Guatemala convive con una de las tasas de desnutrición crónica infantil más altas de América Latina, y en muchas comunidades rurales e indígenas el acceso al agua potable sigue siendo un lujo. Gobiernos sucesivos han anunciado planes contra la desnutrición y programas de agua, sin embargo, las cifras crecen lentamente y la brecha entre el discurso oficial y la vida cotidiana se mantiene. En ‘Cartas sobre la mesa’ discutimos sobre quién es responsable.