La edad invisible
El curioso caso de Denís Vashurin, quien a sus 33 años tiene el aspecto físico propio de un adolescente en lugar de un adulto, es el resultado de una rara enfermedad genética que priva al ser humano de una hormona de crecimiento esencial para el desarrollo del organismo.
Como consecuencia, durante toda su vida, Denís tuvo que lidiar con preguntas que con frecuencia comienzan con un "¿no eres demasiado joven para...?".
Este habitante del distrito de Jasanski —en la región de Primorie, la parte más suroriental de Rusia al extremo del Lejano Oriente— conduce un automóvil a diario, trabaja en un puesto exigente, nombra como su pasatiempo favorito la caza y lleva una vida personal muy activa.
Aun así, le resulta confortable residir en un pequeño pueblo cerca del mar donde cuenta con el apoyo de su círculo de amigos donde nadie tiene la necesidad de cuestionar su madurez.
Su inusual apariencia se debe a un desorden en la hipófisis o glándula pituitaria, una pequeña glándula del tamaño de un guisante en el cerebro humano que produce varias hormonas, incluida la que controla el crecimiento.
Los trastornos hipofisarios son bastante comunes, pero no siempre causan los síntomas que sufre Denís. Sin embargo, esta patología se puede corregir.
En palabras de Denís, "lo más importante es llegar a un acuerdo contigo mismo, aquí y ahora, también con tu alma y tu razón. Encontrarte a ti mismo. Así encontrarás la armonía con el mundo que te rodea".
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