"Corea del Norte no necesita armas nucleares para atacar a Corea del Sur"
Yevgueni Buzhinski sostiene que la gran tensión que existe actualmente en torno a la península coreana "existía antes, existe ahora y seguirá existiendo" en el futuro.
El analista militar ruso destaca que Corea del Norte "es un fenómeno único en la política moderna", ya que es un país "prácticamente aislado del resto del mundo" que cuenta solo "con sus propias fuerzas" y que oficialmente vive desde hace décadas "en estado de guerra, ya que no existe ningún acuerdo de paz con Corea del Sur".
Por su experiencia de trabajo en el Ministerio de Defensa ruso, Buzhinski opina que Pionyang no dispone de armas atómicas, aunque mantiene que sí está trabajando en "un programa nuclear".
"Tienen reservas de uranio y plutonio para fines bélicos y han aprendido a producir elementos que sirven para la fabricación de armas termonucleares", explica este teniente general en la reserva, añadiendo que existe un margen de incerteza: "¿Y si tienen armas poderosas? ¿Y si hay algo que no sabemos? ¿Y si tienen una ojiva y la lanzan?", se pregunta.
Asimismo, en lo que respecta a Corea del Sur, considera que "lo más peligroso es que Corea del Norte no necesita tener armas nucleares para atacarla", ya que en en el sur de la península -según datos de varias fuentes-, hay de 20 a 30 reactores nucleares en funcionamiento.
"Corea del Norte puede atacarlos con sus armas convencionales, solo en cañones de artillería disponen de cerca de 10.000 unidades", destaca el experto.
¿Podría un ataque de EE.UU. desencadenar la Tercera Guerra Mundial?
Buzhinski afirma que el ataque estadounidense sobre la base siria de Shayrat, es "una señal para Rusia de que EE. UU. está preparado".
En esa misma línea, apunta que si Washington decide emprender ataques masivos contra más objetivos sirios mientras Rusia esté presente en la zona, la situación "podría acabar en un enfrentamiento militar con las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia".
"Habría ataques sobre bases navales, ataques aéreos y víctimas civiles. Sería escalofriante", advierte.
"Una sola muerte de un soldado ruso por una bala estadounidense llevaría a una escalada del conflicto con consecuencias impredecibles", alerta el analista.