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CIA: ¿Fábrica de sofismas? 8 verdades ocultas en el Informe

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El informe sobre tortura corrobora lo deleznable haciéndolo público. Lo que oculta es quién ordena, a quién beneficia, qué repercusión real tendrá, cómo la Casa Roja queda libre de mancha, entre otros puntos oscuros que deben ser develados.

Después de confirmarse plenamente el origen del Estado Islámico a partir de la CIA y la ayuda que hasta este momento es prestada a través de canales indirectos que escondan el rastro, es coherente el Informe del Comité de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos sobre la tortura realizada por la agencia estadounidense. Más aún, cuando también se reafirma lo ya conocido: que el caso de las Torres Gemelas fue un autoatentado y que no tuvo relación con Sadam Hussein, especialmente al presentarse una nueva prueba por el presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado, Carl Levin, según la cual George Bush mintió a la Nación para llevarla a la guerra con Irak. El atentado del “lobo solitario” yihadista en Sídney, Australia, comienza a atemorizar a quienes saben que el terrorismo regresa a casa.

Para realizar un análisis razonado, entonces, es preciso decantar los elementos secundarios de los principales, con el fin de estudiar lo fundamental que corresponde a la lógica (dirección y coherencia) del proceso, la argumentación del discurso y las falacias implementadas; el análisis y la prospectiva creadora son fundamentales para evidenciar el presente próximo.

  1.  El informe y lo no dicho públicamente. La justificación de la tortura.

El inmenso número de páginas que se vuelven densas y la “cooperación leal” de los medios occidentales para manejar la noticia desde lo emocional, dirigiendo el tema hacia otras interpretaciones que no atenten contra el gobierno estadounidense, impide describir algunas de las torturas ejecutadas y el desprecio por el ser humano.

Es preciso mencionar textualmente que "El menú de Majid Khan consistía en un puré hecho de hummus, pasta con tomate y nueces que se le introducía por vía rectal"que durante el interrogatorio les rompían los huesos a golpes y echaban líquido caliente sobre el pene mientras los cortaban, que habían sesiones de tortura de más de 100 horas seguidas sin dormir, que flagelaron a algunas de sus fuentes "por equivocación", que amenazaban a los presos diciéndoles: "nunca irás ante un tribunal porque no podemos dejar que el mundo sepa lo que te he hecho", que podían pasar más de 29 horas en una caja de 76 cm x 76 cm x 53 cm, que eran amenazados con violar a la madre del detenido, entre otras cosas no menos brutales” (1).

Ante dicha situación, el gobierno de Obama ha expresado su arrepentimiento condenando los interrogatorios (no torturas), aunque también justificando las acciones pese a que ha manifestado que no tenían conocimiento de lo ocurrido y todo fue a sus espaldas,  similar al perdón por Hiroshima y Nagasaki, el mea culpa por el apoyo a los golpes de Estado en América Latina, reconociendo el error por armar a los "contras" en Nicaragua, etc. Supuestamente ha sido sorpresivo para los dirigentes darse cuenta del poder que ha conseguido la CIA al manejar la dirección de los medios y saber que los "procedimientos" fueron inútiles y, en general, derivó en información incorrecta. El presidente Obama ha añadido que creía que las autoridades de esa época usaron métodos duros debido a la "enorme presión" bajo la que estaban para prevenir otro ataque como el del 11/09.

La justificación ha provenido desde varios frentes y personajes como el ex presidente Dick Cheney, evaluando positivamente el accionar de la CIA, o el director de la misma, John Brennan, publicando un comunicado en el que asegura que, contrario a las acusaciones del comité, la CIA no engañó de manera sistemática a los estadounidenses y la inteligencia obtenida del programa fue crítica para entender a Al Qaeda, pues las técnicas de interrogación avanzadas sí produjo inteligencia que ayudó a frustrar planes de ataque, capturar terroristas y salvar vidas. Reconoció que se cometió errores, en especial al comienzo del programa, cuando la CIA no estaba preparada para la magnitud de la operación en detener e interrogar a prisioneros.

Por su parte, los líderes republicanos del Senado insistieron en que los métodos ayudaron a capturar a sospechosos importantes y matar en mayo de 2011 a Osama Bin Laden, en Pakistán.

Bush ha sido enfático al afirmar textualmente en la cadena CNN: "Fuimos afortunados de tener hombres y mujeres que trabajaron duro para la CIA, sirviendo al país en nuestro nombre... Estos son patriotas y cualquier cosa que el informe diga que disminuya su contribución a nuestro país, se pasa de la raya". Aún más, consideró que sería absurdo obligar a la CIA a respetar la legislación internacional porque no se enfrentó a combatientes legales o fuerzas regulares de un Estado en un modo tradicional, sino a terroristas que desprecian la vida humana.

Lo cierto es que el informe entregado por el Comité de Inteligencia del Senado de los EE.UU. sobre torturas son 500 páginas, de las 6.300 aproximadamente del escrito completo no publicado, además de los 9.400 documentos que la Casa Blanca ha bloqueado y que no fue consultado para elaborar el estudio.

 

Hay que recordar que el documento permanecerá clasificado y queel presidente Barack Obama supuestamente detuvo el programa de interrogatorios de la CIA cuando asumió su cargo en 2009, reconociendo excesos en los métodos usados para interrogar a prisioneros de Al Qaeda en el programa "Rendición, detención e interrogatorio", desplegada por ésta para retener a más de un centenar de sospechosos de terrorismo en cárceles secretas o campos de concentración fuera de los EE.UU. La investigación judicial previa del Departamento de Justicia finalizó sin cargos criminales en 2012.

 

III. 8 puntos que oculta el Informe.

Ante lo indicado anteriormente, es preciso develar qué se esconde detrás del informe y no ha sido dado a conocer públicamente.

  1.  La Casa Roja ha estado siempre informada de lo que ha hecho la CIA.

A nadie con sano juicio se le ocurre que Obama no sabía de Guantánamo ni de la existencia de las torturas efectuadas por la CIA, siendo un organismo tan importante y de contacto diario con altas autoridades, especialmente ahora que se evidencia una política de guerra de tanta dimensión. Sus empleados también operan en las embajadas de Estados Unidos de todo el mundo, por lo que están relacionados directamente con el aparato ejecutivo.

El argumento según la cual la CIA estaba tan enfrascada en la lucha contra el yihadismo y obsesionada por encontrar el paradero de Osama bin Laden, que decidió no explicar a la Casa Roja sobre el uso de la tortura, mintiendo al presidente y exagerando el éxito obtenido como producto de "interrogatorios intensivos", es una falacia increíble.

Lo que se intenta hacer creer es que el poder de la agencia había crecido hasta transformarse en un Estado dentro del Estado que no necesitaba informar de sus métodos ni al gobierno ni a las Cámaras. Asimismo, que no requería formalmente de permisos, pues la Patriot Act, aprobada por el gobierno de George W. Bush para dotar a las fuerzas de seguridad y el espionaje de las "herramientas apropiadas" a fin de defenderse del terrorismo, le había concedido poderes extraordinarios.

Esto es correcto en parte y miente en su dimensionada independencia ya que los tres  núcleos básicos del gobierno actuaban de común acuerdo: el Departamento de Estado justificaba las torturas y negaba la convención de Ginebra; el Departamento de Defensa amparaba el proceso a través del uso militar y la CIA era financiada en su mecanismo de tortura y estrategia consolidada de cárceles al exterior e interior (pues no se puede descartar que en la Nación se flagela permanentemente). Lo cierto es que el Director de la CIA depende del Director Nacional de Inteligencia y éste se vincula directamente al Congreso y la Presidencia.

Por tanto, se disfraza la realidad intentando exculpar al mandatario y entregar toda la responsabilidad a un “súper estado” que actúa por sí sólo.

  1.  Este informe se presenta ad portas de una próxima elección presidencial donde Obama y su partido perderían la elección con Hillary Clinton o Joe Biden.

La idea es que la gente crea que Obama es un presidente honesto, opuesto a la tortura y que si de él dependiera nunca habría existido. Esto con el fin de mejorar su imagen de pacifista y ponerlo al nivel de un Nobel de la Paz, lo que no ha logrado, pues se lo identifica con la guerra y el genocidio.

La reciente debacle del partido demócrata y las cifras en descenso del mandatario auguran un fracaso político. La jugada que puede parecer incoherente al mundo al permitir que se sepa que un país tortura, no lo es tanto al mostrarla y pretender la purificación, lo que puede otorgar el mando nuevamente a este partido.

El informe no es gratuito, tiene límites y no establece responsables directos.

  1.  No se señala la situación humana ni política de los presos en detención forzada.

El informe no detalla la realidad que han comentado los presos llegados a Uruguay, donde se ve cómo su vida fue negada como método de sufrimiento y alienación, explicando cómo su personalidad era destrozada. Las formas de captura y la inexistente sindicación probada demuestran que la ley internacional, los códigos de guerra, la humanización, son criterios sobrepasados absolutamente.

Permitir la comprensión y el significado de la tortura no fue conveniente para el informe pues los presos son objetos desechables. Lo que se cuestiona es la metodología que se extrema, no así las "técnicas mejoradas", borrando la esencia humana de personas que fueron privadas de su libertad, sin proceso, acusados sin fundamentos usualmente, torturados y desaparecidos, exceptuando los casos en los que les fue imposible ocultar las detenciones.

 

  1.  Se evade identificar responsables físicos e intelectuales de esta acción, por motivos de "Seguridad Nacional".

La idea que se propone es no identificar a nadie que fue cómplice, ni personas, autoridades o países, con el fin de "higienizar" el contenido. Así se cumple el objetivo de denunciar sin denunciar efectivamente, que es lo pretendido.

Por el contrario, varias voces claman por la sanción ejemplarizante. Incluso la ONU ha considerado que debe castigarse a los responsables, aunque no posee ningún mecanismo que utilizará con plena convicción pues mientras esté sometida a quienes trata de acusar no podrá realizar su labor. Si hubiese sido un gobernante de países débiles, que no se prestara a seguir los dictados de las potencias, v.g. Yugoslavia o Libia, seguramente ya hubiera recaído la sanción más alta.

La prensa está colaborando ampliamente en esta propuesta en la medida que se informa sobre hechos y no analiza la repercusión y la persecución internacional debida a quienes son creadores de estos proyectos demoledores. Es la alianza tradicional. El Departamento de Estado en asocio al Departamento de Justicia ha dado por cerrado el caso pues afectaría a la Seguridad Nacional profundizar en ello, y ya entregado el documento, consideran que se ha cumplido con el proceso transparente.

Lo que no se ha hecho público es que John Kiriakou, agente de la CIA que participó del "Programa" y denunció la tortura, se encuentra preso y es prácticamente el único responsable de todo lo sucedido.

 

  1.  La tarea sucia de las intervenciones, desestabilización, asesinatos selectivos, es entregada a la CIA.

La CIA es encargada de la tarea sucia del gobierno estadounidense y existe una relación directa entre Presidencia y Agencia. La CIA propone y la Casa Roja autoriza lo hecho. Su técnica es omitir todo aquello que permita esclarecer la verdad completa, integral, es decir, que afecte de manera radical a sus autoridades. Una situación diferente es desligar un gobierno que se ufana mundialmente de promover el "mundo libre" y otra hacer lo contrario sin que se conozca, con el fin de sostener un rostro ético.

La CIA es una oficina nacional e internacional que provee la política represiva del gobierno estadounidense con aporte de información sobre inteligencia, operaciones paramilitares encubiertas, lucha contra actividades disfuncionales a la autoridad legal y al sistema neoliberal, provisto de los mecanismos tecnológicos más recientes (tal como lo explica incluso Wikipedia). Es responsable de la ejecución de personalidades, ocupación de naciones, masacres, golpes de Estado, financiación a sectores desestabilizadores (en asocio con USAID a ritmo de hip hop), vigilancia en espectros particulares y masivos, practicando dichos métodos con opositores al gobierno. Se debe hacer mención especial al entrenamiento y puesta en acción de grupos terroristas, protegiendo su coexistencia con niveles reservados de táctica militar, sin desconocer la experimentación con seres humanos y la cooperación con el mercado de las drogas en América Latina y Afganistán especialmente.

La conclusión es evidente: es un organismo legal que trabaja extraoficialmente recibiendo órdenes desde el más alto cargo, pues tiene que ver con una política estatal que no puede desarrollarse sin supervisión permanente.

  1.  El informe coopera en agudizar el terror en la población estadounidense con el fin de someterlo y promover la guerra.

Al respecto, cabe anotar que una de las primeras funciones de las élites transnacionales ha sido mantener al pueblo estadounidense lleno de miedo, manejándolo a través de las emociones y dejando de lado el razonamiento, por cuya razón los últimos estudios indican que la programación de temor ha dado resultado pleno: el último sondeo de Fox News sostiene que más del 80% de estadounidenses están seguros que el grupo terrorista Estado Islámico atacará a su país en un futuro cercano y el 59% opina que si Washington captura a sus miembros, debe enviarlos a la cárcel de Guantánamo (Cuba), en vez de centros de detención dentro de su territorio. Así, un ciudadano desconfiado, aquejado de temores producto de los medios que incrementan su odio y angustia en forma de inseguridad, puede ser controlado eficazmente.

Lo que no se dice es que la realidad es diferente a la percepción: dentro del país existe una ola de indignación alta, reprimida, junto con una violencia que sobrepasa los índices conocidos en numerosas naciones latinoamericanas y que son ocultados al mundo. Esta puede ser la detonante que explote próximamente y que debe inquietar a la población.

  1.  La tortura es histórica. Continuará con mayores y sigilosos esfuerzos pues se considera justificada.

El Acta de Seguridad Nacional en 1947 permite la creación de la Central de Inteligencia Americana y la faculta para su actividad legal y extralegal. Por tanto, mientras no sea revaluada, existe y funciona. El informe  provocará una revisión de los mecanismos empleados, el establecimiento de procedimientos más reservados y la obligación de ser más eficaces en su "producción técnica". Los conflictos actuales creados artificialmente por Estados Unidos demandan una labor mucho más fuerte y consistente para no fracasar en la política militar y financiera.

Al respecto, se ha evitado contar toda la historia, por ejemplo, que existen cárceles flotantes y que no son sólo una ficción como algunas películas lo demuestran: el número de torturados superan 80.000 personas, como lo confirma Thierry Meyssan. Tampoco se hace público que la gente apresada es sodomizada con escobas, violada por sus carceleros y sometida a descargas eléctricas en el cuerpo y órganos genitales.

La tortura ha sido aplicada desde el inicio de la CIA destacando hitos como la guerra de Vietnam donde se masacraba experimentalmente y en Irán con el reinado del Sha, Reza Pahlevi, provocando que miles de personas posterior al suplicio fueran ejecutados políticos o desaparecidos, sumando sólo entre Argentina y Chile más de 40.000 personas. El proceso continuará pese a los mea culpa, a no ser que el mundo pueda detenerlo con su conciencia y convicción.

  1.  No se ha indicado claramente los “socios”, ni los autores intelectuales  y materiales de las torturas internacionales y nacionales.

Los gemidos del presidente de Polonia, horrorizado porque el gobierno estadounidense lo había traicionado, manifestaban que ya no podía tener confianza en la CIA… aunque no negaba que él era parte de un complot internacional para torturar, ni rechazaba su aceptación de una cárcel secreta en su propia nación, lo que constituye traición a la patria.

España tiene una larga tradición de tortura junto con Turquía, Arabia Saudita, Alemania Federal, Inglaterra, Francia, entre otras naciones del "mundo libre"; Suecia queda en entredicho con el "premio Nobel de la Paz" mientras subrepticiamente apoya la tortura junto a todos los países que en forma de colusión auspiciaron el tráfico ilegal a través de aeropuertos clandestinos. Actualmente, organizaciones de derechos humanos, dirigentes soberanos, los pueblos del mundo, exigen castigar ejemplarmente a los presidentes Bush y Obama por su autoría intelectual, a las altas autoridades partes del complot y a los actores materiales de las torturas, realizando una investigación profunda que lleve a finalizar la práctica de la tortura al ser considerada un atentado a la esencia humana. El grave problema es que el "Mundo Libre" está firmemente comprometido con este flagelo y de ellos no se puede esperar honestidad para castigarla.

El destacado intelectual Atilio Barón en su trabajo "El imperio y la legitimación de la tortura", mostraba nítidamente el mapa de los cómplices: “Sin embargo, es sabido que para perpetrar estas violaciones a los derechos humanos Estados Unidos habilitó numerosas cárceles secretas en Polonia, Lituania, Rumania, Afganistán y Tailandia; y contó con la colaboración de países como Egipto, Siria, Libia, Paquistán, Jordania, Marruecos, Gambia, Somalía, Uzbekistán, Etiopía y Djibouti para realizar sus interrogatorios, a la vez que algunas ejemplares “democracias” europeas, como Austria, Alemania, Bélgica, Chipre, Croacia, Dinamarca, España, Finlandia, Irlanda, Italia, Lituania, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania y Suecia, amén de otros países extraeuropeos, colaboraron en facilitar la entrega y traslado de prisioneros a sabiendas de lo que les aguardaba a esas personas”.

Hay que saber con certeza que el número de torturados no es sólo de 119 como se intenta mostrar sino que es inmenso y su historial es cruelmente impactante. Si en Afganistán solamente se denuncian 700 personas torturadas y en Irak 18.000, el espectro es impactante y no puede ser olvidado.

Así, el teatro de operaciones ahora es completo y tras los bastidores se mueven los títeres y sus ejecutantes: correr el telón permite comprender desde la estrategia narrada los fines esenciales. Por ello, para cumplir los objetivos trazados por las Corporaciones Transnacionales no sería útil la pregunta realizada por Oglis Ramos: ¿Realmente lo que se pretende con el informe es provocar ataques a los intereses de Estados Unidos para reimpulsar la política de seguridad global estadounidense?

III. Acciones que ocurrirán a partir de este informe.

No se detendrán los procesos en marcha, sino que permitirá una reflexión para las élites transnacionales, especialmente sobre cómo se debe manejar en adelante la intervención vigente en su estrategia de dominación y disimular ingeniosamente los aspectos que puedan detener sus intereses. En este sentido, se continuará insistiendo en que el atentado de las Torres Gemelas fue provocado por Bin Laden e Irak, evitando confrontar las evidencias que marcan banderas falsas tanto en el 11 de septiembre y la muerte supuesta del líder.

Complementariamente, se validará lo realizado en aras del bien supremo de la Nación, exculpando a Obama de lo sucedido actualmente, "ajustando" la tortura  al rol de la CIA. También se agudizará en esta coyuntura geopolítica su readecuación a nuevas formas de trabajo debido a los errores graves que ha demostrado, pese a la propaganda fílmica que la muestra como exitosa plenamente.

No se procesará a los torturadores. Por el contrario, deben ser exaltados como Cheney lo ratificó en la cadena NBC: "Estoy perfectamente convencido: los agentes deben ser glorificados, deben ser condecorados".

Las razones  ocultas están en que el Directorio (Corporaciones financiero-militar) ha  ordenado a Barak Obama que archive el proceso, so pena de ser destituido legalmente o a través de la desestabilización interna. A esta tendencia se unirán los Medios tradicionales que tergiversarán el informe haciéndolo parecer mucho menor de lo que es e identificando al socialismo, los rusos, Irán, Venezuela, como aún más temibles. Es decir, la realidad será contada a medias y falseada.

Esto es indicativo que se intensificará la  silenciosa y pública guerra interna y externa.

  1. Consideraciones finales.

La exposición anterior conduce a una reflexión profunda sobre la conducción del mundo y el uso de la tortura como instrumento propio de la "inteligencia". Cabe mencionar que según algunos comentaristas, Estados Unidos y Europa neoliberal se basaron en el trabajo de Roger Trinquier, La Guerra Moderna, y el Manual Kubark de Interrogatorio de la Contrainteligencia (elaborado por la CIA en 1963 y "extraviado"), ejemplificadores documentos para las dictaduras de América Latina y el mundo.

Lo que no se ha revelado es fundamental: ¿seguirá la política de tortura constantemente? ¿El Directorio ordenará intensificar la guerra "fría"? ¿Continuarán los medios occidentales encargados de nuevas funciones mitificadoras? ¿Serán ocultados y protegidos los torturadores y las agencias que proveen "el servicio"? ¿Existe un gobierno paralelo al presidencial? ¿Castigará una Corte Penal a Obama y Bush por estas acciones?

Preocupante son quienes confirman su validez y legalidad, negando la veracidad del informe, tal como lo ha hecho el director de la CIA, el vicepresidente de EE.UU., y James Mitchell, uno de los dos psicólogos contratados para apoyar las "interrogaciones" denunciadas. Michael Hayden (otro ex Director), ha planteado que no es segura la precisión histórica del informe, agregando al diario Wall Street Journal: "Los líderes de Al Qaeda no han logrado hacer otro ataque en nuestras tierras desde hace 13 años, a pesar de tener un gran deseo de hacerlo. Las agresivas políticas y programa contra terroristas de la CIA son responsables de eso".

Pese a estos desmentidos, sólo se ha comprobado lo que se sabía aunque hoy existe mayor claridad sobre qué países colaboran en esta práctica de la tortura, lo que los deja por fuera de toda opinión sobre Derechos Humanos, excepto para reconocer su culpabilidad o complicidad. Identificarlos es tarea diaria en todo medio de información alternativo.

Otra parte "misteriosa" es que la tortura es una política estadal desarrollada desde los años 20 del siglo pasado con total aceptación del Departamento de Estado, que las órdenes del Directorio son continuar  de manera más reservada, cambiar la versión a nivel de los Medios de tal modo que sea legalizada con base en la defensa de la vida, poner a los presos como temibles sujetos de baja calaña dispuestos a degollar ciudadanos, dirigir los esfuerzos a equilibrar los "crímenes del socialismo" con lo realizado por la Casa Roja, validar la acción de la CIA aunque "mejorando los mecanismos de trabajo", entre otros elementos no mencionados. Las razones tampoco han sido explicitadas y van más allá de la seguridad nacional pues están supeditadas a una Corporación que equivale a la organización de las élites transnacionales.

Cuando un país promotor de la tortura cuestiona a otros en Derechos Humanos, (como es el caso de las sanciones a Venezuela o Cuba),  cabe sorprenderse de la hipocresía en tal alto grado o se debe reconocer que sus criterios sobre el fin como justificante de los medios son principios irrenunciables de gobiernos neoliberales: asilar, financiar, proteger, no extraditar terroristas, delincuentes comunes o políticos, todos extranjeros que viven en Estados Unidos, quita absolutamente el peso ético a sus declaraciones. Respecto al desconocimiento de Obama de todo lo que pasaba a sus espaldas, se aplica la frase: "un elefante se metió en su casa y no se dio cuenta". ¿Cómo no iba a conocer la verdad si John O. Brennan fue director adjunto de la CIA (2001-2005), director del Centro Nacional Antiterrorista y gestor del programa de torturas? ¿O nunca supo que él lo nombró en 2009 su Consejero y director de la CIA en 2013?

Por tanto, las sanciones a diversos países soberanos por parte del Congreso estadounidense, ha sido rechazado por el mundo verdaderamente libre y cada vez en aumento, recogiendo las palabras del ALBA, que manifiesta que de tomar acciones desestabilizadoras o amenazantes en contra de países latinoamericanos, un cuerpo de naciones soberanas actuarán en consonancia con la agresión

Habrá que ver si el Comité contra las Torturas de la ONU, así como el Grupo de Detenciones Arbitrarias y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos del organismo multilateral, son complacientes o realmente se comprometen a sancionar los responsables.

Finalmente, cuando la Comisión Europea llama a "meditar" en esta "etapa positiva" sobre el informe, subyace la pregunta fundamental sobre si quienes son cómplices castigarán a sus socios en el complot para torturar seres humanos. No sin motivo, el gobierno inglés llamó al Departamento de Estado para eliminar referencias propias en el escrito. Esta verdad debe ser clara a las naciones autonómicas para insistir en la denuncia, la penalidad y el nuevo rumbo del mundo realmente humanizado.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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