Rodrigo Malmierca Díaz, ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, habla sobre el impacto negativo en la inversión del título 3 de la ley Helms-Burton, que permite a ciudadanos estadounidenses demandar a aquellas empresas que realicen negocios o actividades en propiedades confiscadas en Cuba.
Sin poner ejemplos concretos, para evitar que "las empresas puedan sentirse incómodas", Malmierca explica que "hay negocios que ya estaban prácticamente listos y que se han malogrado" por el temor a las sanciones. "Hoy por hoy, todas las empresas que vienen a hacer negocios en Cuba tienen preocupaciones por los papeles que tienen que ver con la propiedad de los terrenos, porque es lo que finalmente puede derivar en un tipo de demanda contra ellos", añade.
Para el ministro, "el bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. contra Cuba es el principal obstáculo, no solo para la inversión extranjera, sino para todo el desarrollo económico y social" de la isla. Sin embargo, se muestra optimista en cuanto a los atractivos que ofrece: tranquilidad, estabilidad, incentivos fiscales y una masa de fuerza de trabajo bien preparada.
"El bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. contra Cuba es el principal obstáculo, no solo para la inversión extranjera, sino para todo el desarrollo económico y social"
Aún así, Malmierca opina que todavía tienen que mejorar a la hora de crear un clima favorable a la inversión y sostiene que se necesita trabajar con "más proactividad, más eficiencia, menos demoras burocráticas y que la actividad avance en un ambiente mucho más receptivo del capital extranjero".
En busca del capital extranjero
En la actualidad, el Gobierno cubano se está centrando en la atracción de mayores volúmenes de inversión extranjera, para lo cual ha ido cambiando su política en los últimos tiempos. "Hoy se plantea que la inversión extranjera es un elemento fundamental, importante, para atraer capital y poder hacer las inversiones que necesita el país", sostiene.
En ese sentido, la última cartera de negocios que han lanzado es diferente a las anteriores por tres motivos, según cuenta Malmierca. Son más de 600 proyectos con un volumen de inversión que supera los 12.000 millones de dólares que, por primera vez, ha sido presentada en una plataforma digital que se va a seguir actualizando en línea de manera permanente.
"Desde hace mucho tiempo hemos estado promoviendo el diálogo con la comunidad de cubanos que viven en el exterior"
En segundo lugar, también por primera vez, se están incluyendo ideas que se generan a nivel local, con 60 proyectos que responden a iniciativas municipales. "Esto está muy ligado a la nueva Constitución, que le da un peso fundamental a los territorios", relata el ministro.
Y en tercer lugar, se buscan también pequeños proyectos que respondan a las necesidades locales y tengan una factibilidad económica demostrable. Así, "las micro, pequeñas y medianas empresas pueden ser objeto de atracción de capital extranjero", detalla.
Atrayendo a los cubanos en el exterior
Entre el capital que se busca atraer, se encuentra también el de los cubanos en el exterior, como los residentes en los EE.UU. "Es evidente que tiene una connotación política, pero desde hace mucho tiempo hemos estado promoviendo el diálogo con la comunidad de cubanos que viven en el exterior", afirma.
"El bloqueo viene del lado de allá, nosotros no bloqueamos a nadie"
Así, el ministro explica que la ley 118, aprobada en 2014, no discrimina ni a los cubanos ni a ninguna nacionalidad: "El bloqueo viene del lado de allá, nosotros no bloqueamos a nadie", asegura el funcionario. Por el momento, señala, todavía hay muy pocos negocios con capital de personas cubanas que viven en el exterior, "pero nosotros estamos abiertos".
Navegando frente al bloqueo Trump
Malmierca relata cómo "la Administración Trump endureció mucho el bloqueo y el interés de las empresas extranjeras decayó", por lo que ahora se están esforzando mucho en la atracción de capitales.
Sin embargo, el comercio sigue limitado debido al bloqueo. Ahora la isla importa algunos alimentos de EE.UU., pero además de tratarse de un proceso muy complejo, no es recíproco. Además, "la situación se agravó con la covid-19: hay una crisis del transporte internacional", dice el ministro, que cree que "hay que ser muy imaginativos para lograr que no nos paralicen la economía".
Para saber más sobre las dificultades comerciales de Cuba, sus progresos y próximos proyectos, les invitamos a ver la entrevista completa.