¿Has perdido la fe últimamente?

Cuando las últimas noticias no saben hablar más que de la futura guerra que Estados Unidos liberará contra Irán; cuando la injusticia social crece por doquier fomentada por la usura de los bancos y poderes ocultos, desmembrando la voluntad y esperanza de millones de seres humanos del planeta; cuando la idiotez y la decadencia son presentadas a diario por las pantallas de nuestros televisores como “relajo para el espíritu”; cuando los gobiernos y políticos, simulando oposición entre sí con el fin de darle tranquilidad al electorado mundial, no hacen lo que prometen y por el contrario, levantan una extraña forma de hacer política y emprenden vientos de guerra contra naciones hermanas, solo para fomentar la agenda secreta de los poderosos invisibles… cuando el aire, el agua, la tierra, incluso la flora y la fauna parecen revelarse contra nosotros por el trato insano y lamentable que le damos… cuando consientes de todas estas cosas todavía  no somos capaces de revertirlas, sin duda es porque hemos olvidado el mensaje… el gran mensaje.

He aquí una historia trivial: el nacimiento de un bebé en la franja de gaza y otro en el seno de una familia de famosos actores de Hollywood. Quiero hacerles una pregunta casi lógica: ¿Cuál de los dos bebés creen que tiene más suerte? Si creen que el de la pareja de actores ricos estadounidenses, error. Si piensan que el bebé palestino, error también. Y si creen que ninguno de ellos tuvo suerte de nacer en esta tierra, pues felicidades, porque tu respuesta es idéntica a la de la mayoría de los seres humanos de hoy a esta y acualquier  otra historia sencilla como esta. Lo más probable es que sientas que las fuerzas te abandonan, que la vida ya no tiene significado, o tal vez puedas pensar y/o opinar a la vez, que de todo lo malo que sucede en el mundo, que ese trabajo que nunca llega es porque tienes mala suerte, que las cosas que quisieras para ti y tú familia son casi inalcanzable, que vez como alguien querido sufre por una enfermedad extraña la cual además no puedes pagar y que sabes que no tiene cura, es porque el mundo es injusto, una mierda o porque Dios se olvidó de nosotros, lo que lleva a pensar que Dios no existe, es porque tal vez perdiste la fe, ¿la perdiste?

Personalmente me gusta llamar a la fe confianza y, ¿qué es la fe?, podrías preguntar. Lo siento. Este artículo no tiene por objetivo enseñarte qué es. Muy por el contrario, estas palabras son solo un susurro, una insignificante insinuación de lo que hemos olvidado y casi perdido: ¡la fe [confianza]! Aunque estoy seguro que muchos podrán estar en desacuerdo, hace 2012 años atrás, la tierra, nuestro planeta estaba de fiesta sin saberlo, todo por el nacimiento de un pequeño e inocente niño. Ese niño se convirtió en un hombre Dios y nos regaló algo que ni siquiera en nuestros días podríamos imaginar. Hablando de los últimos 20 o 30 años atrás hasta hoy, la figura de Jesús de Nazaret ha causado más polémica que nunca: que vivió en cachemira, lugar al que huyó en secreto después de haber sobrevivido al terrible flagelo de la crucifixión y que habría tenido descendencia con María Magdalena; que ciertos exegetas consideraban que durante los tres primeros siglos de nuestra era el Mesías estaba representado en la figura de Juan el Bautista, mientras veían en Jesús a "un rebelde que traicionaba doctrinas secretas"; que Jesús tenía un hermano gemelo; que Jesús no fue nada más que un simple profeta y que los apóstoles crearon el mito de la resurrección; que seudocientíficos dan [?] pruebas sobre el sepulcro de Jesús y tratan desde esta base explicar qué fue lo que sucedió con su desaparición; la aparición en los últimos cincuenta años de diversos manuscritos, libros apócrifos, inclusive evangelios completos como el de Judas de Iscariote que darían datos nuevos sobre la vida de Jesús, especificando, eso sí, que nada de lo escrito haría feliz a los fieles con respecto a una supuesta vida oculta y para nada heterodoxa de Jesús, y un largo etcétera. hasta la televisión israelí se burla del hijo del hombre.

Así es como la televisión israelí se burla de Jesús. Como siempre, sean ustedes los jueces.

¿Qué importa si la información sobre Jesús es verdadera o falsa? Después de todo, ¿Acaso alguien recuerda [yo, el primero] el mensaje del hijo del hombre? Puede que muy pocos. Lamentablemente así están las cosas amigos. Es por todo lo anterior que quiero compartir con ustedes un pequeño extracto de la renombrada novela de Juan José Benítez, Caballo de Troya III Saidan. Esto es para ustedes: para los que tienen dudas, para los que tienen miedo en el mañana, para aquellos que no creen sin antes haber visto, para los que no necesitan de iglesias, para los que perdieron la fe [Confianza]; para aquellos que piensan que golpear antes que el otro traerá la paz; para ustedes, que luchan todos los días por su familia; para los que no son tan tolerantes; para los que desearían hacer más pero las fuerzas al final del día les consume, para los que saben que hay más, mucho más de lo que realmente se les dijo que existía, para los que se sientes solos, tristes y/o solitarios, y para todos aquellos que muchas veces aguantan las injusticias y problemas sin decir nada. Estas son las supuestas palabras de Jesús:

“Todo se halla atado y bien atado. No vendas. No grites el nombre del padre. No obligues. No discutas. Cada cual, según lo establecido, recibirá “lo suyo” a su debido momento. No debes imponer, sino insinuar. Dios se ha sometido a tu voluntad. Él está en tu interior, humilde, silencioso y pendiente de tus deseos de prosperar mental y espiritualmente. Haz tú lo mismo. Entrégate a él. Abandónate en sus manos, deja que se haga su voluntad. El mejor regalo que se le puede hacer a Dios es hacer su voluntad. Hacer la voluntad del padre es confiar; es un estilo de vida. Es saber y aceptar que estas en sus manos. Que él dispone, que él dirige, que él cuida. Di: “es mi voluntad que se haga su voluntad”. Ese hombre, el que decide hacer la voluntad del padre, se llena y hasta sus más pequeños deseos se ven cumplidos. Es entonces que caes en la cuenta de que ya ¡no cuentas!, ¡no exiges!, ¡no precisas!, ¡no reclamas!“

“Quiero entregar al hombre un concepto más exacto de Dios… un Dios viejo y nuevo al mismo tiempo. Un Dios padre. Un Dios que no precisa nombre. Un Dios sin leyes escritas. Un Dios que no castiga, que no lleva las cuentas de tus obras. Un Dios que no necesita perdonar… porque no hay nada que perdonar. Un Dios al que puedes y debes hablar de tú a tú. Un Dios que te ha creado inmortal. Que te llevará de la mano cuando mueras. Que te invita a conocerlo, a poseerlo y, sobre todo, a amarlo. Un Dios, como tú haces con tu padre, en el que confiar. Un Dios que te cuida sin saberlo. Que te da antes de que aciertes a abrir los labios. Un Dios tan inmenso que es capaz de instalarse en lo más pequeño: ¡tú! ¿Dónde está ese Dios? ¿Dónde podemos encontrarlo? ¡Toca tu propio pecho…! ¡Sí, allí mismo, dentro de ti! ¿Pero cómo es eso?, puedes preguntar: todos los dioses están fuera. ¡Exacto! Solo la verdad está dentro. Por eso, cuando la encuentres, cuando descubras al padre, te hará temblar de emoción. Ese Dios se esconde en la experiencia. Y la experiencia es personal. Cada uno vive al padre a su manera. No hay normas ni leyes. Ese Dios trabaja dentro y lo hace a la medida de cada inteligencia y de cada voluntad. No pierdan el tiempo buscando en el exterior. No escuchen siquiera a los que dicen poseer la verdad. Nadie puede domesticarla y hacerla suya. La verdad, la pequeña parte que ahora puedes distinguir, es libre, dinámica y bella. Si alguien la encadena, si alguien comercia con ella, se aleja.

Mi mensaje, mi único mensaje es este: Dios es nuestro padre, en consecuencia todos los hombres son sus hijos, los que nos convierte en hermanos. La maldad y la injusticia solo desaparecerán cuando amen, no cuando haya amor. ¡Amen a sus semejantes! ¡Ámalos en la penuria y en la riqueza! ¡Ámalos aun cuando creas que están equivocados! ¡Ámalos, sencillamente!
 

¿Tal vez, no hacemos las preguntas correctas? ¿Por qué tantos debates sobre la vida de Jesús, si existió o no, si tuvo hijos o no? Claro que perdemos el tiempo elocubrando mil teorías que absurdas e inútiles y no hacemos las preguntas correctas: ¿Quién tiene el poder para montar todo esto? [La verdad o mentira sobre el hijo del hombre], y ¿Quién se beneficia de ello? Cierta persona me previno que si tengo la mala suerte de encontrarme con la verdad en la vida, que trate de huir, de alejarme de ella, y es que la verdad es una fuente de luz tan grande que simplemente no está a nuestro alcance, no todavía. Es por eso que trato como mucho, no planear nada más allá de lo que mi sombra es proyectada en el suelo, y en la medida de lo posible [aun sigo fallando] juzgar a nadie, como mucho a mi mismo. Siempre me he preguntado, ¿qué pasa con aquel hombre o mujer que tiene la dicha de conocerse a sí mismo en esta vida? ¿Dónde están? Me hace pensar en personas como Heidemarie Schwermer. Si aun piensas que la vida es injusta contigo, es momento que aprendas un poco más en los videos que aquí te presento. Estas palabras, todo este artículo, es también para mi, porque yo aun tengo mucho que aprender sobre todas estas cosas. Así que entonces, si juntos, si todos hemos de trabajar por un nuevo mundo libre de tanta injusticia, pena y muerte, tal vez es hora de que comencemos a cambiarlo íntimamente, que nadie sepa, que nuestra mano derecha no se entere de lo que haga la izquierda. Hagámoslo y después veamos que pasa. Tal vez todos podamos arreglar la vida del otro y ser un poco mejores, mientras esperamos su llegada.

Aunque este artículo fue escrito por mi mano, él fue en realdad quien lo dictó haciendo mover mi mano sobre el teclado. Que se haga su voluntad y no la mía. Como siempre sean ustedes los jueces.
 

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