Exsacerdote mexicano Alberto Athié: "Para la Iglesia no es relevante el daño a los niños abusados, sino que no afecte su imagen"
El exsacerdote mexicano Alberto Athié echa la mirada atrás para hablar de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica, que hace décadas que son conocidos por la opinión pública pero que aún constituyen el principal problema de la institución. Y así, lo primero que aparece en su mente es el nombre de Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo.
Este exsacerdote, que cuando descubrió los secretos que guardaba la curia decidió quitarse la sotana, trabajaba en una de las zonas más pobres y violentas de la Ciudad de México, Iztapalapa. Fue allí donde conoció a Juan Manuel Hernández Amenábar, quien le contó los abusos que el padre Maciel había cometido no solo en contra de él, sino de varios de sus compañeros. "Luego conocí por lo menos ocho", explica Athié.
Con ese caso fue consciente de los abusos que estaban teniendo lugar en el seno de la Iglesia. En 1997, después de varios años, surgió la noticia pública de los exlegionarios de Cristo que denunciaban a Marcial Maciel como un abusador. La jerarquía católica mexicana, a través del arzobispo de México, Norberto Rivera, negó los hechos denunciados y respaldó a Maciel.
Poder a cambio de silencio
Cuando Rivera se negó a escuchar sobre los casos de abusos sexuales recopilados, Athié no renunció en aquel momento porque tenía actividades de responsabilidad importante. Según relata el exsacertote, su abandono de la sotana llegaría poco después, cuando el cardenal Ratzinger, quien luego sería el papa Benedicto XVI, le dijo: "Yo te hago obispo si tú te callas y no sigues hablando". Cuando manifestó que no estaba de acuerdo, recibió por respuesta que debía marcharse de la ciudad y del país. Así fue como el activista dejó todas sus responsabilidades y posteriormente también el sacerdocio, para no plegarse a guardar silencio ante los delitos que tenían lugar en el seno de la Iglesia.
Marcial Maciel en el centro del problema en México
Este exsacerdote mexicano sostiene que conoció "a nueve víctimas de Marcial Maciel que coincidían en sus versiones de la forma en que abusaba de ellos", y que incluso llegó a identificar a cerca de 100 víctimas que querían dar su testimonio. "Hoy conocemos mejor el modelo que diseñó el padre Maciel, que sigue todavía vigente", dice Athié, que cree que su patrón se basaba en el dominio y el sometimiento.
El entrevistado distingue así entre los abusadores ocasionales y los abusadores que someten paulatinamente con manipulaciones de tipo religioso, como el fundador de los Legionarios de Cristo, que comenzaba sus abusos diciendo a los niños que tenía dolores muy fuertes en el vientre y que el papa Pío XII le había autorizado que le masturbara un menor.
Ante todo, la ocultación
Este activista opina que, en caso de acusaciones de sacerdotes por abuso sexual, la Iglesia manipula la información o a las víctimas para reducir los daños hacia la institución. Además, le parecen lamentables las afirmaciones de algunos dirigentes eclesiásticos que han tratado de echar parte de la culpa de lo sucedido a los niños.
Afirma que el papa Juan Pablo II protegió muchísimos casos de pederastia hasta que ya no pudo controlarlos, que no corregía la situación, sino que la ocultaba. Y opina lo mismo de los dos papas que lo han sucedido: "Para la Iglesia no es relevante el daño a los niños cometido sexualmente por estas personas que tienen conductas depravadas, sino que no se sepa, que no afecte, que no lastime la imagen de la Iglesia".
"La Iglesia no tiene manera ni de comprender la problemática por sí misma, ni de explicarla adecuadamente, sea Ratzinger que Francisco, ninguno de los dos la entiende, aunque ambos protegieron y protegen todavía casos de pederastia", sostiene como base del problema Athié.
Para saber más de las reflexiones de este exsacerdote mexicano y de los casos que conoció de primera mano a lo largo de sus años de pertenencia a la jerarquía de la Iglesia católica, le invitamos a que vea la entrevista completa.
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