"Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas con sus zapatos", decían con gran sabiduría los indios dakota de América del Norte. Con ese reto, con esa esperanza, empieza a caminar este blog. Queremos recorrer el camino con los zapatos de otro, y más aún, con los pies desnudos de los que siempre anduvieron descalzos. Poniendo a los nadie nombre, a los invisibles, rostro, rescatando un lugar en la memoria del mundo para los vencidos y olvidados por la historia oficial. Únete al viaje, vente con nosotros. Tú y tu espada de tinta azul. Tu cuaderno, el campo de batalla. Feliz. Agradeciendo las alas y las raíces. Con la misma esperanza que rabia. Pues molinos más altos han caído a base de golpe de letra.
Y diremos lo que no se dice, en los lugares donde no se deba decir. Por molestar. Por recordar. Recogeremos la pluma del escritor caído, tomaremos el relevo y la conciencia. Letra a letra. Gritaremos hasta la afonía de la tinta. ¡Queremos el cielo! ¡Ahora! Con cada estrofa crecerá la barricada. Y la alegría. Gritaremos la memoria del aire, gritaremos los silencios, la rabia y las carcajadas.
Cada palabra como cuerda para salvar la memoria del agujero del olvido. Escribiremos sobre todo aquello que no quieran oír. Escribiremos. Y cuando nos pidan las razones, les diremos que cumplimos el mandato de los puntos suspensivos...
Vendremos de los 20 puntos cardinales, desfilando bajo el séptimo sol de invierno. Con la pluma en ristre y la cabeza alta. Orgullosos de no ser nada. Ni nadie. Con el alma limpia y barro en los zapatos. Pues anduvimos deambulando en la memoria de la hoguera y fue el camino el que nos dejó su huella.
Bailaremos como cuando las mazorcas bailan, cantaremos como cuando los vientos cantan. Y escribiremos hasta caer exhaustos. Escribiremos a los nadie de Galeano, a los miserables de Hugo y a los lazarillos bastardos. Vendremos por molestar, señores, y vendremos para quedarnos.