Olimpia Coral, activista mexicana contra la violencia digital: "Que la mujer viva su sexualidad es un motivo de sentencia pública"
La joven mexicana Olimpia Coral ha dado nombre a una ley que defiende a muchas personas del acoso digital. Gracias a su activismo, por primera vez en México se penó la difusión de contenido erótico y sexual sin el consentimiento de las personas involucradas. Primero fue en el Estado de Puebla y apenas un año después ya son 19 los Estados de la República que han legislado al respecto.
Con 18 años inició una relación que duraría seis años. Su pareja la grabó manteniendo relaciones sexuales y el video se difundió sin su consentimiento por Internet, redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea.
"Una ciudad tan pequeña como Huauchinango te limita a que tus relaciones se basen en la cultura machista, de posesión", relata Coral sobre una relación que además era "muy violenta" y en la que ya antes del video "también había humillaciones".
"No sé con certeza si fue mi exnovio quien publicó un video sexual en el que yo aparecía, pero tampoco le eximo de culpa", reflexiona sobre lo sucedido. El video trascendió en 2012 y su pareja siempre negó haberlo difundido e, incluso, haber participado en él. Aunque fue él quien realizó la grabación, solo salía ella, "no había nada que a él lo pudiera culpar o hacerlo visible", cuenta la activista.
Cuando el video íntimo se hizo público, lo primero que hizo la gente fue preguntarse con quién estaba la joven, y al no conocerse la identidad del acompañante, empezaron los rumores sobre su promiscuidad. "Él negó que era el del video, porque le dio mucha vergüenza lo que dijera la gente".
Pero, de hecho, que él lo negara la convirtió a ella en la "puta del pueblo", como cuenta Coral, lo que provocó que la joven se encerrara en su casa durante cerca de ocho meses.
"Me di cuenta de que existía una red completa de páginas de pornografía, de difusión de contenidos íntimos, de agresiones sexuales físicas y emocionales contra mujeres, perpetradas y agravadas a través de las redes sociales", reflexiona la activista sobre aquellos primeros meses.
"La gente me culpaba por mi video sexual, y yo también me sentía culpable por haberme dejado grabar", recuerda, y lo achaca a que el "hecho de que la mujer viva su sexualidad era un motivo de sentencia pública".
El principal apoyo que recibió fue el de su abuela y, sobre todo, su madre, que le recordó que ella no hizo nada malo y que la culpa era de la persona que subió el video y de aquellos que lo difundieron.
Cuando por fin aceptó lo que le había sucedido, decidió denunciarlo a las autoridades "Cuando fui a poner una denuncia por la publicación de mi video íntimo me dijeron que ese delito no existía", cuenta la entrevistada, y dice que salió del Ministerio Público "entre burlas".
A partir de ahí comenzó a redactar una iniciativa legislativa que presentó en el Estado de Puebla. Seis años después, en diciembre de 2018 se convirtió en lo que hoy se conoce como la Ley Olimpia. "Diseñé con otras mujeres una estrategia política feminista para que aprobaran la reforma sobre la violencia digital", dice la activista.
Ahora se contemplan nueve años de prisión para quienes difundan, compartan, distribuyan, soliciten o amenacen con difundir videos, fotografías o audios de contenido sexual o erótico sin el consentimiento de las personas y contiene, además, ocho agravantes.
"Conocí mujeres, me hice feminista, conocí la sororidad, conocí que nos enseñaban a vivir en un sistema patriarcal en el que no sabes qué es ser mujer hasta que pasa esto y tocas fondo", concluye Olimpia Coral sobre estos ocho años.
Si quiere saber más sobre la experiencia de esta mujer, que promovió una ley que protege la intimidad y la integridad de millones de personas, le invitamos a ver la entrevista completa.
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