Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, sobre el estallido social: "Allí donde las prácticas policiales fueron más tóxicas tuvimos mayor tensión"
Jorge Iván Ospina es alcalde de Cali, epicentro de las protestas que comenzaron el 28 de abril en Colombia en repudio a una reforma tributaria del presidente Iván Duque, y que visibilizaron la inconformidad ciudadana contra el Ejecutivo.
En una entrevista a RT, el alcalde habla de los sucesos ocurridos durante esos días en el país latinoamericano y, concretamente, en la urbe que gobierna. "Esta no ha sido una ciudad que pase inadvertida en los procesos de la rebeldía de la sociedad colombiana. Pero en ese caso se suma todo. Se suma la arrogancia del Gobierno central de querer colocar una contribución, un impuesto más en un pueblo que atravesaba por un problema con la pandemia realmente difícil, que nos había reducido sustancialmente el empleo y los ingresos cotidianos para cada familia", afirma.
En su opinión, la situación también se agudizó por el hecho de que durante 12 meses "las personas estuvieron encerradas" y "no se adelantaron los procesos cotidianos en esta ciudad de clima caliente, de intercambio cultural, danza, debate, tertulia".
Pero también influyeron –dice– los propios errores como gobernante locales. "Yo no creo que un gobernante local puede abstraerse de sus propias responsabilidades", comenta, mientras considera que hubo "un momento de efervescencia y manifestación pura".
"Se plantea que somos los alcaldes locales los jefes de Policía, pero el poder de Policía no responde a los alcaldes locales"
En los 50 días de paro nacional que vivió el país, las violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad fueron permanentes. Según la organización no gubernamental Temblores, hubo en el país 4.285 casos de violencia policial y 1.468 personas fueron víctimas de violencia física por parte de policías. Pero uno de los datos más alarmantes son los 43 homicidios en los que están involucrados las fuerzas de seguridad. Durante esos días mucha gente miraba hacia las alcaldías buscando respuestas.
"Se plantea que las autoridades locales asumen la jefatura de Policía, se plantea que somos los alcaldes locales los jefes de Policía, pero el poder de Policía no responde a los alcaldes locales", subraya Ospina.
Y continúa: "Los alcaldes no nombramos al comandante (...) nuestros policías son de orden nacional, claramente, en una horizontalidad definida por Presidencia de la República, por el Ministerio de Defensa, por el Comandante General de Policía".
"No se puede generalizar"
A su juicio, la Policía sí tiene que ser de carácter nacional, porque Colombia es un país que "ha atravesado guerras de narcotráfico, guerras insurgentes de izquierda, guerras del petróleo, guerras de las esmeraldas". "No podría darse la tarea de tener policías descentralizados y sin tener un mando único. Pero los alcaldes no somos los jefes de los comandantes de los policías en términos estrictos. Definimos unas políticas", afirma.
"Hay Policía mas demócrata, Policía más de derechos humanos, Policía más formal... la balanza no solo puede ser mirada desde un lugar estricto"
"Parte del estallido social también se debe a unas prácticas inapropiadas de la Policía (...) Allí donde las prácticas policiales fueron mas tóxicas y difíciles fue donde tuvimos mayor tensión", agrega.
En este sentido, el alcalde matiza que "no se puede generalizar" y que "ha habido un proceso evolutivo en la Policía". "Hay Policía mas demócrata, Policía más de derechos humanos, Policía más formal (...) la balanza no solo puede ser mirada desde un lugar estricto", asevera.
Si quieren conocer más sobre las reflexiones y opiniones del alcalde de la ciudad colombiana de Cali, les invitamos a ver la entrevista completa.