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Participante del operativo ruso cuenta las atrocidades de combatientes ucranianos, y cómo "adoctrinaron" a la nación con la ayuda de Occidente
A Daniil Martýnov, participante en la operación militar especial rusa en Ucrania, los sucesos de hoy le resuenan amargamente en su memoria. Por eso sabe mejor que nadie el precio de no erradicar un peligro a tiempo: lo que no haga él hoy, tendrán que hacerlo sus hijos mañana, y no en otro país, sino en el propio. Y el peligro, a juzgar por el rastro que dejan los enemigos en fuga, no es pequeño, ni pasajero, ni producto de las circunstancias, sino terrible, perdurable y deliberado.
"Lo que está pasando ahora era imposible planearlo en un mes o en un año, o por arte de magia. [En Ucrania] llevaban muchos años preparándolo. Este gran proyecto se extendía a todas las esferas y aspectos e involucraba a toda la población", relata Daniil Martýnov, participante en la operación militar especial rusa en Ucrania.
Desde su experiencia vivida en el campo de batalla, Martýnov asegura que Kiev llevaba años preparándose para el combate. "Realmente se preparaban para una guerra con Rusia. Se preparaban para una guerra con Rusia de manera deliberada", afirma.
Adoctrinamiento y reeducación
Martýnov relata que durante el avance de las tropas rusas evidenció cómo las autoridades ucranianas, con ayuda de países occidentales, han "adoctrinado deliberadamente a su nación".
"Cuando liberamos un colegio y abrimos los manuales de historia, yo no podía entender dónde me encontraba. Todo era diferente. La Gran Guerra Patria se describía de manera completamente distinta. Había un manual aparte que decía que Ucrania es la nación más antigua, la primera que apareció en la Tierra", comentó. "Lo han ajustado a lo que podemos llamar 'los estándares de la OTAN'. Da miedo. Es simplemente aterrador. Les han lavado el cerebro", añade.
De igual forma, Martýnov indica que los soldados ucranianos también han sido reeducados. "Cuando eliminamos uno de los puntos de control en Popásnaya, descubrimos a soldados que habían sido preparados según los estándares de la OTAN", indicó. "Los instructores de estos países no solo venían, sino que vivieron aquí muchos años y entrenaron a los soldados ucranianos de acuerdo con esos estándares y criterios", añadió.
"Nos ha enfurecido aún más"
Cuando las tropas rusas llegaban a cualquier localidad e interactúan con los civiles, Martýnov dice que estos revelaban el mal trato que habían sufrido por parte de las fuerzas ucranianas: "Nos contaron la verdad, nos dijeron quién les había hecho daño, quién los usó como escudos humanos. Fueron los nacionalistas, los fascistas. Nos contaron que disparaban a la gente por la espalda, que disparaban a los niños, a los abuelos. Lo confesaron todo. Se les saltaban las lágrimas y nos daban las gracias diciendo: '¡Gracias por salvarnos!'".
Según el combatiente, "el enemigo actúa como una fiera porque está siempre drogado". A las fuerzas de Kiev "les siguen suministrando drogas y combaten drogados", comentó. "Al liberar un barrio, encontramos cadáveres de compañeros nuestros con los que habíamos luchado; los habían decapitado. Lo hicieron con el propósito de afectar psicológicamente a nuestra unidad. Pero el enemigo todavía no sabe que eso nos ha enfurecido aún más", resaltó.
Asimismo, Martýnov destaca que para las tropas rusas sería "eficaz y correcto" colocar la artillería en alguna zona residencial densamente poblada, y ponerse a disparar y bombardear las posiciones del enemigo. Sin embargo, asegura que no lo hacen. "Todas nuestras tropas están desplegadas en los campos, en los bosques, lo más lejos posible de la gente y de las zonas pobladas. Sí, es muy arriesgado, sí, le da ventaja al enemigo y nos pone en riesgo. Pero no nos permitimos ni siquiera acercarnos a los civiles", resaltó.
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