Martín Guzmán sobre la deuda de Argentina con el FMI: "Esto fue un préstamo político"

En esta ocasión Rafael Correa recibe a Martín Guzmán, exministro de Economía de Argentina, para hablar de cómo el tándem del FMI y Macri hundió la economía del país con la mayor deuda de su historia. Deuda que fue concedida violando los propios estatutos del Fondo y con claros fines políticos. Discutimos el efecto destructivo de la política financiera de EE.UU. para el sur global y la crisis que generan las reformas de Milei en este episodio de 'Conversando con Correa'.

La economía de Argentina, un país que a principios del siglo XX estaba listo para superar el subdesarrollo, pero que ha caído en severas crisis que afectan a su población, se somete a debate en este nuevo episodio de 'Conversando con Correa'.

El exministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, aborda con Rafael Correa la situación económica del país latinoamericano, trazando un recorrido por su reciente historia económica. 

Guzmán asegura que, a pesar de que los recursos de Argentina tienen un potencial muy importante y un alto nivel de capital humano y físico, su "inestabilidad macroeconómica" y la volatilidad cíclica han dificultado la transición hacia una estructura productiva con un mayor nivel de diversificación que "permita incorporar el capital humano que produce el país a través del sistema universitario" y "potenciar el valor de los recursos".

Según el exministro, Argentina no pudo transitar a tiempo hacia una estructura productiva, con una industria con una mayor agregación de valor, lo que hoy en día se traduce en una estructura productiva que no satisface las necesidades sociales y, por lo tanto, provoca el conflicto.

Guzmán destaca que el país latinoamericano tuvo una "oportunidad" de "asentarse en un sendero de prosperidad", pero recuerda que, durante el Gobierno de Mauricio Macri, el Fondo Monetario Internacional (FMI) le concedió un "préstamo político" de 57.000 millones de dólares, récord en la historia, que considera una "evidencia" de apoyo a su Gobierno.

En este sentido, Correa señala que tanto el Banco Mundial como el FMI "son instrumentos de política exterior de EE.UU.", y apunta que incluso durante el Gobierno de Clinton se descubrió que el organismo internacional se había utilizado para ayudar a gobiernos cercanos.

"El enojo no fue por politizar instituciones financieras supuestamente multilaterales, sino porque habían obviado la aprobación del Congreso", sostiene.