Los cazadores de auroras

El firmamento ofrece pocos espectáculos más hermosos que las auroras polares, Tanto es así que su contemplación puede convertirse en una experiencia adictiva: cuando se ha tenido ocasión de ver una, se corre el riesgo de querer ver esas bellísimas luces iridiscentes colgadas de la bóveda celeste una y otra vez. Y si no que les pregunten a un grupo de petersburgueses dispuestos a salir de su casa a horas intempestivas y recorrer cientos de kilómetros en plena noche para cazar un nuevo ejemplar.