Virginia Vallejo, autora del libro 'Amando a Pablo, Odiando a Escobar': "Ese monstruo no fue mi amante"
"El libro está traducido a 15 idiomas, después de García Márquez, es la obra de un autor colombiano más traducida en todo el mundo", comenta la periodista Virginia Vallejo sobre 'Amando a Pablo, Odiando a Escobar', la publicación que repasa su propia vida junto al famoso narcotraficante local, Pablo Emilio Escobar Gaviria.
Así, la reconocida estrella de Colombia, que sostuvo un vínculo afectivo con el criminal, admite: "Al final lo odie, cuando se convirtió en un terrorista monstruoso, eso me separó del amor de mi vida. Me iba a casar". Por otro lado, subraya que Escobar, en los años del "narcoterrorismo [entre 1988 y 1993, el año de su muerte] mató a unas 30.000 personas".
Además, Vallejo explica que el cariño por su pareja se perdió, entre otras cosas, "por el daño que le causó al pueblo colombiano, a la población mundial y a tres generaciones de adictos, que siguen chupando su cocaína y entrando a EE.UU. por toneladas".
"Ese monstruo no fue mi amante"
Al mismo tiempo, la comunicadora opina que Escobar "estaría feliz de la vida de reconocerse en esas páginas, porque el libro inspiró un montón de telenovelas, seriados y películas de Hollywood". También cree que el capo del narco la escogió para ser su biógrafa, pero "él no sabía que su familia luego escribiría sus propios libros, o sus sicarios". Sobre ello, Vallejo añade: "Me contaba todos sus crímenes, para que los escribiera, pero de una manera sutil. Me veía como una mujer de cámara, su amante y su confidente".
Por otro lado, critica que muchas producciones audiovisuales que retratan su vida están alejadas de la realidad, y aclara: "A mí él no me mantenía, yo era libre. Lo regañaba todo el tiempo y lo mandaba al demonio. Lo abandoné en el 84, 85, 86, y luego al final".
Además, Virginia comenta aspectos más sentimentales sobre cómo impactó aquella relación en su vida. "Cuando lo matan, la madre dice: 'Ese no es mi hijo'. Y yo digo [que] ese monstruo tampoco fue mi amante. Yo amé a otro", expresa. También insiste en que Escobar, al comienzo, no era malvado, e incluso tenía mejor aspecto físico. Cuando se conocieron, ambos tenían 32 años, "en los días de la inocencia y el ensueño", repasa. Al momento en que Vallejo deja a Escobar, tenían 37, y desde ese entonces "se acabó para siempre".
Su vida profesional
A la hora de recordar su infancia, señala que no fue muy feliz: "Mi padre era muy estricto, y en mi familia eran católicos fanáticos", relata. Asimismo, subraya que por esa "falta de amor" tuvo que convertirse en "la mejor estudiante", para convencer a su papá de que era buena, "aunque para él no era suficiente".
Con el paso de los años, rodeada de un entorno familiar "muy tradicional", se fue perfilando hacia el periodismo. "Imagínate en 1972, una niña de bien, recién divorciada de su primer matrimonio con un arquitecto de mucho dinero, no debería aparecer en televisión, eso era para artistas o gente bohemia", cuenta. Sobre aquel contexto, describe: "Ese trabajo siempre se lo daban a hombres, era muy difícil que una mujer pueda ser presentadora".
Durante su carrera, Vallejo apareció en decenas de portadas de revistas. En una de ellas, cuando apenas se separaba de Escobar, se la ve producida y en una actitud provocativa: "Mi madre dejó de hablarme después de eso, y mis hermanas decían que era una vergüenza para la familia", repasa. No obstante, su trayectoria profesional fue un verdadero éxito al frente de las cámaras.
De cara al futuro, Virginia adelanta que está realizando nuevos programas de televisión, donde viajará junto a su equipo a varios estados de EE.UU. "para transmitir exactamente la realidad, no lo que cuenten unos medios manejados por personas poco éticas". Asimismo, resalta: "Aquí tenemos la libertad de mostrar lo bello y lo feo". Uno de los objetivos, detalla, es contar "historias de personas que llegan con las manos vacías, e ilusión de convertirse en gente trabajadora, exitosa y tal vez rica".
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