Las criptodivisas han llamado tanto la atención de instituciones financieras y reguladoras que a estas alturas ya hay algo bien claro: han venido para quedarse. Pero cuesta confiar en ellas; el precio del bitcóin, por ejemplo, ha sufrido avatares dignos de una telenovela, por no hablar de que muchos creen que no hay quien entienda el mecanismo que lo respalda. Cris Martin y Pablo Mura tratan de aclarar el confuso panorama de las que acaso sean las grandes estrellas de las finanzas del futuro.