La esterilización forzosa de miles de mujeres indígenas, un episodio irresoluto de la historia reciente de Perú

En Perú, unas 300.000 mujeres fueron esterilizadas forzosamente sin su consentimiento entre 1996 y 2000, en el último periodo del expresidente Alberto Fujimori. 

Las víctimas, en su gran mayoría indígenas quechuas de bajos recursos, sufrieron intervenciones quirúrgicas como parte de Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar del Gobierno y que, según el texto, estaba dedicado a sacar a las mujeres de la pobreza mediante una control de fertilidad. 

Desde 1997, empezaron las denuncias contra estos abusos. A día de hoy, se han abierto cargos y un juicio contra el expresidente Fujimori, algunos de sus ministros y también varios de sus asesores de salud.  

María Elena Carbajal, activista de derechos humanos y presidenta de la Asociación de Esterilización Forzada de Lima, fue esterilizada el 18 de septiembre de 1996 en un hospital. 

"Ocurrió cuando iba a dar a luz a mi cuarto hijo en el hospital María Auxiliadora. Yo desconocía que estaban en esa época haciendo eso de las esterilizaciones", recuerda. 

"Fue tanta la presión para someterme a una ligadura de trompas. Yo accedí pensando que me iban a devolver a mi hijo"

María Elena, que entonces tenía 26 años, cuenta que después de dar a luz fue amenazada y escondieron a su hijo. "Ese hospital ya tenía antecedentes de que los niños se desaparecían", dice.

El personal del centro insistió a María Elena para que se sometiese a una ligadura de trompas. "Fue tanta la presión (...) yo accedí pensando que me iban a devolver a mi hijo", lamenta.

Las voces en contra

María Cecilia Villegas, abogada y autora del libro 'La verdad de una mentira', opina que "no es cierto que haya habido en el Perú una política de Estado de esterilización forzada", pero "sí que hay varios casos de esterilizaciones sin el debido consentimiento, como es la historia que María Elena". 

La Fiscalía peruana acusa a Fujimori de llevar a cabo esterilizaciones masivas y forzosas para "disminuir los niveles de pobreza"

Villegas comenta que María Elena, por ejemplo, debería haber sido reparada y el médico llevado ante la Justicia. Pero si esto no ha ocurrido todavía, según la abogada, es "porque distintas organizaciones de derechos humanos, feministas y conservadoras están tratando de perseguir a Fujimori y a sus tres ministros de Salud, en lugar de entender realmente cuál fue el problema y perseguir a los médicos".

En el mismo sentido, Humberto Abanto, abogado del exministro de Salud de Perú, Marino Costa Bauer, que ejerció el cargo entre 1996 y 1999, afirma que "a lo mucho habrá 7.000 personas que fueron víctimas de malas prácticas médicas, lo que es distinto a que 300.000 personas fueron víctimas de una política de Estado de esterilización forzada".

"Cuando se dice que es un programa que se dirigió a las zonas rurales para eliminar a la población quechua, pobre y andina, se está diciendo una mentira", añade.

Muchas de las víctimas no fueron registradas

Un extremo a lo que María Elena se opone y denuncia que muchas de las víctimas no fueron registradas y, además, no todas pasaron por hospitales, sino que fueron esterilizadas en "campamentos que habilitaron" en provincias. 

"Las amarraron, las ataron y las trataron peor que a animales y en muchos de los casos hasta se olvidaron de ponerles anestesias. Fueron maltratadas y eso empezó en provincias".

"Hay 300.000 víctimas. Las mujeres están en provincias (...) No olvidemos que hubo racismo, discriminación y muchas de nuestras compañeras no sabían leer ni escribir", refuta. 

María Elena asevera que tiene compañeras a las que "amarraron, las ataron y las trataron peor que a animales y en muchos de los casos hasta se olvidaron de ponerles anestesias. Fueron maltratadas y eso empezó en provincias".

Para conocer en toda su amplitud los puntos de vista compartidos en esta tertulia, les invitamos a ver esta nueva edición del programa 'Cartas sobre la Mesa'.