Hace pocos días atrás y en medio de un nuevo terremoto, el gobierno de Michelle Bachelet daba paso a la nueva administración encabezada por Sebastián Piñera y los partidos de derecha de la República de Chile. Recuerdo como los chilenos se entusiasmaban con la idea y posterior llegada al poder de la primera mujer mandataria. Tiempo después, en los Estados Unidos de América, Barack Obama era elegido por los estadounidenses como el primer presidente afroamericano en dirigir los destinos de la nación más poderosa del planeta. En Argentina también celebraron la llegada de su primera presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Lo mismo que Costa Rica y su primera mandataria, Laura Chinchilla, junto a un largo etcétera a nivel mundial.
De alguna manera en el ambiente internacional se respiraron aires de recambio; una especie de renacer dinámico, joven y al mismo tiempo con una inusitada participación electoral. Y me refiero a la inusual concurrencia a las urnas por parte de las personas, en especial de los jóvenes.
Y ahora los inevitables “pero”… y repito: a medio camino nuevamente el desanimo descendió en muchas de las personas que apoyaron estos cambios, no sólo en Chile sino que en todo el mundo ya que las tan esperadas promesas de transformación en hacer política no han cambiado y por el contrario siguen igual y/o peor que antes, sino también porque los espíritus de las personas siguen con desencanto… desencanto de ver que los trabajos no abundan, que los salarios en vez de aumentar, en el mejor de los casos se estacan o desgraciadamente se reducen; que la pobreza avanza y que la solución para muchos problemas ni siquiera se encuentra como proyecto de borrador en las carpetas de nuestros legisladores que por cierto, nosotros mismos hemos elegido.
Así que me pregunto, ¿es realmente importante que una mujer dirija los destinos de cualquier nación?; ¿es importante que un afroamericano dirija a uno de los países que ha demostrado con tristeza y vergüenza ser sino el primero y más racista en todo orden de cosas?; ¿es realmente importante tener tanto canal de televisión supuestamente especializado en política que sólo muestra cómo los legisladores en sus respectivos congresos se pelean verbal y en algunos casos físicamente? ¿Quién realmente nos gobierna? ¿Existen poderes invisibles que se encuentran urdiendo los destinos de la política mundial? ¿Somos realmente libres… o por el contrario, esclavos? ¿Es una ilusión votar por la izquierda o la derecha o simplemente es una treta para mantenernos en eterno conflicto con nuestro vecino? ¿Existen grupos que se dedican a controlar todo y a todos en la sombra? Es cierto. Son muchísimas las interrogantes las cuales no obstante, están vinculadas entre sí. Hagámonos una idea de quién “realmente” gobierna en estos momentos nuestro mundo.
Quiénes son
Buena pregunta… si la supiera, tal vez no podría al menos seguir escribiendo en esta columna. Sin embargo, se han filtrado importantes tópicos, agendas, encuentros y hechos que apuntan en una sola dirección. Son “grupos” de los cuales no se tiene demasiado conocimiento. Algunos mueven todo su equipo, tanto material como humano en aviones privados. Se reúnen a puerta cerrada mientras discuten la política, la economía y el destino de las sociedades del planeta. Otros ejecutan extraños rituales paganos mientras queman imágenes de búhos. Despliegan impresionantes dispositivos de seguridad que en muchos casos involucra a la inteligencia militar alrededor de las principales ciudades del mundo y son completamente intocables. Algunas de ellas son The Skull and Bones, que reclutó a tres ex presidentes como George H. Bush padre y George W. Bush hijo, William Howard Taft and John Kerry quien fuera ex candidato a la presidencia y el Bohemians Club.
El club bilderberg es quizá del que se tiene mayor conocimiento y al que me referiré en adelante. Creado en 1954, su principal objetivo era reunir a líderes de opinión de Europa y Estados Unidos con el fin de discutir diferentes puntos de vista en materias económicas, sociales y políticas, así como el entendimiento entre las diversas culturas de los pueblos. Sin embargo, el club es realmente un lobby internacional para la flor y nata de la clase dirigente. “Pocos pero bien situados”, decía Adam Weishsaupt, el nefasto creador de los Illuminati. A las reuniones se asiste solo con “invitación”. Entre otros, las elites de banqueros internacionales, importantes empresarios y dueños de medios noticiosos e informativos, ministros de gobierno, la realeza europea y líderes políticos en general. Con el correr de los años, el club comenzó a invitar a gente de todo el mundo que por supuesto está plenamente ligada a la esfera dirigente o que tiene algún cargo relevante en sus respectivos países de origen. Sus reuniones son siempre secretas. Salvo rara excepción, la prensa jamás publica nada sobre estos encuentros. Para sus reuniones generalmente escogen lugares muy hermosos, en hoteles muy exclusivos y en lo posible alejado de todo el mundo. Inmediatamente el lugar elegido es cerrado al público en general, y todos los turistas que no fueran del club y que se encontraran dentro del recinto deberían abandonarlo de inmediato. El personal no esencial del hotel es enviado a casa. Pero los pocos que si trabajan tienen ordenado bajo sanción de despido, no mirar a los ojos a ningún miembro del club; no hablar con ellos a menos que ellos le dirijan la palabra; por supuesto, no revelar ningún detalle por ínfimo que fuera sobre la reunión. Existen filtraciones de esos mismos empleados los cuales se las ingenian para darnos una pequeña luz de lo que ocurre al interior de las salas. Logran filtrar los lugares de reunión, así como la lista de los invitados correspondientes, temas a tratar, etc. El gobierno del país local parece desvanecerse sin decir nada al respecto. Tomemos en cuenta que a sus reuniones asisten y/o han asistido personajes tales como el ex presidente norteamericano Bill Clinton, Javier Solana, comandante en jefe de la EUFOR, David Rockefeller, Donald Rumsfeld, Henry Kissinger, el secretario general del PSOE español Felipe González, el barón de Rothschild, entre muchos otros.
Todos juntos trabajando en una supuesta y oscura agenda internacional para traer el llamado nuevo orden mundial en el cual exista sólo una economía, una milicia y una religión según ciertas teorías. Después de las reuniones, muchos de los asistentes de alguna manera comienzan a ocupar cargos más elevados a los que tenían anterior a la cita. Las políticas de los países involucrados también comienzan a cambiar. Fue el caso nuevamente de Bill Clinton y de Tony Blair. Ambos fueron previa y debidamente “aprobados” por el club antes de asumir los cargos de presidente y primer ministro, respectivamente.
En sus reuniones Habrían sido aprobadas la invasión a Iraq y la actual crisis financiera, planeada en los años 2006 y 2007 entre muchos otros sucesos nefastos. El gráfico siguiente nos da una idea de la red de personajes y entidades que manejaría los destinos mundiales
Otras conocidas entidades trabajarían codo a codo con los bilderberg. Lo importante aquí es dimensionar que tipo de organismos son los que se encuentran aliados a los primeros y en los cuales reside el verdadero poder y monopolio que dirige los destinos de toda la humanidad. Sus ramificaciones abarcan las esferas del poder político y económico, los poderes militares y policiales y la ciencia y la técnica. Algunas de estas organizaciones son el Fondo Monetario Internacional o FMI, el Banco Bundial y la Organización Mundial de Comercio. Otros clubes llamados “de reflexión” son el World economic Forum, Trilateral commissión y CFR o Council of Foreing Relations.
La última cita de este grupo fue entre el 14 y el 17 de Mayo en Grecia.
Sorpresa me ha causado el enterarme que el nuevo presidente de Chile, Sebastián Piñera, junto a otras familias de alto poder económico, serían una especie de sucursal del club en Chile según un conocido tabloide de circulación mensual en ese país. Existe además una entrevista televisiva del conocido periodista chileno “Salfate” en la cual le pregunta por el club bilderberg y su relación con este. Como siempre, juzguemos en nuestro interior. Por supuesto Piñera niega conocer al grupo y toda posible vinculación con esta asociación elitista.
Y sin embargo es aquí donde comienzan las dudas y las especulaciones con inteligencia. ¿Qué tan fácil es tomar decisiones cuando posees tal cantidad de dinero, controlas importantes medio de producción, comunicaciones y sectores de actividad vital para el funcionamiento de un pueblo? Difícil… ¿cierto? Pero tal vez no tanto.
De niño pensaba en ser presidente (y quién de nosotros no lo ha soñado) y cambiar todas las cosas; dar de comer y vestir a los pobres, crear trabajos y terminar con las guerras. Sin embargo crecí y me di cuenta que lamentablemente el mundo de la política y los negocios no son así. Por muchas ganas que tengas de llegar a la primera magistratura de tu país y cambiarlo todo, simplemente no puedes porque antes necesitas dejar contentas a muchas personas que ayudaron en tu campaña presidencial. Después de eso, debes atenerte a las directrices del partido que te ayudó a llegar a la presidencia… si es que no fuiste independiente. Aquí las cosas comienzan a derrumbarse. Luego, necesitas revisar y mantener las relaciones internacionales que la verdad, no están cimentadas por los pueblos ni desarrolladas en base a sus buenas y malas experiencias durante todo el tiempo que llevan formándose como repúblicas… por el contrario, estas relaciones están hechas por los grandes holdings y conglomerados financieros mundiales. Muchas de estas empresas pertenecen al grupo “de elite” descrito en estas líneas. En algunos casos, poseen más riquezas y control que los mismos gobiernos donde se encuentran establecidas. De esta manera, ves que esos bellos sueños de tu niñez son casi imposibles. Pero, para alegría de todos y cada uno de los seres de este planeta, siempre han existido grandes hombres y mujeres que no claudicaron ni cedieron ante la presión de estos grupos. Tal fue el caso de Abraham Lincoln, John Fitzgerald Kennedy, Martin Luther King, Mahatma Gandi, Nikola Tesla, Andreas Faber-Kaiser y muchos otros en todos los campos de la cultura y por todo el orbe, desde que el mundo es mundo. La mayoría de ellos pereció en sendos magnicidios; a otros se les atribuyeron extrañas enfermedades que terminaron por cobrar sus vidas, aunque sabemos que tenían una salud de hierro y así tantos otros de difícil y larga explicación aquí y ahora. ¿Se imaginan que hubiera sucedido si el idealismo del doctor King respecto a la unidad entre negros y blancos hubiera sido llevado a efecto? ¿O qué hubiera pasado si los veteranos que lucharon en la guerra de Vietnam nunca hubieran retornado a sus hogares locos, alienados, inválidos, solos y en muchos casos con extrañas enfermedades, si Kennedy hubiera triunfado en su deseo de no intervenir bélicamente en ese país oriental? ¿Qué sería en estos momentos de la humanidad en general si las ideas de Tesla de llevar energía eléctrica gratis y limpia a cada uno de los habitantes de este planeta se hubiera hecho realidad?
Nuevamente, amigos… ¿Importa entonces por quién voy a votar en las siguientes elecciones presidenciales? Comencemos a despertar y a saber a quién realmente estoy enviando con mi voto a los sillones presidenciales. De nada vale que nosotros, la gente común y corriente (que de comunes no tenemos nada) sigamos discutiendo en absurdos mítines políticos, tratando de rebajar a los que creen que Pinochet fue o no mejor en su gestión y que tuvo o no más o menos razón… ¡Ya es tiempo de mirar hacia delante! ¡Que la horrible tragedia ocurrida al país nos enseñe de una vez por todas de lo que estamos hechos! Las catástrofes se superan gracias a la unión y concurrencia de todas las personas. Comer, vestirse, educarse y ser hombres y mujeres de bien para el presente y el mañana deben ser nuestra prioridad absoluta, sin olvidar que hay alguien más poderoso en este universo que nos mira y nos juzga no por lo que tenemos, sino por lo que hacemos a los demás… del mismo modo en que nos gusta lo que hagan por nosotros.
Cuando esto ocurra, créanme, no necesitaremos más políticos ni paz mediante las armas, ni grupitos que quieran inculcarnos como vivir sin que ni siquiera lo sepamos. De todos depende…
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