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Los protocolos de la muerte

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Los protocolos de la muerte

28 de junio de 1914. Un joven serbio llamado Gavrilo Princip, perteneciente al grupo nacionalista 'mano negra', asesina al archiduque de Austria Francisco Fernando y a su esposa en la ciudad de Sarajevo, alrededor de las 11 de la mañana. El hecho conocido como 'el asesinato de Sarajevo' fue, en opinión de muchos historiadores, el detonante principal de la Primera Guerra Mundial.

La crisis económica mundial de 1929 conocida como 'la gran depresión', fue la más larga y dolorosa para las economías mundiales, y su duración abarcó poco más de una década. Miles de familias quedaron sin trabajo, casa y virtualmente sin nada, no sólo en los Estados Unidos, sino en muchos países alrededor del mundo. Una vez más, el esfuerzo de la gente común y corriente, sumado a sus miedos, elevaron exponencialmente los bolsillos de unos pocos.

Tras el fracasado golpe de Estado en julio de 1936, detona la Guerra Civil Española. Sus dramáticas consecuencias serían la antesala o una suerte de ensayo general de otro conflicto mucho más grave y sangriento, que involucraría al mundo entero.

Septiembre de 1939. La operación 'Fall Weiss' es ejecutada por el ejército alemán al invadir los territorios polacos, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial, considerada el conflicto armado más grande y sangriento de toda la historia humana. Seis años más tarde, tras la derrota del tercer Reich de Hitler a manos de los aliados, finaliza el conflicto bélico. El mundo queda así dividido en dos ideologías o súper bloques: el Comunismo de la Unión Soviética y el Capitalismo industrial de los Estados Unidos. Esto da origen a otro triste período en la historia reciente de la humanidad: La Guerra Fría, que arrancó en 1945 y concluyó en 1991.

Sin duda, se trata de momentos de la historia que nos gustaría borrar a todos. No obstante, hay una pregunta que todas las generaciones desde entonces y hasta nuestros días se han hecho y repetido mil veces: '¿Por qué ocurrió toda esta tragedia?' Y con toda razón y justicia, van más allá: '¿Es que acaso pudo ser evitada?', '¿Y si hubo una posibilidad, por qué no se hizo?', '¿Intervino una fuerza o poder oculto, como creen muchos, en los eventos descritos más arriba?'

Por cierto, existen muchas respuestas a estos interrogantes, dependiendo de quién las formule y de qué lado de la balanza se sostengan. Ríos de tinta se han escrito al respecto en las páginas de la historia. Todos defendiendo sus tesis con ahínco y vehemencia, exponiéndola como la verdad de lo que ocurrió pero, ¿qué es la verdad? La verdad es que la historia la escriben los ganadores, reza un aforismo de dudosa procedencia. Con vuestro permiso, me gustaría enmendar ésta máxima diciendo que 'la historia es la consecuencia de conspiraciones urdidas en las sombras, mucho tiempo atrás'.

Al menos Benjamín Disraeli estaría de acuerdo conmigo, cuando dijo que “el mundo es gobernado por personajes muy diferentes de los que se imaginan aquellos que no están tras bambalinas”. En realidad, los primeros conspiradores que conocemos al venir a este mundo son nuestros propios padres. Y aunque convendremos que ciertas cosas deben ser conocidas en su momento, muchos de esos momentos pasan y dejan cosas que traen más 'cosas' a las dudas existentes y que ya tenemos preconcebidas. Entonces, ¿qué ocurre en el mundo actual? La duda persiste en los corazones y mentes de todos.

De alguna manera… intuimos que no nos están diciendo toda la verdad. ¿Es necesario entonces, salir del contexto cotidiano e indagar en aquello que la ciencia ortodoxa crucifica o ignora, e ir un paso más allá? Veamos si tendremos la valentía de hacerlo después de terminar el presente artículo.


Edición de 1912, 'Lo grande en lo pequeño' que incluye los protocolos. En los símbolos ocultistas podemos leer: 'en esto venceremos'; 'la marca del anticristo'; 'Tetragramatón'; 'INRI'; 'Tarot'; 'Gran misterio', etc. Fotografía: Wikipedia.

 


Serguéi Alexandrovitch Nilus, autor de los protocolos. Fotografía Wikipedia.

Imaginen la reacción de las personas de Europa, y luego del mundo entero, cuando en el año 1903, un periódico de la ciudad de San Petersburgo llamado 'Znamia' ('Estandarte') publicó una serie de capítulos entre los meses de agosto y septiembre de un extraño texto de origen anónimo titulado 'Programa judío de conquista del mundo'. Dos años después se publicó un solo folleto que llevaba por título 'El origen de nuestros males'. No fue hasta 1905 que el ruso Serguéi Alexandrovitch Nilus publica su obra 'Lo grande en lo pequeño: el anticristo como posibilidad política inminente. Escritos de un ortodoxo'. Desde entonces, este ejemplar es conocido como 'Los protocolos de los sabios de Sión', tal vez uno de los libros más polémicos de nuestra historia reciente.

En esencia, el texto versa sobre el control de los medios de prensa, de la política y la economía mundial; todos los anteriores trabajando codo a codo en una clara agenda vil y satánica que haría palidecer al mismo Maquiavelo, en pos de la dominación mundial ejercida por los judíos, quienes maquinarían en el anonimato de las corporaciones, instituciones de todo tipo, gobierno y religiones, con el concurso de sociedades secretas como la masonería. No importan los medios para lograr tal objetivo, ya que su sola causa y finalidad los justifican.

La idea es destruir el mundo tradicional, occidental y cristiano tal y como lo conocemos. Los protocolos no son de fácil asimilación y al mismo tiempo parecen hablar de muchas cosas a la vez y sin un orden lógico en cuanto a los tratamientos de los temas, lo que indica que puede haber sido escrito a toda prisa por un secretario de turno que tomaba notas 'a la rápida'. Quienes analizaron el texto en esos años, llegaron a la conclusión que los protocolos eran la filtración de los apuntes que habrían servido para elaborar la memoria de las reuniones secretas del Congreso Judío de Basilea en 1898. El narrador de los protocolos denomina a los pueblos cristianos con nombres hebreos y de carácter despectivo, tales como 'gentiles' y 'Goim', que significa 'ganado'. Sus páginas hacen alusión al próximo gobierno del sionismo sobre todo el planeta y revela además su infiltración en las filas de la masonería que, controlada por el despotismo judío, se habría hecho ya con gran parte de las políticas económicas, sociales y religiosas de los gobiernos occidentales. En nuestros días, es aceptado que los protocolos serían una copia de diversos escritos políticos, pero la teoría más aceptada es que el texto sería obra de la Ojrana, la policía secreta del zar de finales del siglo XIX.

Como lo hablado en el congreso judío de Basilea no es de conocimiento público, algunos investigadores sugieren el nombre de Theodor Herzl, principal orador de aquel encuentro, como autor intelectual de los protocolos. Y otros ven en los protocolos el plagio evidente en la obra 'Diálogo en los infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu', escrita por Maurice Joly. Como sea, al leer y al analizar los protocolos contrastándolos con los acontecimientos actuales, resulta alarmante cómo la mayoría de ellos son tan parecidos a los sucesos de los últimos dos siglos de historia. Y Aunque todos los involucrados y/o presuntos involucrados no hacen más que apuntar su dedo acusador uno contra otro, da lo mismo si el texto fue o no escrito por judíos, Nazis, comunistas, liberales, cristianos, mormones, ateos, satánicos o quien sea; es el contenido por sí mismo que estremece y hiela la sangre de quienes buscan vivir procurando el bien propio y común construyendo un mejor futuro para sus hijos.

Una cosa es segura: los protocolos son muy escasos en las librerías, es decir, su edición es bajísima. Es necesario encontrar publicaciones que daten de 1920 en adelante. En nuestros días es posible encontrar su publicación en Internet bajo el mote de 'teoría de la conspiración'.

Revisemos la agenda de los protocolos desde el punto de vista social, político, económico y religioso y contrastémoslo con algunos hechos de la historia reciente. En el campo de la política mundial, el protocolo número X, párrafo 1 dice: “la discusión del poder, libertad de palabra y prensa, libertad de conciencia, el derecho de asociación, igualdad ante la ley, la inviolabilidad de propiedad y domicilio, los impuestos y la fuerza retroactiva de las leyes. Todas estas cuestiones son de tal naturaleza que nunca se deben tocar directa y claramente delante del pueblo.” Si ponemos atención, en muchos congresos a lo largo y ancho del planeta, los debates son interminables e insufribles. Muchos de ellos terminan en violencia, divagan sobre problemáticas que no representan cambios sustanciales a los intereses de las personas y en otros casos, las cámaras se encuentran casi vacías. Sin embargo, las personas o el pueblo son tan maleables que observarlos resulta sobrecogedor.

El siguiente protocolo tiene mucha razón en ello: “el pueblo tiene en gran estima por los genios políticos. Por eso replica ante todos sus actos de violencia con exclamaciones tales como: ¡Es un canallada vil… pero que hábil y que bien hecha!; con cuanta osadía” (protocolo X, párrafo 2). La gente dice estar en contra de la política, que no les importa mayormente y que no se inmiscuye en ella, sin embargo vota por los candidatos de cualquier bando, que exponen lo que sus ideales desean escuchar… “¿para qué creen que hemos inventado he inspirado a los cristianos toda esta política sin dejarlos comprenderla?" (protocolo XI, párrafo 8).

Los noticieros y la prensa escrita tradicional reducen cada vez más sus redacciones y parece que no hubiera más cabida en sus informativos y crónicas que hechos de sangre, muerte, frivolidad, seudo ciencias y pasatiempos del corazón. Es al menos curiosa la noticia en donde se decía que el gobierno chileno es el Estado con más cargos de ministros judíos en el mundo: “nos serviremos de la prensa para crear egoísmos partidarios, encender las pasiones, difundir mentiras de todo tipo. La prensa es vana y el pueblo no comprende su utilidad”; (protocolo XII, párrafo 2). El nuevo descalabro económico que el mundo está todavía viviendo y que originó en el problema de las hipotecas en Estados Unidos ha desposeído de sus hogares a miles de personas en ese país, mayoritariamente, gente de raza negra y latina, entre otros. El gobierno estadounidense, en vez de ir al rescate de las personas que se han quedado sólo con lo que llevan puesto, ha ido al rescate de las mismas empresas que maquinaron la debacle; “no dudaremos en confiscar la propiedad, si de éste modo podemos conseguir sumisión y poder”; (protocolo I, párrafo 17).

La secularización progresiva a nivel mundial en las escuelas y la nula enseñanza de principios religiosos, de cualquier tipo, ya son parte del pasado. Sistemáticamente los gobiernos republicanos han ido transformando la verdadera educación en adoctrinamiento… y en comercio; “excluiremos de las escuelas tanto el derecho civil como el derecho político”; “la universidades no deben avalar simplones con intereses políticos y proyectos de reformas. Los graduados no deben entender la política más que lo que saben sus propios padres”; “reemplazaremos todo el estudio de la historia por el estudio del porvenir y borraremos de la memoria de los hombres todos los hechos y el saber de siglos pasados que no sean agradables y que no nos convengan”; “Nos ha sido preciso permear su educación de calamitosos principios para aniquilar el orden social”; (protocolo XVI, párrafos 2, 3, 4 y 5).

En materia Económica, el aumento de protestas y desórdenes populares a causa de las insuficientes oportunidades laborales, agresión a inmigrantes, el aumento de los impuestos y la rebaja de los salarios mantienen un clima de constante pugna en la mayoría de los países 'ricos' del planeta: “crearemos una crisis económica general con la ayuda del oro. Simultáneamente, echaremos a las calles de toda Europa multitudes de desocupados”. (Protocolo I, párrafo 14); “la lucha por la supremacía y los choques en el mundo de los negocios crearán una sociedad desencantada, egoísta y sin corazón. La sociedad sentirá indiferencia por la religión y repugnancia por la política. Su guía será el cálculo y su culto la pasión por el oro”; (protocolo IV, párrafo 5).

Desde que comenzaron las masivas privatizaciones de empresas a nivel mundial, vemos cómo en la mayoría de los países las multinacionales le ganan más terreno al Estado. Incluso el patrimonio de algunas de ellas, sobrepasa tranquilamente el capital del Estado de varios países; “El capital debe monopolizar la industria y el comercio. Tal ventaja les proporcionará poder político a las industrias y el pueblo acabará siendo sometido”, (protocolo V, párrafo 10). “Estos monopolios devorarán el patrimonio de los cristianos junto con el crédito de sus gobiernos cuando produzcamos la catástrofe política” (protocolo VI, párrafo 3); “Para arruinar la industria de los gentiles y activar la especulación, favoreceremos el amor al lujo”, (protocolo V, párrafo 7); “desorganizaremos la producción, inoculando la anarquía entre los obreros y habituándolos al alcohol”, (protocolo V, párrafo 8). “Para no despertar las sospechas de los cristianos con respecto a nuestra política, es preciso entretenerlos y llamar su atención del lado del comercio y de la industria. “Hemos producido crisis económicas entre los cristianos con el fin de retirar el dinero de circulación”, (protocolo XX, párrafo 14). “¡Cuán evidente es la sinrazón en los cerebros primitivos de los cristianos! No piensan que tarde o temprano tendrán que pagarnos con los recursos del país”, (protocolo XX, párrafo 32).

El ámbito religioso es tal vez uno de los puntos más arteros y carente de principios humanos de los protocolos de Sión. “Es preciso arrancar de los corazones de los cristianos la concepción misma de dios, sustituyéndola por cálculos aritméticos y por la necesidades materiales de la vida”, (protocolo IV, Párrafo 4). “Hemos logrado desarticular a los cristianos y gentiles, enfrentando a los unos con los otros en sus cálculos individuales y nacionales, con odios religiosos y étnicos que llevamos alimentando veinte siglos” (protocolo V, párrafo 7). “Teniendo así habituada a la gente a la idea de su propio valer, acabaremos con la importancia de la familia cristiana y su valor educativo”, (protocolo X, párrafo 7). “Ya hemos tomado medidas para desacreditar a los sacerdotes cristianos y desorganizar así una evangelización que nos resultaría molesta. Su influencia disminuye día tras día. La libertad de conciencia se proclama por todas partes. Por lo tanto, estamos a unos pocos años de de la ruina de la religión cristiana”, (protocolo XVII, párrafo 4). “Cuando llegue el momento de acabar con la corte papal, una mano invisible guiará al pueblo. Entonces, nos presentaremos como defensores que no desean el derramamiento de sangre. Por este medio nos introduciremos al interior de la iglesia y no saldremos hasta que la hayamos arruinado completamente.

Los planes de dominación mundial no paran aquí. Esto es tan sólo un vistazo de lo que se puede hacer cuando existen emociones –no sentimientos-, emociones descontroladas de ambición, poder y odio por el resto que piensa diferente. El texto completo de los protocolos lo pueden leer íntegramente aquí. Repito: poco importa el nombre de los desalmados de turno que aparezcan como posibles causantes de tanta maldad. Sin embargo, estoy convencido de que esos poderes ocultos son los que planifican y elaboran las más crueles agendas; aquellos que han suplantado a dios por un reinado despótico convirtiéndose en un grupo que pretende la hegemonía completa de todo y de todos.  

Sino, cómo explicar hechos tan nefastos para toda la humanidad como el magnicidio, atentado y como lo demuestran las investigaciones independientes, bien urdido y maquinado 11-S en Nueva York, centro social y económico del país con el mejor armamento y tecnología… “Siguiendo el camino pacífico, nuestro Estado habrá de sustituir los horrores de la guerra por ejecuciones discretas y diligentes, necesarias para mantener el terror y producir una ciega sumisión”, (protocolo I, párrafo 18). Tal vez en esta sentencia podamos tener alguna respuesta para éste y muchos otros sucesos de sangre de los últimos 250 años de historia mundial.

Por otro lado, también podamos pensar: ¡Hey!, no pasa nada; son sólo teorías conspirativas; algo que se le ocurrió a un loco, de los cuales hoy en día parece (?) haber tantos. Así es que la consigna sería a no preocuparnos y vivir la vida”; Pero estoy seguro que al igual que yo, ustedes tienen las mismas preguntas: ¿Qué tipo de vida es la que actualmente vivimos?; ¿Somos más felices con las cosas que compramos?; ¿Disfrutamos de un renacimiento de las artes y la cultura en la actualidad?; Mientras reflexionamos en todo lo anterior, les dejo, a manera de conclusión, algo que tal vez puede a ayudarles a iluminar sus conciencias: “El objetivo principal de nuestro gobierno invisible es debilitar el pensamiento público mediante la crítica. Debemos hacerles perder el hábito de pensar porque la reflexión engendra oposición”, (protocolo V, párrafo 2). Como siempre, sean ustedes los jueces.



Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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