El cruel ataque terrorista ocurrido en la sala de conciertos Crocus City Hall en la provincia de Moscú el 22 de marzo del 2024 no solo ha dejado víctimas y dolor, sino también relatos sobre cómo en situaciones límite aflora la mejor cara del pueblo ruso. Nunca se olvidarán los actos de heroísmo cometidos, especialmente por los adolescentes, que salvaron a decenas de personas. La mañana después de la tragedia los rusos hacían cola en los hospitales para donar sangre, Rusia estaba de luto.