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Obama a Putin: Haz como yo digo, no como yo hago…

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Obama a Putin: Haz como yo digo, no como yo hago…
¿Las razones de ello? Putin finalmente decidió otorgarle asilo temporario al desenmascarador de la Agencia Nacional de Seguridad, Edward Snowden, ignorando así una directiva de que Snowden debía ser entregado a EE.UU. Con esa medida, el presidente ruso se hace eco del creciente fastidio e impaciencia, no solo de Rusia sino del mundo entero, ante la sistemática estrategia estadounidense del 'palo y zanahoria' y su doble discurso e hipocresía.

Ambos presidentes habían acordado reunirse en Moscú el mes que viene para abordar temas bilaterales. Pero, leyendo entre líneas, se percibe claramente la creciente frustración de EE.UU. y sus aliados con Rusia y China, las únicas superpotencias que pueden plantarse ante ellos y frenarlos, aportando así un urgentemente necesario contrapeso a la geopolítica mundial, aunque a veces sea de naturaleza incierta y aparentemente frágil.

Divulgación


Al igual que con Julian Assange, el 'affaire' Edward Snowden es bien conocido en todo el mundo: ambos hombres estuvieron en posición de acceder a información creíble, muy sensible y secreta; ambos aportaron pruebas documentales que la avalan, y ambos tuvieron el coraje de divulgarla ante la opinión pública mundial.

Si para muestra basta un botón, entonces la ira y la furia estadounidense y de sus aliados clave son prueba de que lo que Snowden divulgó es veraz. Ello ayuda a comprender por qué una parte tan grande de la opinión pública global alaba a Snowden y Assange como verdaderos héroes y luchadores por la libertad de los pueblos de todo el mundo.

Pues al momento de evaluar las verdaderas motivaciones, actividades y metas inconfesables detrás de buena parte de la política exterior e interna de EE.UU., Reino Unido e Israel, millones de modernos Hamlet huelen que hay algo decididamente muy podrido y no exactamente en el Estado de Dinamarca…

Si, como nosotros sostenemos, es real que los Dueños del Poder Global se encuentran enquistados profundamente dentro de las estructuras de poder públicas y privadas de Estados Unidos y el Reino Unido, entonces claramente su talón de Aquiles es todo tipo de desenmascaramiento y divulgación pública de sus crímenes. 

Desde su sistemática interferencia en los asuntos internos de otras naciones, su participación directa o indirecta en autoatentados del tipo de 'bandera falsa', su apoyo a regímenes genocidas que sirven sus objetivos, sus invasiones y ocupaciones criminales en Irak, Afganistán, Palestina y Libia, hasta su actual financiamiento y apoyo obsceno a una multitud de terroristas, asesinos y mafiosos en Siria y otros países víctima, siempre bajo algún disfraz de guerra psicológica, por ejemplo, la 'primavera árabe'.

Ahora bien, si otorgarle asilo provisorio a un joven y enojado exagente de seguridad como Snowden tiene semejante impacto en la estructura de poder de EE.UU. –tanto que motivó que el presidente de los Estados Unidos cancelara una reunión cumbre clave con el presidente de la Federación de Rusia– entonces apenas podemos empezar a imaginar el miedo y terror que esta gente debe sentir ante la perspectiva de que se produzcan nuevas y mucho más graves 'fugas de seguridad' en el futuro.

¿Qué pasaría, por ejemplo, si un grupo de verdaderamente poderosos agentes de las estructuras de inteligencia se rebelaran y decidieran enfrentarse a Washington, Nueva York, Londres y Tel Aviv aportando pruebas irrefutables de sus crímenes –y de quienes los autorizaron, presidentes, primeros ministros y secretarios de Estado incluidos– divulgando así la verdad sobre lo que realmente hubo detrás de los ataques del 11 de septiembre de 2001; o de Irak y Libia; o del colapso financiero iniciado en Wall Street en 2008; o de los ataques de Londres del 7 de julio de 2005…?

 

Rusia y China: los grandes adversarios de EE.UU. en el siglo XXI


Naturalmente, las potencias hegemónicas mundiales se enojan cuando otros países se les oponen, que claramente es lo que Rusia viene haciendo a lo largo de la última década. En la ONU, donde Rusia venía siendo más flexible ante los intereses norteamericanos, luego del monstruoso asesinato promovido por EE.UU. del líder libio Muammar Gaddafi transmitido casi en vivo por la televisión mundial y la violación de Libia en 2011, pareciera que a Moscú se la ha acabado la paciencia. Claramente, el asesinato de líderes mundiales al son de las carcajadas vulgares de Hilary Clinton por la cadena CBS News no es del agrado del liderazgo ruso.

Es así que puede percibirse un claro endurecimiento de la política exterior rusa hacia Occidente, especialmente en los casos de Irán y, más significativamente, de Siria, tradicional aliado ruso.

EE.UU., Gran Bretaña e Israel empiezan a entender que por más que sigan financiando a los peores elementos terroristas, asesinos y traficantes, incluyendo a Al Qaeda –a los que llaman eufemísticamente 'luchadores por la libertad'– contra el Gobierno legítimo sirio de Bashar al Assad, a Rusia no la podrán hacer mover de su lugar.

El mensaje del Putin es más que claro: Occidente no se saldrá con las suyas en Siria. Fin de la discusión.

Muchos lectores seguramente se estarán preguntando: "¿Y qué hay de China?", "¿No es que China es el principal blanco del Pentágono para los años por venir dado que sigue creciendo y creciendo, y su economía pronto superará a la de EE.UU.?"    

Sí, pero esto es básicamente en el plano económico; y sí, China posee casi 2 billones (¡con doce ceros!) de dólares en Bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo que le da el potencial de desatar un verdadero caos financiero contra EE.UU. si llegara a decidir vender esos bonos a corto plazo en los principales mercados financieros globales. 

Si quisiera, China podría rápidamente colapsar al dólar como si fuera las torres gemelas del World Trade Center en 2001…     

Pero EE.UU. sabe que China no hará eso; no por ahora al menos, ya que China tendría mucho más para perder que ganar con un colapso financiero semejante. China sabe que ocasionar la devaluación masiva de bonos estadounidenses le saldría como un tiro por la culata explotándole en sus propias manos.

En verdad, China no ha tenido ni tiene apetencias hegemónicas mundiales. China parece estar muy complacida con ser –y seguir siendo– la superpotencia indiscutida en Asia. En esto se diferencia de manera tajante con EE.UU./Reino Unido/Israel, que juntos pretenden manejar a todo el mundo en los planos político, territorial, financiero, incluso imponiendo sus leyes y tribunales.

China mantiene relativamente pocos conflictos internacionales: el Tíbet, Taiwán, un par de islotes disputados a Japón, pero eso es básicamente todo. Su lucha está en los planos de la economía y los recursos estratégicos. 

Ahora, comparémoslo con los conflictos permanentes y sistemáticos que EE.UU. y sus aliados crean en Oriente Medio, África, Latinoamérica, Europa central…

No es necesaria ninguna contención sobre China; pues China se contiene a sí misma. EE.UU. y sus aliados, sin embargo, deben ser contenidos y, viendo cómo se van comportando en todo el mundo, pronto será necesario que el mundo los detenga cueste lo que cueste.

Rusia podrá tener menor fuerza económica que EE.UU., pero sin embargo el Kremlin tiene claros objetivos geopolíticos de largo plazo que fueron diseñados y planificados de manera inteligente desde la época de los zares, luego bajo los bolcheviques, y hoy bajo su actual liderazgo consistente, maduro y sagaz.

En verdad, Rusia no solo tiene objetivos globales, sino que también entiende el mundo y sus complejidades multiculturales, y lo hace mucho mejor que EE.UU. En este rubro, la única competencia que tiene Rusia es Gran Bretaña… y China.

¿Está EE.UU. revirtiendo a su anacrónico discurso de Rusia como 'imperio del mal', como 'antidemocrática' que 'apoya a los malos'?

La verdad es que hoy Rusia cumple la magnífica tarea de ayudar a desenmascarar la decadencia social y política norteamericana, su debilidad financiera y sus pretensiones imperiales patológicas. 

Detrás de la máscara norteamericana hallamos a un gigante con pies de barro, por lo que cuando Rusia se planta delante de EE.UU. mostrando su fuerza, personalidad y autoestima, el mundo entero observa y aplaude.
 


Doble discurso


El pasado 7 de agosto, Obama apareció en el popular programa televisivo 'The Tonight Show', del conocido animador Jay Leno, lloriqueando y quejándose de que Putin esto y Putin aquello, acusando a Moscú de revertir al "modo Guerra Fría". 

Enumeró sus quejas contra Rusia en materia de defensa misilística, control de armas, relaciones comerciales, seguridad global, derechos humanos, sociedad civil, y recomendó a Putin no mirar hacia atrás sino que "pensara sobre el futuro, ya que no hay razón para que no podamos colaborar mancomunadamente".

Obama parece no comprender que para pensar correctamente acerca del futuro es preciso aprender de la experiencia del pasado. Al abordar el asunto Snowden como un hecho aislado, una vez más EE.UU. desenmascara su doble discurso e hipocresía.

Como lo destacara ese mismo día el periodista Glenn Greenwald, del diario 'Guardian', mientras que Obama y la gran prensa hoy se rasgan las vestiduras por el asilo político otorgado a Snowden por las autoridades rusas, se olvidan de otros casos recientes donde EE.UU- protegió, ya no a un joven y amable desenmascarador de sus fechorías, sino a endurecidos criminales y asesinos de la CIA.

Greenwald señala, por ejemplo, que EE.UU. rehusó cumplir con una solicitud de extradición de Italia contra dos agentes de la CIA procesados por el secuestro en 2003 de un clérigo musulmán en Milán (ver 'The New York Times', 28 de febrero de 2007); luego, al ser liberado en Panamá, el agente de la CIA, Robert Seldon Lady, fue inmediatamente llevado a EE.UU. para evitar ser extraditado a Italia ('The Washington Post', 19 de julio 2013). 

También tenemos el caso del expresidente boliviano apoyado por la CIA, Gonzalo Sánchez de Lozada, al que EE.UU. rehúsa extraditar dándole en la práctica asilo para evitar que sea juzgado en su país por crímenes de guerra y genocidio ('The Guardian', 9 de septiembre de 2012); o el caso del guerrillero Luis Posada Carriles, cuya extradición viene solicitando Venezuela a EE.UU. sin éxito por su supuesto rol en el ataque con bombas contra una aeronave comercial cubana en 1976 en el que murieron 73 personas ('El Paso Times', 30 de diciembre 2010).

La lista de ejemplos es muy larga. En años recientes, Argentina, Uruguay, Chile y Brasil formularon repetidas solicitudes a EE.UU. para que entregue para ser juzgado a un tal Sir Henry A. Kissinger, por su responsabilidad directa y fundamental en el apoyo a regímenes cívico-militares genocidas en esos países en los años setenta bajo una estrategia genocida hoy conocida como 'Plan Cóndor'. 

Como siempre, los Dueños del Poder Global defienden a ultranza a sus muchachos transgresores como Sir Henry, pase lo que pase. Cuando el conocido juez español Baltasar Garzón solicitó a Interpol el arresto de Kissinger durante una visita a Londres, nada ocurrió….

Y ni mencionaremos las repetidas solicitudes de extradición belgas contra el ex primer ministro israelí Ariel Sharon por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos contra civiles libaneses y palestinos durante uno de los recurrentes arranques homicidas de don Ariel…

Reiteramos: la lista es muy extensa. El doble discurso y la hipocresía del Imperio Hegemónico Global son obscenamente obvios y claros, mas ello no parece molestarles demasiado, acostumbrados como están a salirse siempre con las suyas. 

Aun cuando a veces arriesguen algo, siempre utilizan su abrumador poderío militar para amenazar a todos urbi et orbi, de forma tal que puedan jugar todas sus partidas con amplios márgenes de seguridad.

Es como si nos dijeran a todos: "Echemos una moneda: cara, gano yo; ceca, pierden ustedes…" 

­Adrian Salbuchi es analista político, autor, conferencista y comentarista en radio y TV en Argentina. www.asalbuchi.com.ar

Adrian Salbuchi para RTAdrian Salbuchi es analista político, autor, conductor del programa de televisión “Segunda República” por el Canal TLV1 de Argentina.  Fundador del Proyecto Segunda República (PSR). www.proyectosegundarepublica.com

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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