En el verano del 2014 las autoridades ucranianas anuncian el comienzo de una operación ‘antiterrorista’ en el sudeste de Ucrania. La ciudad de Debáltsevo se convierte en un objetivo estratégico para las Fuerzas Armadas del país, ya que su nudo ferroviario sirve de obstáculo fronterizo entre Donetsk y Lugansk y dificulta la ofensiva contra las regiones insurrectas. Las milicias rebeldes, por su parte, defienden este territorio para tratar de mantener el vínculo entre las dos capitales.