Para muchos estas son las elecciones de las primeras veces en Francia. Es la primera vez que el partido de extrema derecha Frente Nacional es el enemigo a abatir, es la primera vez que uno de los candidatos principales, François Fillon, está implicado en una investigación por corrupción, y es la primera vez que los representantes de los dos principales partidos pueden quedarse fuera de la segunda ronda.
Estos comicios parecen romper los moldes del panorama político de las últimas décadas. Al tiempo que el partido de extrema derecha se perfila como el favorito para llegar a la segunda ronda de las elecciones, los representantes de izquierda no podrían estar más fragmentados. Tomando en cuenta la compleja situación internacional, estas elecciones son una prueba de fuego para la Europa de hoy.
Estas elecciones son una prueba de fuego para la Europa de hoy
Por el momento, el centrista Emmanuel Macron, creador del movimiento En Marcha, y Marine Le Pen, del Frente Nacional, encabezan las encuestas con el 26% y el 25%, respectivamente.
Según Alberto Rabilotta, periodista internacional, Macron es "el candidato de los medios, el candidato del sistema"; pero quien últimamente ha ido llamando cada vez más la atención de los votantes es el neocomunista Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa, que promete lograr más justicia social y trasladar el poder de las clases dominantes a los diferentes movimientos sociales.
Rabilotta cree que el programa de Mélenchon es "muy amplio, ambicioso y radical en muchos aspectos". Su discurso se asemeja bastante al de Podemos en España, y sus ideas hacen recordar también al estadounidense Bernie Sanders. El propio Mélenchon elogia la Revolución Ciudadana de Rafael Correa y reconoce su inspiración en figuras como Lula da Silva y Hugo Chávez. Actualmente, el porcentaje de indecisos es muy alto, por lo que mucho dependerá de qué porcentaje obtiene este candidato en la primera ronda.