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Chávez: Resultados previos y perspectivas (I Parte)

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Chávez: Resultados previos y perspectivas (I Parte)

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En el N° 5/2010 de la revista mensual Latinskaya Amerika publicada en ruso en Moscú y en el N° 3/2010 de la trimestral Iberoamérica sacada en español, también en la capital de Rusia, hay un artículo del economista PhD Víktor Semiónov (v.semenov@ilaran.ru) que se titula “Hugo Chávez en el poder: resultados y perspectivas”. El autor analiza la evolución de la política del presidente de Venezuela que está en el poder desde 1999, los factores principales de la política interior y exterior de su gobierno y trata de pronosticar las perspectivas del desarrollo de Venezuela.


Víktor Semiónov 

 

En 2010, el presidente Hugo Chávez cumplió 11 años en el poder. Durante este período sucedieron cambios radicales en la política interna, económica y social de su país. Se ha cambiado su orientación exterior testimoniando una mejora crucial de las relaciones venezolano-rusas.

Durante el período de 2002–2004, el Gobierno superó una profunda crisis político-económica que culminó con la victoria de Chávez en el referendo nacional de agosto de 2004. Luego, Venezuela enfrentó un nuevo desafío: la crisis económica mundial de 2008–2010. En febrero de 2009, Chávez obtuvo un resultado favorable en un referendo que le aseguró la posibilidad de ser reelegido reiteradamente en el puesto de presidente. Los referidos eventos marcaron hitos en la vida económica y social de Venezuela, y juntos con los demás factores, determinaron en mayor grado la evolución de la línea gubernamental, resultados de su aplicación y las perspectivas del desarrollo del país.

Desde el punto de vista de la finalidad de las reformas gubernamentales, todo el período analizado se puede dividir de manera convencional en cuatro etapas: primeras reformas —el año 1999–otoño de 2001; nuevas medidas económicas y enfrentamientos exacerbados con la oposición —fines de 2001–2004; continuación de la política de rechazo de los principios de la economía de mercado —fin de 2004–2006; y la radicalización del curso apuntando al “socialismo del siglo XXI” —desde 2007 hasta hoy.

En la primera etapa, el Gobierno centró sus esfuerzos principales en las reformas políticas, entre las cuales se encontraba la aprobación de una nueva Constitución (diciembre de 1999), la cual implicó la transformación del Congreso Nacional bicameral en una Asamblea Nacional, donde la correlación de fuerzas a partir de junio de 2000 permitió a Hugo Chávez imponer su política llevando a cabo las primeras reformas económicas.

Evaluando la política económica gubernamental durante el período inicial se puede concluir que ésta se correspondía a los principios de mercado. El gobierno promocionaba la inversión privada en varios sectores clave de producción mediante la creación de beneficios tributarios y dirigiendo la inversión pública al sector social y a la infraestructura productiva. Las declaraciones del presidente referidas a las relaciones económicas de Venezuela y de los países, en desarrollo en general con los países desarrollados, se caracterizaban como antiimperialistas, o sea, antinorteamericanas.

El programa económico de 2001 se presentó principalmente como una continuación de los lineamientos del año 2000. Sin embargo, sus resultados se vieron considerablemente afectados por la caída de los precios mundiales de petróleo y el empeoramiento de la situación política interna debido a que el presidente dictó 49 leyes que constituyeron un fundamento jurídico de la política económica encaminada al fortalecimiento del papel del Estado en la economía y del componente social en el desarrollo. Pero, las leyes dictadas no fueron presentadas con anticipación al público lo que provocó numerosas protestas.

En la nueva ley de petróleo, la participación del Estado en las empresas de exploración y explotación de yacimientos petrolíferos fue establecida en más del 50%, y el royalty aumentó desde el 16,7% hasta el 30%. En la ley de la reforma agraria se pretendía reducir considerablemente la desigualdad en la distribución de las tierras.

Los dos siguientes fueron los años de la crisis político-económica más grave, de la lucha del presidente y su gobierno contra la oposición de la cual Chávez salió ganador. Ya en 2003, para estabilizar la economía, el Gobierno se vio obligado a vender mercadería de amplio consumo a precio fijo en unas tiendas especiales. La amenaza de escasez de bienes de primera necesidad impulsó al Gobierno durante la huelga nacional a crear alternativas (paralelamente a las existentes) para la producción de alimentos, así como su importación y distribución directa a través de las entidades estatales. Se adoptó el “Plan del Desarrollo Endógeno” promulgado por el presidente en marzo de 2003. Ese plan suponía la creación en la agricultura de un sistema de producción y procesamiento de los principales productos agrícolas, independiente de los grandes empresarios privados, que incluía cooperativas, productores y empresas públicas de procesamiento y comercio.

La política estatal se centró en el apoyo de actividades de pequeñas y medianas empresas asignando el papel clave al Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (BANDES) constituido en 2001, para incentivar su producción y brindarles asistencia técnica y financiera. Durante 1998–2003, la parte de asignaciones sociales del Estado en el PIB del país creció desde el 7,8 hasta el 11,1%. Las funciones de redistribución se le encargaron a los fondos adjuntos a la empresa petrolera nacional de Venezuela "Petróleo de Venezuela S.A." (PDVSA), particularmente, el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN) cuyos recursos estaban destinados para el financiamiento de inversiones en la economía, desarrollo de la educación y la salud, servicio de la deuda exterior y otros fines.

A fines de 2004, en el transcurso de la reforma agraria cuya implementación se inició en 2002, se había entregado 2 millones hectáreas de tierras estatales entre 175.000 familias campesinas, la mayoría de las cuales las tenían de facto así que su posesión fue legalizada. Para mediados del 2006, el Instituto Agrario Nacional expropió 334.500 hectáreas de tierras declaradas improductivas, que pertenecían a 53 propietarios particulares, para incrementar la recaudación de impuestos. Los grandes agricultores expresaban su disconformidad con lo que Hugo Chávez apoyaba la apropiación de terrenos por los campesinos sin tierra. Se conocen hechos cuando las Fuerzas Armadas apoyaban en algunos estados (sobre todo en Barinos, la provincia de origen del presidente) la invasión ilegal de los terrenos.

Las reformas del sector agrario resultaron en la detención de la producción y en algunos casos en su caída. El efecto negativo mayor fue causado por la introducción de los precios fijos para varios alimentos, así como por la expropiación de las tierras de los empresarios agrícolas. Además, hay otras razones de que la reforma agraria no dio los resultados esperados. Los campesinos venden los terrenos obtenidos debido a la demora en el otorgamiento de préstamos gubernamentales y la falta de energía eléctrica, comunicación y otros servicios necesarios. Lo crucial es que los terrenos se entregan a término temporal y no pueden ser traspasados como herencia.

(Continuará)

Vladímir Travkin, e-mail: revistala@mtu-net.ru

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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