En una entrevista concedida a RT la activista peruana y líder de los familiares de las víctimas de la Cantuta Gisela Ortiz aborda con honestidad varios temas incómodos.
En 1992, agentes de la inteligencia militar secuestraron a nueve estudiantes y a un profesor de la Universidad limeña de la Cantuta. Sin embargo, la respuesta del poder judicial al secuestro fue "que no existían". "Creo que el secuestro de los estudiantes de la Cantuta buscaba sembrar miedo con propósitos políticos", explica Ortiz. "Aún hoy se percibe en Perú el miedo que logró sembrar el fujimorismo", lamenta la activista.
La líder de los familiares de las víctimas insiste en que "Alberto Fujimori es el principal responsable político de la masacre de la Cantuta" y deplora que "la dictadura [del citado expresidente] no solo nos arrebató a nuestros familiares, sino también nuestro derecho a la justicia".