César Cuauhtémoc García Hernández, abogado de migración: "En EE.UU. el sistema de cárceles de inmigración es un negocio"

"EE.UU. padece una amnesia histórica: olvida los motivos por los que las personas dejan sus hogares", comenta César Cuauhtémoc García Hernández, abogado de migración estadounidense, en 'Entrevista', de RT. El autor del libro 'Migrando a la cárcel' analiza cómo el color de la piel de los inmigrantes influye en la política migratoria de EE.UU. y cómo los centros de detención de inmigrantes se escudan en la privacidad para obstaculizar el trabajo de los abogados.

En los últimos 30 años los Gobiernos federales y estatales de EE.UU. han ido incrementando su poder para encarcelar a personas acusadas de violar leyes migratorias. Como resultado, entre 400.000 y 500.000 personas, tanto adultos como niños, son encerradas anualmente en centros para inmigrantes.

César Cuauhtémoc García Hernández, profesor de la Universidad de Denver y abogado estadounidense especializado en migración, habla con RT sobre su libro, 'Migrando a la cárcel. La obsesión de EE.UU. por encerrar a los inmigrantes', que aborda este tema. 

El entrevistado relata cómo su obra "trata de lo que no se habla" sobre esta cuestión en el país norteamericano: "No se habla de lo que le sucede a la gente mientras están bajo el procedimiento legal", asegura este experto.

Las leyes en vigor datan de 1929, pero no empezaron a implantarse del modo actual hasta la llegada de las administraciones de los presidentes Obama y Trump. "Hubo un periodo de 25 años, entre los años 50 y 70, en que la política de EE.UU. fue de no encarcelar a los migrantes mientras estaban bajo procedimiento jurídico", explica Cuauhtémoc. 

César Cuauhtémoc García Hernández, profesor de la Universidad de Denver y abogado estadounidense especializado en migración
El cambio empezó cuando el color de los migrantes empezó a cambiar, con el crecimiento de los migrantes de Haití y cubanos, de piel oscura y más pobres

En este sentido, cuenta cómo "el cambio empezó cuando el color de los migrantes empezó a cambiar", con el crecimiento en EE.UU. de ciudadanos procedentes de Haití y cubanos, "de piel oscura y más pobres". Fue ahí que los gobiernos de Carter y Reagan tomaron la decisión de usar las cárceles para forzar las leyes de inmigración.

Sin embargo, los precedentes se pueden rastrear hasta el siglo XIX, "en un periodo pésimamente racista", en palabras del abogado, cuando las personas de descendencia china fueron excluidas de los EE.UU. por ley, y durante varias décadas no recibieron permiso para ingresar en el país legalmente.

El migrante actual

En la actualidad siguen llegando al país muchísimas personas de América Latina, sobre todo procedentes de México y Centroamérica. "Muchos centroamericanos llegan a EE.UU. para pedir asilo: es un cambio del tipo de migración tradicional en las últimas décadas", explica el experto, que añade que también llega mucha gente de India y China.

Pero la paradoja se produce con la llegada de europeos y canadienses, para quienes "es muy fácil" ir a EE.UU. con un permiso. En este sentido, Cuauhtémoc afirma: "Pero vemos también, que igual que llegan con permiso, tienen que irse y muchos no lo hacen. Si quisiéramos podríamos llenar las cárceles de inmigración con canadienses, con ciudadanos de Gran Bretaña o Italia, de Europa, pero no lo hacemos", y sostiene que "al contrario, son personas principalmente de América Latina" las que se encuentran "encarceladas en los centros de detención migratorios".

Política exterior y migración

"La política exterior siempre afecta a la política interna de un país", dice este abogado, que cree que "EE.UU. padece una amnesia histórica: olvida los motivos por los que las personas dejan sus hogares".

César Cuauhtémoc García Hernández, profesor de la Universidad de Denver y abogado estadounidense especializado en migración
Hemos llegado al punto en el que el sistema de cárceles de inmigración no es solamente cuestión de forzar la ley, sino que es cuestión de negocio, es cuestión de ganar dinero

Además, el experto sostiene que no hay lagunas en el sistema, sino que este funciona como se pretende. "Hemos diseñado un sistema migratorio en donde las personas que viven en América Latina es muy difícil que puedan tener una vida justa en esos países", por lo que buscan otras opciones, al parecer de Cuauhtémoc, y al mismo tiempo es muy difícil poder navegar los sistemas legales para poder llegar a EE.UU. De manera que llegan al país, trabajan con condiciones injustas y finalmente pueden acabar encarcelados: "Eso no es ningún accidente. Que exista después de décadas es porque así es como debe ser", cree Cuauhtémoc .

"Hemos llegado al punto en el que el sistema de cárceles de inmigración no es solamente cuestión de forzar la ley, sino que es cuestión de negocio, es cuestión de ganar dinero", dice el abogado, y lo ilustra con la operativa de las empresas privadas, que "ganan contratos con el Gobierno federal para encarcelar migrantes".

El experto también señala la opacidad con la que se ocultan estos lugares: "Muchos de estos centros de detención se cobijan en una oscuridad y dicen que es por proteger la privacidad de las personas que están encarceladas, pero también crean obstáculos para que representantes legales puedan llegar a estos sitios: alejados de medios urbanos, con un proceso difícil para entrar".

"Es muy fácil ver la situación actual y desesperarse", concluye, "pensar que no hay nada que se pueda hacer", aunque aboga porque se imponga la esperanza "y que en el futuro se pueda dar un giro dramático, un gran cambio". 

Para saber más sobre las motivaciones de la migración, la vinculación entre la acción exterior de EE.UU. y las dinámicas de migración o la evolución del sistema migratorio de la potencia norteamericana a lo largo de los años, le invitamos a ver la entrevista completa.