David Miranda es uno de los periodistas que colaboró en la difusión de los documentos desclasificados por Edward Snowden, excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU. Por este trabajo fue detenido durante 12 horas por la Policía de Londres en agosto del 2013 en el aeropuerto de Heathrow acusado de terrorismo.
Sobre este último aspecto Miranda recordó que lo tuvieron 9 horas en una habitación y "luego otras tres horas" retuvieron su pasaporte en el aeropuerto.
En aquel entonces venía de Berlín porque estaba trabajando con Oliver Stone y Glenn Greenwald (su pareja y también periodista que difundió los documentos de Snowden). "Íbamos a hacer un documental sobre las familias que tienen algún miembro encarcelado en Guantánamo por el Gobierno de EE.UU. o algún otro gobierno", comentó a RT. En ese sentido relató que "ya sabía entonces qué suelen hacer estos gobiernos cuando dicen que están utilizando la ley antiterrorista. Tienen un poder ilimitado".
Creo que en estos archivos habrá muchas sorpresas para todo el mundo
El periodista describió la tensión y lo difícil que fue el tiempo que lo estuvieron interrogando. Principalmente porque si al final "el agente decide que no te has puesto de acuerdo con él y que no has colaborado, te pueden mandar a prisión".
Durante el interrogatorio le hicieron preguntas sobre su trabajo, su familia, sus amigos e incluso sobre su relación con Greenwald.
"Ellos usaron técnicas contra mí como poner dos vasos de agua sobre la mesa. El agente que estaba allí se bebía uno y me preguntaba si no tenía sed, si no quería beber", relató Miranda y añadió que hicieron "aquello con el vaso de agua como siete veces". "Estuve allí 12 horas sin beber, sin comer y sin ir al cuarto de baño", dijo.
Finalmente, tras 8 horas y 15 minutos le permitieron hablar con un abogado del diario británico 'The Guardian'. Hasta entonces le estuvieron haciendo preguntas sin tener acceso a un profesional que lo asesorara.
Pasadas las 9 horas lo liberaron pero no le dieron su pasaporte, por lo que tuvo que protestar hasta que finalmente le consiguieron un nuevo pasaje de avión a Brasil, que era adonde se dirigía. Previamente habían requisado todo su equipaje, incluido su material periodístico, que está protegido por las leyes de la Convención de la Unión Europea.
El trabajo con los documentos de la NSA
"Creo que en estos archivos habrá muchas sorpresas para todo el mundo", reveló Miranda ante la pregunta de si darán a conocer más material. El periodista apuntó que "hay muchos archivos" que no han utilizado aún y que han tenido "conversaciones muy extensas a lo largo de estos años" sobre si deben darlos a conocer o no. "Ahora queremos hacerlo, porque nos debemos al público que necesita saber qué hay en estos documentos", dijo.
Lo más importante es revelar al público qué es lo que realmente se está desarrollando en estos países, cuando espían o hacen algo mal
Consultado sobre si han recibido presiones para no publicar esa información Miranda fue contundente: "A toda hora".
Tanto la NSA como el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ) "nos dicen que si lo llegamos a publicar será una amenaza para la seguridad nacional y otras estupideces por el estilo".
No obstante el periodista aclaró que siempre han realizado un arduo proceso de trabajo previo para evaluar si una información es sensible o no. "Primero pedimos consulta a los expertos. Y después formamos nuestro propio equipo en 'The Intercept' que lo revisa y ofrece su valoración sobre si esto puede afectar a alguien o no", señaló.
Si bien evalúan en cuánto puede afectar a la seguridad de EE.UU. u otros países, subrayó que lo más importante es "revelar al público qué es lo que realmente se está desarrollando en estos países, cuando espían o hacen algo mal".
"Ponemos sobre la mesa la información que es de interés público" y "vemos cómo la podemos revelar sin causar ningún daño a nadie. Y creo que hasta ahora lo hemos hecho bastante bien", afirmó.
La relación con Snowden
Miranda resaltó que Snowden "firmó para mostrar al mundo lo que hacían Estados Unidos y sus aliados y estaba dispuesto a pagar el precio por ello y pasar el resto de su vida en prisión".
Sin embargo consideró positivo que actualmente tenga asilo en Rusia. Destacó que "está muy bien", ya que "tiene libertad total de movimientos" y puede participar del debate "que él mismo ha ayudado a crear". Además comentó que hablan "casi cada día" a través de "canales seguros".
Por otra parte cuestionó a quienes lo llaman "traidor", ya que "ellos no entienden la concepción de la libertad. Llamarle traidor es no comprender ese concepto de libertad". "Estas personas no merecen mi respeto", sentenció.
La situación política en su país
Miranda -brasileño y residente en Río de Janeiro- opinó sobre el reciente "golpe de Estado" contra la presidenta Dilma Rousseff.
No dudo en calificar el 'impeachment' como "absolutamente ilegítimo", porque quienes lo impulsaron y están en el Gobierno "son los verdaderos corruptos". Consideró que manipularon a la opinión pública "con la ayuda de las grandes corporaciones mediáticas, que dirigieron todo el proceso". Por eso insistió en que "es totalmente ilegítimo".
"No estoy diciendo que me gustara especialmente el gobierno de Dilma", aclaró, pero "al menos era una democracia en la que la habíamos votado a ella para que ocupara ese cargo".
Ahora mismo desde el exterior están viendo que Brasil tiene "una democracia tan joven y corrupta que aquellos que quieren hacerse con el poder simplemente van y lo toman", analizó.
"Está dañando nuestra nacionalidad y la forma en que los otros países nos perciben", concluyó.