En el marco de la cuadragésima edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, el actor puertorriqueño Benicio del Toro ha dialogado con RT acerca de su experiencia ante las cámaras, su visión sobre algunas problemáticas sociales y su interés por Cuba.
Cuba y el Che
Según relata el artista, durante seis años el equipo de la producción de 'Che' (2008), dirigida por Steven Soderbergh, realizó una investigación a fondo en Cuba previo a que Ernesto 'Che' Guevara fuera protagonizado en la pantalla grande por Del Toro. Sin embargo, la relación de ese actor con la isla había comenzado desde antes.
"El interés por Cuba viene por el cine", señala Del Toro, ganador del premio Óscar al mejor actor de reparto en el 2001. "Las obras de Titón [Tomás Gutiérrez Alea], las obras de Pastor Vega y de otros, [...] muchos directores cubanos", añade el puertorriqueño.
De regreso a la película 'Che', Del Toro recuenta que la preparación para el papel del líder de la Revolución cubana fue más allá de entender el momento histórico, el país y el continente: "Recuerdo que estaba sentado con la esposa del Che, Aleida, y ella dijo: 'No importa si te pareces físicamente o no. Lo que importa es entender al ser humano'", relata.
Por otra parte, Del Toro recuerda que, mientras trabajó para que ese personaje resultara "lo más verdadero posible", apoyándose en la labor de los actores y el equipo que le rodeaba, exploró también rincones de su propia persona. "El personaje del Che es un personaje que educó mis raíces, de ser caribeño, latinoamericano, puertorriqueño", afirmó.
Las películas y la sociedad
Sin embargo, el experimentado actor se muestra cauteloso a la hora de asignar al cine una función activa de cambio social. "Tal vez las películas no cambian la sociedad como tal, pero las películas cambian películas", afirma Del Toro.
Galardonado por su rol en 'Traffic' (2000), Del Toro cree no obstante que la colectividad de estos "cuentos" puede servir para apuntar hacia los puntos problemáticos en la sociedad y a la larga influir en los gobiernos, como en el tema de las drogas. "Creo que esa es una solución para el problema de la marihuana, el legalizarla, pero no sé si es lo mismo para la heroína", ejemplifica.
"Fanático del cine"
En cuanto a su profesión, el boricua revela que escoge sus papeles tomando en cuenta que pueda trabajar con un buen elenco y un director "creativo" y "democrático" que esté dispuesto a trabajar en el libreto, que por su parte debería ser "original". "Nunca he leído un libreto que sea perfecto", subraya.
En su labor actoral, no obstante, Del Toro afirma que empezó a "cogerle mucho cariño a la literatura". "El escritor trabaja de la misma manera en que trabajo yo como actor", indica Del Toro, señalando que se enteró de ello cuando desempeñó su papel en el filme 'Miedo y asco en Las Vegas' (1998).
El artista se declara a sí mismo "fanático del cine" y revela que le gusta ver "todo tipo" de géneros con ciertas excepciones. "Prefiero ver otras películas que las mías", admite el ganador del Óscar, no sin antes resaltar el poder de la pantalla grande.
"Todas las películas te dejan algo, te tocan de alguna manera. Nunca he tenido la experiencia de tener la misma experiencia en dos películas", expresa el actor. "No me han dado una de bailarín todavía", lamenta Del Toro.