Uno de los testimonios más desgarradores recogidos en esta edición de 'Sueños y pesadillas' es el de Juana Molina Guerrero, que llegó a los EE.UU. como víctima de explotación sexual a través de una red criminal de trata de personas que falsificó sus documentos. Ella solo tenía 14 años.
Su experiencia, según narra ella misma, estuvo fuertemente marcada por el trauma sexual y la confusión: "Cuando eres una niña que se ha criado en la sierra, entre animales, no entiendes qué te pasa, ni por qué estás llegando a una ciudad donde hay carros, edificios". "Es muy difícil para una niña llegar a un país tan diferente y tener que ver, además, que alguien te está abusando sexualmente y te está golpeando y no sabes qué es lo que está pasando", añade Juana, que logró liberarse después de varios intentos fallidos de fuga y "un camino muy largo", con ayuda de varias organizaciones humanitarias. Hoy tiene cuatro hijos y piensa en poner toda su cruda experiencia en positivo, tal vez organizando ella misma un grupo de mujeres "que se ayuden las unas a las otras".
Algo así es precisamente lo que hace Susana Martínez-Restrepo, desde su puesto de directora ejecutiva en Corewoman, una organización cuyo objetivo es, precisamente, contribuir al empoderamiento económico y personal de las mujeres y luchar por la igualdad de género. Tal como ella misma explica, llegó a Estados Unidos "con muy buenas condiciones: con una visa de estudiante y con una beca", y estudió en la Universidad de Columbia. No obstante, denuncia haber sido víctima de los "estereotipos que se generalizan" sobre la comunidad latinoamericana.
Menos oportunidades laborales y suicidios
Martínez-Restrepo señala en este mismo sentido las complicaciones que tienen los inmigrantes latinos como profesionales, ya que las titulaciones que obtienen en sus países de origen raras veces son plenamente reconocidas en EE.UU.. En cuanto a las dificultades particulares de las mujeres latinas en el país, apunta un dato interesante: "Las mujeres reciben solo un 3 % de los fondos de capital para 'start-ups', y las latinas solo un 0,8 %".
Otra de las personas cuya perspectiva conoceremos en esta edición del programa es la de la activista Beatriz Coronel, que coordina el programa 'La vida es preciosa' a través de la organización Comunilife. Según explica, se trata de "un programa para prevenir el suicidio especialmente entre las jóvenes latinas", un problema al que ella misma se refiere como "una epidemia". Los traumas infantiles, el 'bullying', el clima social del país frente a la inmigración y los propios problemas derivados de los tramites con la Administración (que pueden derivar, por ejemplo, en la separación de miembros de la misma familia) están entre las causas que esta activista señala.
Para conocer otros interesantes testimonios de personas implicadas en la realidad de las mujeres latinas en los EE.UU. y las múltiples dificultades a las que se enfrentan en su día a día, les recomendamos que vean completo el video que les ofrecemos.