Sobre los estándares en la seguridad de la energía atómica

Blog del Presidente por Dmitri Medvédev

Los estándares rusos en la seguridad de la energía atómica deben ser propagados a nivel internacional.

D. MEDVÉDEV: Ahora la atención de muchas personas en el mundo está centrada en los sucesos en Japón. Para el momento se estiman en más de veinte cinco mil personas las víctimas mortales y los desaparecidos.

En mi blog, en todo el segmento ruso de Internet y en la red en general, hay muchos mensajes de condolencia y palabras de apoyo. Desde los primeros días Rusia trata de ayudar a su vecino y socio.

Ustedes saben que nuestros socorristas han participado en las labores de rescate y ahora vuelven a casa. Ha sido aumentado el suministro de combustible y se ha enviado ayuda humanitaria. Muchos nuestros ciudadanos están dispuestos a ayudar al pueblo japonés: ellos recolectan ayuda humanitaria y también se ofrecen para alojar a los damnificados en su casa. Lo considero normal, es la actitud humana.

Al mismo tiempo, seguimos con una atención tensa las consecuencias del terremoto y el tsunami en la central atómica “Fukushima-1”. Lo que ha sucedido allí, ha activado las disputas sobre el desarrollo de la energética atómica en todo el mundo. Se pronuncian opiniones muy distintas de si la energía atómica es segura o no. Y sabemos todo lo que ha pasado y lo recordamos. Y vamos a traer a la memoria el próximo mes de abril otra tragedia, me refiero a Chernóbyl.

Pero por otra parte se sabe que hoy en día éste es el modo más beneficioso, económicamente hablando, de obtener energía eléctrica. Y es un modo seguro, a condición de que se respeten todas las reglas adecuadas, tanto durante la planificación, como en la construcción y utilización de las centrales. Es evidente que estas reglas, estos estándares, deben ser los mismos para todos. Y aquí hay que analizar toda la legislación existente en el momento actual, y la legislación interior y la base normativa internacional. Y creo que necesita ser mejorada.

Es posible que se necesiten exigencias adicionales y correspondientemente las restricciones para la construcción de plantas atómicas en las zonas con un gran riesgo sísmico. Aquí evidentemente deben existir unas exigencias comunes internacionales, especialmente donde haya mayores riesgos de que se puedan producir terremotos muy potentes, con los tsunamis consecuentes. En nuestro código de reglas y normativas sobre la energía atómica ya hay una norma que prohíbe la construcción de centrales nucleares donde es posible un terremoto de una magnitud máxima de ocho grados. Ya tenemos esta normativa. Es necesario probablemente implantarla a escala internacional, porque entendemos que las catástrofes de tal nivel, si tienen lugar, nunca tocan a un solo un estado. Lamentablemente esta es una situación peligrosa, en algún grado, para los países fronterizos y para todo nuestro planeta en general.

Hay otro punto muy importante relacionado con el desarrollo siguiente de la energética atómica. Aparentemente es necesario no tanto prolongar la vida útil de las centrales ya existentes, sino construir nuevas unidades de generación eléctrica. Pero construirlas con las máximas medidas de seguridad. Y, respecto a esta cuestión, nuestros trabajadores en la esfera atómica (yo he hablado con ellos de este tema en más de una ocasión) están preparados asumir esta responsabilidad en las plantas construidas por nosotros, no sólo en el territorio de nuestro país, por supuesto, sino también en los países donde Rusia tiene contratos para la construcción de centrales.

Uno de los ejemplos recientes, discutíamos con nuestros socios turcos sobre la construcción de una central de energía atómica en Turquía. Esta central, llamada “Akkuyu”, será construida aplicando el uso de un sistema totalmente nuevo del manejo de la planta, que está destinado para todo el período de su funcionamiento. Será creada una empresa conjunta que va a ser la responsable de su construcción, y control de funcionamiento, y esto será un enfoque totalmente nuevo y al mismo tiempo da garantías de seguridad en el funcionamiento de la central en general.

En el proyecto de otra unidad de generación eléctrica rusa, que fue construida en India, - se trata de la central de Kudankulam – figura el sistema de la llamada pasiva extracción del calor, que hasta en los casos de un corte de electricidad, la situación que ha pasado por ejemplo en Japón, garantizará la refrigeración de los reactores y evitará una catástrofe.

Claro está, es un enfoque progresivo y creemos que en otros casos también hay que elevar de manera máxima el nivel de seguridad de las centrales atómicas. Por eso Rusia, como líder reconocido en el ámbito de la fabricación de reactores, cree que es de una alta perspectiva crear además reactores que funcionan con los denominados neutrones rápidos. Tales reactores poseen una seguridad interior natural. Y su uso permite reducir significativamente los residuos nucleares, y ustedes entienden que eso también resuelve otros problemas que se plantean en la actualidad en varios países. Para estos reactores, en general, no se necesita uranio enriquecido y evidentemente eso amplía el acceso a los programas nucleares de carácter pacífico a muchos países que desean implementarlo.

La avería en “Fukushima-1” nos hace pensar también en la ampliación de los poderes de las organizaciones internacionales que son responsables de la seguridad en la energética atómica. Y deberán ser poderes reales, no solo sobre el papel. Debe decidirse qué poderes se les van a conferir y qué tareas se le van atribuir a estas organizaciones internacionales. Al mismo tiempo hay que respetar los principios de una apertura informativa y una transparencia absoluta.

En Rusia ya han empezado los chequeos colectivos de las centrales atómicas para verificar su seguridad en el plano sísmico, a pesar de que en nuestro país, ya lo he dicho, existen unas normativas muy estrictas a ese respecto.

El control público lo llevan además los representantes de los medios de la comunicación, las organizaciones no gubernamentales y otras instituciones públicas. Y en las ciudades donde están ubicadas las instalaciones de energética atómica deben ser creados también unos centros informativos públicos.

El nivel de radiación ahora y en el futuro debe ser medido automáticamente y luego ser comunicado en los sitios informativos, o sea, estar disponibles “online”, incluso el sitio russianatom.ru. Es el sitio web especializado dedicado a este aspecto. Tal práctica, en mi opinión, puede ser recomendada por la Organización Internacional de Energía Atómica a los operadores de las centrales atómicas, para que todos trabajen en las mismas condiciones.

Y lo más importante es, claramente, elevar de manera significativa la confianza de la gente en el desarrollo de la energía atómica en el mundo. Es una dirección de mucha perspectiva.