África: los próximos conflictos políticos y militares
Proliferación de guerrillas, extremismo religioso, intervenciones extranjeras, hambrunas, sequías, narcotráfico, enfrentamientos civiles, desplazados exacerbación de guerras por los recursos disfrazadas de problemas étnicos, escasez de agua y deterioro de algunas débiles democracias son los nuevos escenarios que se vislumbran en algunos países africanos en donde hasta ahora ha habido conflictos de muy baja intensidad.
A continuación le detallamos el nuevo panorama político y social que se presentará en el África subsahariana en los próximos meses.
Nuevos conflictos en desarrollo
Si bien en algunos países la situación política y social se está agravando considerablemente, es muy probable que en los próximos seis meses la situación empeore y se cree una mayor ola de refugiados, que buscarán naturalmente Europa como destino final, pero antes deberán atravesar países árabes con gravísimos problemas sociales, tales como Libia, Túnez y, en menor medida, Marruecos.
Dependiendo del lugar, se vislumbra un empeoramiento de la situación política, social, militar y hasta proliferación de epidemias, hambrunas, carestía de agua y efectos directos del cambio climático, tales como sequías e inundaciones.
A continuación, detallo algunos de los nuevos conflictos que pueden recrudecerse en África:
BURUNDI:a las puertas de una guerra civil interétnica
La crisis política en este país, en el cual hace veinte años se produjo un genocidio, está sufriendo un severo agravamiento, dado que el presidente de etnia hutu intenta convertir las diferencias políticas en raciales y acusa a la comunidad tutsi de estar detrás de la rebelión armada surgida hace algunos meses.
Los tutsis han sido la comunidad económicamente privilegiada tanto en Burundi como en Ruanda. El Gobierno de la República Democrática del Congo acusa al vecino Ruanda de financiar a los tutsis para llevar a cabo una sangrienta rebelión contra el presidente de Burundi y ampliar su área de influencia.
Se prevén choques cada vez más sangrientos. Por su parte, la Unión Europea cesó el envío de ayuda social al gobierno de Burundi, un país en el que el 51% de los ingresos dependen de las aportaciones extranjeras.
De acuerdo con el Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU los refugiados en el exterior que ha dejado este enfrentamiento ya llegan a 270.000.
ETIOPÍA: inundaciones, sequías y hambruna
De acuerdo con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), las inundaciones y la sequía en varias zonas del país afectarán directamente a las cosechas y al ganado.
En los próximos meses, unas 500.000 personas se podrían unir a los 10 millones que ya padecen hambre.
REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO: guerra por los recursos
El antiguo Congo Belga, rico en coltán, oro y diamantes, ha sufrido los efectos del genocidio de Ruanda y Burundi a mediados de los noventa y el magnicidio de 2001.
El presidente Joseph Kabila, aliado de China y con vaivenes en su relación con EE.UU. y Europa, sufre constantes rebeliones en las zonas más ricas en las que se encuentran compañías multinacionales al extraer recursos en el este del país.
El líder opositor Moise Katumbi, exgobernador de la rica provincia de Katanga, dirige a la oposición armada, luego de que el gobierno aplazara las elecciones aduciendo que no se daban las condiciones para celebrarlas.
Además, la epidemia de cólera golpea con más fuerza en las zonas afectadas por los enfrentamientos.
NÍGER: terrorismo islámico y saqueo por parte de Francia
Este seco y pobre país de África se ve afectado por dos factores: el terrorismo islámico proveniente de Nigeria y el expolio de los recursos por parte de la empresa estatal francesa Areva.
Solo en junio de 2016 los ataques a poblaciones civiles por parte del grupo terrorista Boko Haram han dejado 50.000 nuevos desplazados. El Chad envió 2.000 soldados para combatir a los extremistas.
De acuerdo con IASC, el Comité que agrupa agencias de ayuda humanitarias asociadas o no con las Naciones Unidas, ya hay unos 240.000 desplazados en total.
La empresa Areva extrae el uranio para las plantas nucleares francesas, de las cuales depende el 75% de la producción eléctrica del país europeo. Para explotar el uranio hacen falta grandes cantidades de agua, recurso valiosísimo que en este país escasea.
ANGOLA: Epidemia de fiebre amarilla
Esta enfermedad parece haberse salido de control del gobierno por una ineficiente campaña de vacunación en el interior del país, de acuerdo con IASC. Ya hay más de 2.000 personas afectadas.
La fiebre podría expandirse hacia el Congo Kinshasa y a países extracontinentales con los que Angola mantiene estrechas relaciones económicas, tales como China y Brasil.
GAMBIA: posible golpe de Estado
Se teme un golpe de Estado luego de la represión del gobierno a los opositores que protestaban por una mayor apertura democrática. Tres muertos dejó la reacción de la policía.
El Consejo de Transición de Gambia, la oposición en el exilio en Senegal, tiene influencia dentro del Ejército, lo que puede fisurar a las fuerzas armadas y crear una gran inestabilidad.
CONGO BRAZZAVILLE: Milicias Ninja vs. Paramilitares
Tras las elecciones de abril en la que fue reelecto el presidente Denis Sassou-Nguesso para un tercer período, se produjeron violentas explosiones en edificios públicos.
Estos ataques fueron atribuidos a las llamadas milicias Ninja, que tuvieron un papel activo en la Guerra Civil de la década de los noventa.
En tanto, la oposición acusa al gobierno de crear grupos paramilitares que asesinan disidentes.
Palalelamente, la caída del precio del petróleo va a provocar que el Gobierno establezca recortes en el presupuesto público, lo que va a generar un creciente deterioro social.
SEQUÍA EN EL SUR DE ÁFRICA: Sudáfrica, Angola, Zambia, Zimbabue, Malawi y Mozambique
Los efectos del cambio climático se hacen daca vez más notorios en la región meridional del continente. Según IASC, la inseguridad alimentaria por las deficientes cosechas podría pasar de 31 a 49 millones de personas afectados, entre fines de este año y comienzos del próximo.
Paralelamente, en Mozambique escala la tensión entre el partido gobernante (Frelimo) y la oposición (Renamo), que tiene una leve capacidad bélica. Estos enfrentamientos ya provocaron que 11.500 personas huyeran del país y se refugiaran en Malawi, cuya capacidad para atender a refugiados está severamente colmada.
Antiguos conflictos sin solución a corto plazo
A los nuevos conflictos se les añaden los graves problemas que ya venía arrastrando el África subsahariana, cuya complejidad y creciente deterioro los vuelve peligrosos para la seguridad y desarrollo de la región.
Guerras por los recursos
Uno de los enfrentamientos civiles más graves es el de Sudán del Sur, en donde la guerra por los recursos petroleros está disfrazada de conflictos interétnicos.
La traumática separación del dominio del Sudán del Norte no terminó con los enfrentamientos en este país rico en petróleo. Tres de los cinco años que lleva siendo independiente han sido protagonizados por una devastación del tejido social con una guerra civil en la que se enfrentan dos etnias, cuyos representantes ocupan los cargos políticos más altos, pero en la que en realidad la lucha de poder depende de los actores extranjeros privados y estatales que los apoyan, como en la mayoría de las guerras en el tercer mundo.
El presidente Salva Kiir pertenece a la comunidad dinka y está apoyado por la Fuerza Aérea de EEUU y Uganda. La independencia de Sudán del Sur propició el retorno de las compañías occidentales a Sudán, que se habían retirado por la sociedad entre Jartum y China.
Por su parte, el vicepresidente, Reik Machar, está respaldado por Sudán y China.
La frágil tregua se quebró el día de la independencia, el 9 de julio. Actualmente hay más de 750.000 refugiados, que se encuentran en los países vecinos.
Guerrillas religiosas
Por otro lado, una guerrilla religiosa que se creía dormida volvió a atacar. La secta cristiana Ejército de Resistencia del Señor (ERS), dirigida por Joseph Kony, volvió a reclutar niños. Se cree que desde 1987 ha secuestrado unos 40.000.
Pese a la caza que inició Barack Obama, enviando un millar de soldados, el ERS se concentra actualmente en la República Centroafricana. Por lo tanto, Kony dejó de lado su objetivo de tomar el poder en Uganda.
Asimismo, en Nigeria, la guerrilla musulmana fundamentalista Boko Haram también secuestra niños e incursiona por diferentes países fuera de las fronteras nigerianas: Níger, Camerún y Chad.
Los ataques de este grupo asociado al Estado Islámico han dejado unos 2,2 millones desplazados internas solamente en Nigeria.
En tanto, en Somalia, el conflicto armado no cesa desde 1991. La guerra civil entre clanes que sucedió a la caída de Mohamed Siad Barré, el presidente prosoviético, los bombardeos norteamericanos, la invasión de Etiopía y la llegada de Al Qaeda, además de la sequía puede elevar el número de personas que se encuentran dentro de la inseguridad alimentaria de 385.000 a 1,3 millones solo en el norte del país (Somalilandia y Puntlandia).
Estas dos regiones, que se declararon independientes de Somalia, mantienen una disputa territorial entre sí.
La guerrilla Al Shabab, que hace una década se unió a la guerra civil y que además incursiona violentamente en Kenia, tiene ahora un rival de similares características: el Estado Islámico en Puntlandia comandado por Abdulqadir Mumim.
China contra Francia
Las guerras en Malí y la República Centroafricana podrían resumirse como una lucha de influencia entre la 'Françafrique' y el expansionismo chino. Es decir, entre la política de dominación neocolonial de Francia y la llegada de compañías chinas para extraer recursos naturales africanos a cambio de venderles productos manufacturados, lo que crea una relación desigual.
En Malí, los cascos azules sufrieron este año los mayores ataques por parte de Ansar Dine, la guerrilla que entrenó a Boko Haram antes del ataque francés de 2012.
La tregua firmada hace un año entre el Gobierno, los tuareg y los islamistas de Ansar Dine continúa siendo muy precaria.
En la República Centroafricana el 20% de la población sigue desplazado por la guerra iniciada en 2013, tras el golpe de Estado y la intervención militar francesa. De acuerdo con ACNUR, unas 500.000 personas huyeron del país en los últimos tres años.
Narcoestado
Guinea Bissau se transformó, desde 2011, en un país africano dominado por narcotraficantes sudamericanos que tienen el objetivo de vender en Europa la cocaína producida en Perú y Colombia.
La red de tráfico y corrupción es tan extensa que los sucesivos gobiernos han sido derrocados por sectores del Ejército que colaboran con los narcos. Como en todos los países de tránsito de drogas, se crea un sector que consume localmente, dado que varios de los sobornos a las autoridades se pagan con narcóticos, los cuáles deben ser vendidos en el país para poder financiar esta red, que ha llegado a impactar en las capas más profundas de la sociedad.
Twitter: @bruixland
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