Migración: ¿bienvenida hostil?

En esta entrega de 'Contrapunto', Pablo Mura y Cris Martin analizan los problemas que afrontan miles de personas que toman la decisión de emigrar a un país próspero e integrarse en su sociedad. De hecho, muchos encuentran una bienvenida bastante hostil e incluso muestras de maltrato en su día a día.

El malestar social provocado por las últimas crisis económicas y la incertidumbre sobre el futuro es un "generador de miedos muy potente" y hace que muchos ciudadanos vean a los migrantes como rivales, como personas que llegan a quitarles el pan y el trabajo, lo que genera xenofobia y un auge de los nacionalismos.

"El monstruo de la xenofobia"

Migración: el cisma de Europa

Según Martin, el fenómeno de la inmigración es otro efecto natural más de la era de la globalización. "El contrapunto, del todo sorprendente, es que los nativos tienen mayores dificultades para asimilarlo que aquellos que soportan la parte más dura, como es llegar a un país distinto al suyo", opina.

Algunos políticos han integrado en sus programas campañas de ataque y de desprestigio contra los migrantes e, independientemente de cuál sea el origen de estas tesis, "el monstruo de la xenofobia" va haciéndose mayor a medida que pasa el tiempo.

Según algunos sectores conservadores, una parte de la migración musulmana tensa la situación migratoria y genera un enorme malestar social dentro de Europa. Por ejemplo, un grupo de militares franceses escribió un manifiesto que envió al presidente Emmanuel Macron, advirtiéndole d el peligro islamista y señalando a esta comunidad como "motor de un gravísimo caos e inseguridad que incluso podría desembocar en una guerra civil en el país".

¿Cómo repercutirá en Europa?

Pateras: la respuesta española

Por otro lado, en determinados países de Occidente algunos migrantes reciben ciertas garantías sociales por parte del Gobierno. Sin embargo, muchos buscan ayudas en las comunidades de sus compatriotas, lo que, a veces, se traduce en que dejan de aprender el idioma local, no se integran en la nueva sociedad y forman un mundo aparte con una cultura importada, con sus propias tradiciones y lenguas.

Según las últimas proyecciones del Centro de Investigaciones Pew, para 2050 los musulmanes representarán el 14 % de la población europea, es decir, 75 millones de personas. En opinión de Martin, esto podría conllevar un cambio social, como ya está empezando a ocurrir en Alemania, Suecia o Noruega, países caracterizados por su "tolerancia incondicional", si bien puntualiza que todavía no está claro cómo esto va a repercutir en el Viejo Continente.

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