Opinión
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Oleg Yasinsky
Oleg Yasinsky, periodista ucraniano chileno, colaborador de los medios independientes latinoamericanos como Pressenza.com y otros, investigador de los movimientos indígenas y sociales en America Latina, productor de documentales políticos en Colombia, Bolivia, Mexico y Chile, autor de varias publicaciones y traductor de textos de Eduardo Galeano, Luis Sepúlveda, José Saramago, subcomandante Marcos y otros al ruso.
El terrorismo es la obra de los que aman el terror. Hoy, es el instrumento principal de la política del "mundo civilizado" y no se reduce solo al campo militar o delincuencial armado.
Dominando los imperios más poderosos de la época actual, que son las redes sociales, el TikTok, YouTube y la semipornoplataforma Onlyfans, esta muchacha de 23 años subió al Olimpo del 'glamour' notificándole al mundo que, después de haber avisado por TikTok en octubre su objetivo de acostarse con 100 hombres en un solo día, cumplió con la misión superando la meta: estuvo con 101 hombres.
Para activar su moribunda economía necesita la guerra. Para justificar la guerra necesita un enemigo que debe amenazar a toda la humanidad.
Lo sagrado no es una 'start-up' para jugar a la espiritualidad ni un simulacro de sabiduría. Es el principal misterio que vive en nosotros, donde la mezcla de épocas y generaciones dibuja notas y poesía en el tejido de la vida, da a los niños una sed de sentido y a los ancianos el presentimiento de la eternidad.
En estos días en varios países comienza la presentación del documental 'Gente de Cristo. Nuestros tiempos', un trabajo creado por un equipo de ciudadanos de Italia, Serbia, Rusia y Ucrania bajo la dirección del serbio Jovan Markovic y con la participación activa de Emir Kusturica. Las historias que se cuentan en la película son el espejo de todo un mundo desgarrado por la actual guerra planetaria contra la humanidad, donde el principal campo de batalla es el corazón de cada uno.
Este país, todavía lleno de cicatrices sangrantes de la dictadura de Pinochet, con una sobredosis de amnesia aplicada a las tímidas democracias que reemplazaron al régimen militar y famoso por su miedo, su individualismo y clasismo extremos, parecía haber despertado de su letargo y buscaba volver a ser lo que había dejado desde hacía décadas.
El mundo habla en estos días de las elecciones presidenciales de EE.UU. como si fuera algo relevante. Es otro triunfo de la gran maquinaria mediática hecha para confundir, desviar y apagar nuestra mirada hacia el mundo.
"Hoy vienen no en barcos sino en Corporaciones y su religión son sus ideologías de género, de 'tolerancia', de energías 'limpias', de 'libertades' disfrazando la tiranía y la visión única del mundo", escribió un canal de Telegram. Podríamos agregar, que con sus sueños imperiales, menosprecian las leyes de la historia y al ser humano como tal.
En este momento histórico tan decisivo y frágil, en un pequeño territorio que fue la cuna de las tres grandes religiones del mundo, el ser humano quedó atrapado en las peligrosas contradicciones de su propia civilización, que buscó fuentes de espiritualidad justamente entre estas piedras.
Mientras están llegando las frescas y confusas noticias desde el Líbano sobre una nueva guerra que será inaugurada, sigo sin poder despegarme de una imagen de hace solo unos días.
Fujimori y el fujimorismo desde su irrupción en la política se caracterizó por el total desprecio por el pueblo, aprovechando la desesperación de las masas más humildes, azotadas por la violencia y la miseria, que suelen apoyar y reproducir una a otra.