"Saddam Hussein tenía la idea de crear una gran nación árabe"
Rodrigo Álvarez Cambras, reconocido cirujano ortopédico cubano, relata en una entrevista a RT que decidió dedicarse a la medicina después de ver cómo su padre falleció de tuberculosis para vencer a esa enfermedad "porque no tenía cura".
No obstante, no se especializó en medicina pulmonar gracias a un "hecho fortuito": resultó herido en un tobillo durante unas manifestaciones contra Fulgencio Batista. En el hospital, empezó a ayudar a los médicos para tratar a otros heridos. "Hay un dicho […], el que se moja con yeso, se hace ortopédico. Y me mojé con yeso", cuenta este especialista.
Saddam Hussein era un gran admirador de Fidel
Varios años más tarde, Fidel Castro envió a Álvarez Cambras a Francia para realizar estudios y construir lo que sería el Hospital Ortopédico Frank País. En 1995, recibió la Legión de Honor del presidente francés: "Hice una gran amistad con [François] Mitterand y su esposa".
En 1968, empezó la construcción del Hospital Ortopédico Frank País, que llegaría a ser el centro sanitario "más grande del mundo en capacidad e infraestructura".
A lo largo de su carrera, Álvarez trató a numerosos deportistas, personalidades del mundo del arte y jefes de Estado, incluido el expresidente de Irak, Saddam Hussein.
Durante la Primera y la Segunda Guerra del Golfo, el médico trasladaba "muchos mensajes" entre los dirigentes de Cuba e Irak. En 1990, cuando Hussein puso sus tropas en la frontera con Kuwait, Castro trató de avisarle de que podían invadir su propio país. Álvarez asegura que "Saddam Hussein "era un gran admirador de Fidel".
Saddam "era muy interesante; en lo personal, era un hombre bueno, amante de la idea de crear una gran nación árabe" y, aunque reconoce que cometió errores, Álvarez Cambras destaca que "hubo una amistad enorme" porque "fue extremadamente bondadoso con Cuba, con Fidel, con la Revolución".