Europa se está sumiendo paulatinamente en una crisis y cabría preguntarse qué relación guarda EE.UU. con esta destructiva tendencia. Los juegos de poder en Washington, el tráfico de influencias y la presión ejercida sobre los medios de comunicación son realidades que, a simple vista, podrían parecer locales, pero que en un mundo globalizado como el de hoy están conduciendo a la humanidad, y particularmente al Viejo Continente, hacia el valle de las sombras.