El presidente de Argentina, Mauricio Macri, se encuentra en el ojo de la tormenta debido a su política de acercamiento a Reino Unido sobre el tema de las Malvinas. Buenos Aires sostiene que desea hablar con Londres, aunque no busca un acuerdo para avanzar sobre el tema de la soberanía. Sin embargo, esa estrategia despierta una pregunta entre los argentinos: ¿Para qué es entonces el dialogo?
El político conservador y exparlamentario británico Jacques Arnold, consultor sobre asuntos latinoamericanos y el tema de las Malvinas luego de la guerra, considera que "es maravilloso tener a un Gobierno y un presidente serios y que operan en el mundo moderno", ya que hay "muchos negocios importantes" que Reino Unido y Argentina pueden hacer, con lo cual "es hora de ponerse manos en la obra".
Isaac Biggio, periodista y analista internacional, también destaca que existe un trato "mas amigable" entre ambos países pero, aunque "todo el mundo quisiera" una mejora en esas relaciones bilaterales, "el problema va a radicar en hasta qué punto va a haber mayores conexiones para que Argentina tenga influencia sobre las Malvinas". Así, este especialista opina que tiene que haber "una salida tipo Hong Kong", algún tipo de compromiso en el cual Reino Unido "acepte derechos" y la soberanía argentina.
César Augusto Lerena, consultor en temas de soberanía en Malvinas, valora que hay que promover el diálogo, pero eso "no quiere decir la concesión de los recursos", algo "absolutamente contrario al interés" de Argentina. Con todo, este antiguo secretario de Estado de la Presidencia de la Nación entre 1989 y 1991 afirma "guardar expectativas" respecto a esas islas —al tratarse de una cuestión "que une a los argentinos"— y asevera que "seremos muy vigilantes" con los gobiernos de turno para saber "dónde tenemos que apretar o acompañar".