Cuba más allá de los Castro
Cuba se prepara para elegir en marzo a los miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Los diputados electos serán quienes propongan y elijan al sucesor del presidente Raúl Castro cuando abandone el poder el próximo mes de abril. La pregunta que se hacen ahora todos es qué rumbo seguirá el país sin el liderazgo de los Castro.
Según Fernado Ravsberg, periodista y corresponsal de Público en Cuba, empieza a avistarse el comienzo de la renovación de la élite política y estructura electoral en ese país caribeño.
"Por primera vez los históricos van a salir del Gobierno, van a dejar la Presidencia y va a entrar gente que nació después de la Revolución o durante la misma. Creo que a partir de este cambio va a haber un nuevo sistema electoral e incluso un nuevo sistema parlamentario", opina.
Lo importante, recalca, es que "la cabeza del Gobierno y la cabeza del Partido gobernante van a ser dos personas diferentes".
Si la separación de estas funciones se extiende a todo el país, señala, el Gobierno empezará a gobernar actuando realmente como un representante electo de la población.
Mónica Rivero, periodista independiente y editora de la web On Cuba, opina que aún se está haciendo muy poco de lo que ahora necesita Cuba. "Creo que más que separar una función en dos cabezas hay que separar un montón de funciones en muchísimas más cabezas. Hay que democratizar mucho más la economía, la comunicación, se tiene que comenzar un flujo de información", afirma.
En relación a la comparación que establece el entrevistador entre Cuba y una familia, donde los abuelos y los padres serían el Estado y los hijos y nietos la sociedad, Julio Antonio Fernández, doctor en ciencias jurídicas, recuerda que el propio Gobierno reconoce desde hace años que "el paternalismo" es uno de los problemas que arrastra el país. "La población tenemos una mala educación de haber recibido siempre en el nido el alimento, la ayuda, el bienestar, el apoyo, la seguridad que da el Estado", explica.
"Pero yo repito a todo el mundo que la mala crianza de un hijo siempre es una cuestión de responsabilidad de los padres, nunca de los hijos. Ningún psicólogo dirá que el responsable de esa mala crianza es el menor", subraya.