Ricardo Buryaile, ministro de Agroindustria de Argentina dialogó en exclusiva con RT en el marco de su visita a Rusia. De acuerdo al funcionario argentino su país "ha tomado la decisión de volver a integrarse al mundo política y económicamente". Por este motivo es que ha comenzado a recorrerlo "para mostrar la actitud de un gobierno que tiene las puertas abiertas para adentro y la vocación de integrarse con todos los países", explicó.
Consultado sobre los peligros de descuidar el mercado interno Buryaile aseguró: "Argentina produce alimentos para 400 millones de habitantes ¿Qué pasaría si los volcamos solo para nosotros que somos 40 millones? ¿Qué me contestarían quienes me critican que salgo a buscar mercados exteriores?".
Asimismo analizó que "últimamente hemos vivido una dicotomía permanente: mercado interno/mercado externo, campo/ciudad, rico/pobre. La vida no es permanentemente esa dicotomía". Pero "¿qué hacemos nosotros?", se preguntó: "Mercado interno y exportación".
Incentivos a la producción y retenciones
Respecto a las políticas públicas que viene desarrollando el gobierno de Mauricio Macri en el sector agropecuario, el ministro destacó que no priorizan los subsidios. "La ayuda que damos es dar competitividad. La mayor ayuda que podemos dar es la previsibilidad, la apertura de mercados y a partir de ahí bajar la tasa de intereses, la presión impositiva", dijo. "No creemos que los subsidios lleguen a transformar una actividad productiva", explicó y enfatizó: "Se puede subsidiar estratégicamente pero no sistemáticamente".
Por otra parte, en torno a las retenciones (impuesto a la exportación de productos) que el gobierno de Cambiemos redujo ni bien asumió la presidencia, Buryaile aseguró que no las apoya porque "los derechos de exportación son un impuesto a la distancia. Paga lo mismo quién está a 10 kilómetros de los puertos o a 1500 kilómetros".
Según la mirada del funcionario luego de la crisis económica argentina del año 2001, el país "necesitaba recursos para contener una situación social que se desbordaba. En ese momento se pusieron las retenciones, después se fueron aumentando". No obstante "se tendría que haber pensado en el impacto negativo de los derechos de exportación" y recordó que 2015 fue el año con "la peor área de siembra de los últimos cien años de trigo".
De todas formas Buryaile reconoció que "uno debe tratar de recolectar los impuestos" ya que "esa es la función" del gobierno. "Hay tres formas de financiar al Estado", dijo, "los impuestos, el endeudamiento y la inflación". La inflación "no es buena, porque le pega a los sectores más vulnerables"; el endeudamiento "hay que usarlo con mucho cuidado"; por lo tanto "la recaudación tiene que ser lo genuino".
Las economías regionales y los precios de los productos
En otra parte de la entrevista el ministro argentino de Agroindustria se refirió a las protestas de productores. Hace algunos meses estos repartieron gratuitamente fruta y verdura en rechazo a la diferencia de precios que se les paga a ellos y el que se le vende a los consumidores.
"Por un lado a veces se disparan los precios de los productos por una cuestión estacional", comentó Buryaile. Otro aspecto que incide "es el volumen de producción" ya que "hay productores que tienen menor capacidad de negociación. Por eso lanzamos el programa 'Fortalecimiento de Economías Regionales' que es muy importante". Finalmente destacó que "siempre tiene una enorme incidencia el precio del flete" desde la zona productora al consumidor.
Sobre este último aspecto el ministro comentó que en Argentina "el flete por tonelada en camión es el más caro del mundo". De esta manera "hay eslabones de la cadena, como la comercialización, que tiene ganancias importantes a costa de esto".
La relación con Rusia
Sobre el final Ricardo Buryaile se refirió a las relaciones entre su país y Rusia. Recordó que durante el siglo XXI hubo "picos de relación comercial" donde se llegó a tener "una balanza comercial bilateral de casi 2.000 millones de dólares". Pero en 2015 este número descendió a 1.000 millones, "lo cual supone una caída del 50%".
Esta situación dependió de varios factores: "Una situación interna nuestra, a cuestiones económicas de Rusia dado que el rublo se ha depreciado de forma sorpresiva quitándole poder de compra, y también atribuible a una cuestión de falta de sincronización y coordinación en el financiamiento y garantía de importadores y exportadores", detalló el ministro.
Por eso informó que su visita a Moscú es para manifestar la voluntad de "ser proveedores confiables de alimentos". "Vamos a liberar las trabas para que los productos argentinos lleguen a Rusia", concluyó.