"De 10 asesinatos, este Estado del presidente Nayib Bukele ya tiene capacidad de hacer justicia en 9"

"Los gobiernos anteriores, los organismos internacionales que gobernaron, cogobernaron este país por más de 30 años, siempre nos dieron recetas perversas para que nunca El Salvador le ganara la guerra a ninguna organización criminal", afirma Gustavo Villatoro, ministro de Justicia y Seguridad Pública salvadoreño. ¿Cómo se ha logrado convertir a El Salvador en uno de los países más seguros del continente americano? ¿Puede ser ejemplar el polémico 'método Bukele'? Véalo en 'Entrevista', de RT.

El ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, Gustavo Villatoro, relata el proceso que ha llevado a su país a ser uno de los más seguros de América Latina ahora que el régimen de excepción que rige en la nación centroamericana dura ya 14 meses, durante los cuales se ha detenido a 70.000 presuntos pandilleros.

"No ha sido un proceso fácil", relata sobre la implantación de un plan que el presidente Nayib Bukele llevaba ya en su oferta electoral a los salvadoreños. Sostiene que se analizó el proceso histórico llevado en el país desde 1992, cuando se firma la paz, "cómo transiciona El Salvador gobernado en materia de criminalidad por la panda de robacarros, robabancos, de secuestros" y cómo comenzaron las manifestaciones criminales de delincuentes que fueron deportados a El Salvador a partir de esa fecha.

"30 años después, ese fenómeno fue cada vez comiendo más territorio y dominando a más salvadoreños dentro de nuestras comunidades", describe Villatoro.

"Las pandillas criminales aterrorizan al país durante tres décadas y no había una respuesta del Gobierno"

Con la llegada de Bukele a la presidencia, el 20 de junio de 2019 se establece el Plan Control Territorial, del que se han desarrollado ya 5 de sus 7 fases y que "está transformando a El Salvador en materia de seguridad", después de que "las pandillas criminales aterrorizan al país durante tres décadas y no había una respuesta del Gobierno".

Según el funcionario, "los gobiernos anteriores, los organismos internacionales que cogobernaron este país por más de 30 años, siempre nos dieron recetas perversas para que nunca El Salvador le ganara la guerra a ninguna organización criminal".

También sostiene que "esa perversidad y todas esas leyes inoperantes para que un Estado le gane la guerra a una organización criminal no solamente las vinieron a sembrar acá a el Salvador, sino que está esparcido por toda América Latina".

"No existen cuotas de detenciones, sino registros de los pandilleros que tenemos que capturar"

Sobre las denuncias de violación de derechos humanos hechas desde organismos internacionales, Villatoro afirma que "en muchas partes del mundo pareciera que lo que importa es tutelar y velar por los derechos humanos de los criminales y nos olvidamos de la sociedad". Mientras tanto, el Gobierno del que forma parte ha "movido el centro de gravedad" de los derechos humanos de los criminales a la tutela, cuidado y un Estado firme "que cuida los derechos humanos de las mayorías", algo que reconoce que ha generado muchas críticas en el contexto internacional.

El ministro sostiene que su Gobierno no está "atropellando los derechos humanos de los criminales", y pone como ejemplo la estadística de 71.000 capturas y menos de 100 letalidades, lo que, a su juicio, demuestra "el respeto a los derechos humanos y a la vida de esos criminales" y "la administración correcta de nuestra capacidad de fuego".

"Estamos haciendo todo esto en el marco de nuestra Constitución y nuestras leyes", reivindica el político, quien matiza que existen gradas y que en su cúspide se encuentran los derechos de los más de 6,3 millones de salvadoreños. "No podíamos estar viviendo bajo un régimen terrorista", sentencia.

"EE.UU. rechaza la política de seguridad de El Salvador porque va en contra de lo que impone a otros países"

Además, Villatoro se queja de que durante los 14 meses de régimen de excepción, organizaciones internacionales y medios afines han estado intentando manipular a la opinión pública "creando una serie de cuentos", entre los que estaría la existencia de cuotas de detenciones.

"No existen cuotas, lo que nosotros tenemos son tareas, porque cuando iniciamos esta guerra teníamos 76.600 registros de pandilleros que teníamos que capturar", apunta el ministro, que asegura que la guerra contra las pandillas no terminará hasta que se capture hasta el último de sus miembros: "Este fenómeno de los pandilleros terroristas en El Salvador empezó con uno, con un miembro deportado que empezó este fenómeno acá, por eso terminará cuando no exista un miembro de esas organizaciones terroristas en territorio salvadoreño".

Villatoro afirma que el daño causado a la sociedad desde que hace décadas se inició la deportación sin alertar de criminales desde EE.UU. es enorme. Así, en 25 años han perdido la vida más de 120.000 salvadoreños, superando ampliamente las 70.000 víctimas mortales de la guerra civil.

"La soberanía reside en el pueblo y el 90 % el país apoya el Plan Control Territorial, según las encuestas"

El ministro opina que el pueblo estadounidense ve "con muy buenos ojos" la política desarrollada por El Salvador, pero no así su Gobierno: "Desgraciadamente, para la política de EE.UU. es hoy ir en contra de lo que ellos pretenden que todos los países sigan", dice.

El funcionario considera que las críticas obedecen a que "va en contra de sus políticas de sometimiento" y reflexiona sobre por qué los países de América Latina tienen riqueza natural y de recursos humanos, pero ninguno de ellos es potencia: "No sería la primera vez que una parte de un continente la condenan a la miseria".

En este sentido, apuntó a una connivencia de criminales y gobernantes: "Son criminales, eran los que cogobernaban, y ellos le aseguraban a todos esos que en algún momento diseñaron el orden mundial que ningún país de América Latina iba a llegar a ser potencia, porque iba a estar siempre sometido a la criminalidad organizada".

Ahora Villatoro afirma que todavía faltan reformas en el Código Penal de El Salvador "para evitar que resurja cualquier organización criminal" y saca pecho del funcionamiento de su sistema de justicia reseñando que antes la impunidad del delito de homicidio era del 97 %, mientras que "en lo que va de año tenemos una impunidad del 10 %". "De 10 asesinatos, este Estado del presidente Nayib Bukele ya tiene capacidad de hacer justicia en 9", destaca.

Además, adelanta de que la próxima 'guerra' será contra la delincuencia de cuello blanco, contra la corrupción, y defiende que "los involucrados en actos de corrupción fomentaban y usaban la criminalidad para desviar la atención pública", de manera que "no derrotaban" a los pandilleros "porque los necesitaban".