Hace un par de semanas atrás pude finalmente darme un pequeño lujo al comprar cierto artículo “on-line”, sentado en la comodidad de mi apartamento, frente a mi computador personal y con sólo dar un par de sencillos clics. Resulta increíble que con pocos datos personales y más tu número de tarjeta de crédito, puedas comprar casi cualquier producto o servicio en cualquier parte del mundo, las 24 horas del día. De hecho, son pocos los países en los cuales la tecnología bancaria no este presente, ayudándonos “según ellos” a hacernos la vida más fácil y segura. Alegan que el mundo de las finanzas declara por fin estar preparado para conducir cualquier intercambio monetario utilizando la tecnología de los microchips y la moneda electrónica. Inmediatamente recordé haber recibido un e-mail anónimo en el cual me advertían del supuesto plan del demonio para hacerse con el control mundial de los gobiernos y las finanzas, engañando sistemáticamente a las personas con extrañas promesas de paz y auge en muchos sentidos de la vida social, política e inclusive religiosa en los países del orbe. ¡Lo sé, lo sé…! Pero qué hay en el fondo de todo ello, se pueden preguntar. Investigué relaciones y esto fue lo que encontré.
A principios de los años noventa del siglo pasado, hizo aparición en el mercado financiero la tarjeta mondex, desarrollada por el banco británico National Westminster Bank Plc. Su diseño incluía un microchip electrónico que permitirá almacenar los datos básicos del usuario: nombre, cédula de identidad, edad, entre otros datos de importancia para la entidad bancaria. Su finalidad era reemplazar al dinero circulante por dinero electrónico. A poco andar, se convirtió en el medio usado por millones de personas en el mundo en más de 75 países… Años más tarde, mondex sería absorbida por la multinacional Mastecard worldwide.
Desde entonces el sistema no ha hecho más que modernizarse y promete en breve, reemplazar definitivamente al papel moneda.
Por muy modernas, cómodas y versátiles que sean, las tarjetas igual pueden ser extraviadas, dañadas y robadas. Debido a este riesgo siempre latente y al constante bombardeo de los medios de comunicación (incluido éste), de noticias vinculadas a crímenes, robos, asaltos a mano armada, desfalcos, fraudes y un largo etcétera., me he enterado de que la última solución en seguridad propuesta por la banca sería la introducción al mercado de un nano-chip susceptible de ser implantado bajo la piel del usuario ligándolo físicamente con su respectiva tarjeta bancaria, anulando así la posibilidad de hurto o pérdida. El implante es parecido al que ya tienen los animales para fines de identificación.
Hasta aquí no he dicho nada que no este pasando. Comencemos entonces a “especular con inteligencia” como decía el celebre personaje de Sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes.
Las entidades ligadas a la banca y el sistema monetario y bursátil mundial, saben que las personas no aceptarán de la noche a la mañana reemplazar el papel moneda por uno electrónico y que tampoco aceptarán, en su gran mayoría, implantarse un chip bajo su piel (yo, el primero). ¿De qué manera entonces cambiar radicalmente la manera de pensar de los seres humanos e inclinarlos hacia esta solución final? Recordemos que aun nos encontramos inmersos en la crisis financiera mundial. Podrían tratar de convencernos con argumentos tales como… ‘”el chip ayudará a que no volvamos a perder nuestros ahorros como ocurrió con muchas personas a nivel mundial”, por ejemplo. Sin embargo, las constantes amenazas de atentados terroristas, conflictos militares, devaluación de la moneda y un largo etc.; pueden que terminen arrastrando a las personas a aceptar el chip, impulsados por el miedo. No olvidemos que en nuestros días, uno de los peores ataques sería a los sistemas informáticos mundiales o a la red bancaria donde ya existen casos para recordar.
Otros argumentos con cierto valor circunstancial, serían los siguientes:
* Búsqueda instantánea de personas y/o mascotas desaparecidas acaecidas por plagios o enfermedades mentales.
* Adquirir cualquier bien con solo pasar la mano por el lector; el remedio que tanto necesita su madre, o aquel carro del año que ha venido postergando por tantos años… ¡pueden ser suyos ya!, gracias al chip que porta.
* Prevención médica. “No juegue con el futuro de su familia”. Su ritmo cardiaco y constantes médicas serán monitoreados en todo momento, previniendo que ocurra una desgracia.
* Seguridad. ¿Sufrió un asalto? Despreocúpese; el ladrón será apresado.
Para los que piensen que esto es un cuento de ficción, el biochip existe y ya son muchas personas en todo el mundo que lo usan. La empresa a cargo de su manufactura es Verichip Corporation y Motorola, creadora del chip para Mondex y las tarjetas de crédito.
El implante en cuestión mide entre 5 y 7 mm de largo por 0.75mm de ancho, poco más grande que un grano de arroz. Los desarrolladores planean introducir en la memoria del biochip toda la información del individuo desde su árbol genealógico, pasando por todo tipo de datos médicos, laborales, comerciales y sociales existentes en nuestro sistema de vida, hasta el mismo material genético. Estos chips superan los 34 billones de combinaciones para códigos personales de acceso. Esta cantidad sobrepasa geométricamente a todo ser humano existente en este momento en el planeta permitiendo asignarle un código único e individual a cada uno de ellos utilizando tan sólo tres entradas de seis cifras o 666.
¿Se dan cuenta o donde nos lleva todo esto? Con tal cantidad de información, el microchip podría sustituir a la tarjeta de crédito, cédulas de identidad, pasaportes, patentes, seguro social, etc. Posee una pila recargable de litio que se auto abastece de acuerdo a la diferencia de temperatura corporal. Por ende, no sólo sirve como portafolio de identificación, sino también como un mecanismo que permite conocer la ubicación a cada instante de cada ser humano. El biochip emite una señal que puede ser captada vía satélite. Una red de 66 satélites de orbita baja, así como las antenas de celulares que abundan por doquier en nuestros días, permitirán seguir a cualquiera individuo en cualquier lugar del planeta con un margen de error de un metro. Es decir, no podrás esconderte en ningún lugar. Luego de invertir millones de dólares en su investigación y desarrollo, se averiguó en qué lugar del cuerpo la temperatura varía más rápidamente. Los científicos dieron con los sitios más propicios para implantar el biochip en el cuerpo humano. A saber: La frente, en la raíz del cabello y en el dorso de la mano derecha.
De convertirse todo lo anterior en una realidad a nivel global, piensen… absolutamente nadie en el mundo podría recibir su salario ni pensiones o subsidios… peor aún: no podrían comprar ni vender cualquier cosa sin antes tener implantado el biochip.
Con toda esta información, debo hacer la última relación de este artículo y los pasajes del apóstol San Juan en el libro del Apocalipsis de la Biblia:
“… Y obligó a todos, chicos y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos a hacerse poner la marca sobre la mano o en la frente.” (Apocalipsis 13:16, 17)
“…le fue concedido el dar espíritu a la imagen de la bestia a fin de que la imagen pudiera hablar…” (Apocalipsis 13:5)
“…Aquí hay sabiduría. Quien tenga inteligencia calcule el número de la bestia, porque es número de hombre, y su número es 666…”
(Apocalipsis 13:18)
“…Cualquiera que adore a la bestia o a su imagen, lleve la marca sobre la frente o sobre la mano, beberá de la ira de Dios del puro cáliz de su ira… cualquiera que adore a la bestia o porte su marca no tendrá reposo ni de día ni de noche…” (Apocalipsis 14:9, 11)
De alguna manera esta última profecía me intranquiliza. Recuerdo todas las veces que me he desvelado noches enteras pensando en cómo voy a hacer para pagar las cuentas del próximo mes, y en cómo esta situación, llega a ser más importante que la vida familiar inclusive.
Si observan detenidamente el código de barras que existe en todo producto que adquieren, estén dónde estén, notarán que es un sistema de identificación automática, único y homologado que permite controlar la gestión de stock y racionalizar las mercancías. Inclusive Google, el gigante de los buscadores en la Internet, celebró la creación de la primera patente relacionada a los códigos de barras hace pocos meses atrás.
…Controlar; racionalizar; mercancías…; me vienen a la mente imágenes de la película “1984”, basada en el libro de George Orwell. Aunque todo lo anterior sea una fábula o una invención, estaremos de acuerdo en que el tipo de soluciones que nuestras autoridades implementan para muchos de los problemas que tenemos, no están dando resultado. Más bien, parecen alejarnos aun más de nuestros semejantes. Eso no nos permite ni permitirá comprendernos. “Haz a los demás todo aquello que desees para ti mismo”… independiente de la posición religiosa de cada cual, estas sabias palabras pronunciadas por Jesús, parecen la solución más sensata, sencilla y efectiva para unirnos por fin como humanidad.
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