Occidente intenta enfrentar a sus ciudadanos con Rusia: censuró los medios de comunicación rusos para poder falsear a su antojo las causas de la operación militar especial, los hechos que suceden en el campo de batalla y culparla de sus problemas económicos. Pero, ¿qué mejor para demonizar a Rusia que amenazar al mundo con un hipotético holocausto nuclear provocado por ella? Occidente cruza otra línea roja política al manipular la postura rusa respecto al uso de armas atómicas.