de la cosmonáutica:

Familiarizaos con el programa de la EEI, el número de los países participantes, su lugar en la sociedad moderna. ¿Qué es una caminata espacial y cuánto cuesta? También otras operaciones que se realizan durante un vuelo espacial. A continuación describo algunas de ellas.

El reacoplamiento es la transición de la nave espacial de un módulo de acoplamiento hacia otro. Se realiza bajo el control manual de la nave. Sólo tú y tu tripulación. Por delante tienes la Estación Espacial Internacional que cuesta no sé cuánto. Por detrás tienes a los instructores, los años de entrenamiento, el Centro de Control de Vuelos, los jefes, el programa estatal… el prestigio de tu país. Tú representas a Rusia -uno de los 16 socios del programa internacional. Cómo se desarrolle el programa depende de ti y de tu tripulación.

Una caminata espacial. Es absolutamente necesario cumplir todas las tareas mientras el espacio intenta pillarte desprevenido. O se atasca la conexión o hay que tender el cable de modo diferente y no como te preparaste para hacerlo. Estás solo frente al problema. No se puede ir a recoger una herramienta, sólo cuentas con lo que llevas contigo. Tampoco lo puedes aplazar hasta mañana ni  incluso frotarte los ojos. Hay muchos 'tampoco'.


Y un buen aterrizaje no significa que no te lastimes el trasero. Quiero recordar a todos una cosa. Tres naves espaciales Soyuz del programa de la EEI tuvieron que realizar un aterrizaje balístico. No fue de emergencia, como  lo describieron algunos medios, sino de reserva. Sin embargo, fue más duro que el automático, que se puede controlar. Y eso, tras un largo vuelo.


Cada vuelo espacial sigue siendo una prueba hoy en día.

Epílogo

¡Estimado Maksim Suráev!
Espero abrazarte cuando vuelvas, y decir: “El galardón ha ido a parar a un héroe!” Ojalá que yo no sea el primero en hacerlo.

 
P.S. Gracias a todos los que han apoyado a Maksim. No he abordado muchos problemas relacionados con los vuelos espaciales como la salud, la separación de la familia, una larga espera... el riesgo. Hay muchos problemas inherentes a la profesión del cosmonauta de los que simplemente tratamos de no hablar. Para cada uno de nosotros la profesión es un elemento de la vida que está por encima de los galardones.

Pero todavía quedan muchas preguntas.

¿Por qué el presidente de Estados Unidos recibe a los astronautas que acaban de regresar a la Tierra?

¿Por qué nuestros medios empiezan a interesarse frenéticamente por el espacio sólo cuando surgen problemas?

¿Por qué algunos de nosotros dicen que sólo hay que otorgar condecoraciones a los cosmonautas tras, digamos, el tercer vuelo? Quizá crean que el primer vuelo no es más que un calentamiento. Menos mal que hay pocos que opinan así.

¿Por qué la primera condecoración por el vuelo que algunos de nosotros tenemos viene de otro Estado?

Y la pregunta principal, la más persistente: ¿Necesita Rusia la cosmonáutica?


Atentamente,   

F. Yurchijin

Para los que duden, voy a confirmarlo: lo escribí todo yo mismo a bordo de la EEI el 8 de septiembre de 2010.

Vía la Agencia Federal Espacial de Rusia Roscosmos.

 

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7